A mediados de la década de 1980, el entonces intendente de Córdoba, Ramón Mestre, impuso el recordado eslogan: “De la periferia al Centro”, para simbolizar que las prioridades de su gestión tenían como destinatarios a los barrios más alejados de la cuadrícula fundacional de la ciudad (ver Infografía ).
La lectura desagregada de los números que dejó el escrutinio de las recientes Paso (primarias abiertas, simultáneas y obligatorias), muestra que rumbo a las elecciones generales de octubre, la UCR, conducida por el actual intendente Ramón Mestre, deberá retomar esa premisa de su padre si pretende ganar la Capital, que en las primarias el PJ le arrebató por casi 12 mil votos.
Esto, porque fue muy notorio que la UCR ganó en el Centro ampliado y barrios de clase media y media alta, y que el PJ se hizo muy fuerte en barrios populosos de la periferia.
También se presume que en esa última franja tiene más incidencia el peso de la estructura asistencialista del Estado provincial.
En las 14 seccionales la pelea por la supremacía se dio en exclusiva entre el PJ y la UCR, y con resultado muy repartido en lo cuantitativo, ya que ganaron siete seccionales cada uno.
La UCR se impuso en las seccionales 1ª, 2ª, 3ª, 4ª, 7ª, 9ª y 14ª, mientras que el PJ lo hizo en la 5ª, 6ª, 8ª, 10ª, 11ª, 12ª y 13ª.
Esa ecuación se modifica si en lugar de considerarse partidos como tales (sumando todas las listas que disputaban en cada fuerza) se toman sólo las dos listas mayoritarias de las Paso: Oscar Aguad (UCR/Confluencia) y Juan Schiaretti (PJ/Movimiento de Unidad Peronista).
En este caso, Aguad gana dos seccionales más que su partido, al sumar la 8ª y la 11ª.
Pero cuando se analiza la composición específica de cada seccional, surgen con claridad diferencias cualitativas:
Populosas. De las seis seccionales más pobladas de la ciudad, que registraron –según cada caso– entre 56 mil y casi 110 mil votos válidos, el PJ triunfó en cinco de ellas (5ª, 10ª, 11ª, 12ª, 13ª) y la UCR sólo en una (14ª).
Amplitud. La mayor diferencia se registró en la 13ª, con 4.516 votos en favor del PJ; y la menor, en la 7ª, donde la UCR ganó por tan sólo 73 sufragios.
Comparación. En las seccionales 1ª, 2ª, 3ª y 4ª, o sea macrocentro y Nueva Córdoba, la UCR acumuló en su favor una diferencia de 4.491 votos respecto del PJ, pero para compensar, a este le alcanzó sólo con computar la seccional 13ª, donde ganó por 4.516 votos.
Un cálculo similar se repite al considerar las zonas donde a la UCR mejor le fue. Sumando las siete seccionales que ganó, la UCR obtuvo 8.051 votos de diferencia; pero el PJ revirtió esos números con sólo dos seccionales más populosas: entre la 10ª y la 13ª, acumuló una ventaja de 8.958 votos.
Podio. Si bien la UCR y el PJ monopolizaron el primer y segundo lugar en toda la ciudad, el tercer y cuarto puesto sufrió oscilaciones. En la mayoría de seccionales salió tercero Héctor Baldassi (PRO), salvo en la 5ª, 10ª y 12ª, donde trepó a ese lugar Olga Riutort (Fuerza de la Gente), quien ratificó su inserción en barriadas humildes. Riutort también se ubicó cuarta en las seccionales 7ª, 8ª, 11ª, 13ª y 14ª, desplazando al quinto lugar a la kirchnerista Carolina Scotto. A su vez, Liliana Olivero (FIT), sorprendió con una cuarta ubicación en la 6ª y 9ª.
Más y menos. La UCR cosechó su peor performance en la seccional 5ª (17,1%) y la mejor en la 4ª, con un 31,4%. En el caso del PJ, le fue mal en la 3ª (15,1%) y muy bien en la 4ª (25,1). Curiosamente, la 4ª fue donde también logró su mejor resultado relativo Baldassi (20%).
Allí, entre las tres primeras fuerzas sumaron el 76% de los votos. Se supone buena inserción de Baldassi y también de la UCR (a través de Franja Morada) en la población joven y universitaria, lo que contrasta con Scotto, que como exrectora de la UNC se especulaba que podía sumar más en ese territorio.
Pulseada K con el FIT. En la seccional 9ª, la pelea por el cuarto lugar se dirimió por apenas 66 votos. El FIT obtuvo 5.102 y el Frente para la Victoria, 5.036.
I arise in the morning torn between desire to improve the world & desire to enjoy the world. This makes it hard to plan the day.
La lectura desagregada de los números que dejó el escrutinio de las recientes Paso (primarias abiertas, simultáneas y obligatorias), muestra que rumbo a las elecciones generales de octubre, la UCR, conducida por el actual intendente Ramón Mestre, deberá retomar esa premisa de su padre si pretende ganar la Capital, que en las primarias el PJ le arrebató por casi 12 mil votos.
Esto, porque fue muy notorio que la UCR ganó en el Centro ampliado y barrios de clase media y media alta, y que el PJ se hizo muy fuerte en barrios populosos de la periferia.
También se presume que en esa última franja tiene más incidencia el peso de la estructura asistencialista del Estado provincial.
En las 14 seccionales la pelea por la supremacía se dio en exclusiva entre el PJ y la UCR, y con resultado muy repartido en lo cuantitativo, ya que ganaron siete seccionales cada uno.
La UCR se impuso en las seccionales 1ª, 2ª, 3ª, 4ª, 7ª, 9ª y 14ª, mientras que el PJ lo hizo en la 5ª, 6ª, 8ª, 10ª, 11ª, 12ª y 13ª.
Esa ecuación se modifica si en lugar de considerarse partidos como tales (sumando todas las listas que disputaban en cada fuerza) se toman sólo las dos listas mayoritarias de las Paso: Oscar Aguad (UCR/Confluencia) y Juan Schiaretti (PJ/Movimiento de Unidad Peronista).
En este caso, Aguad gana dos seccionales más que su partido, al sumar la 8ª y la 11ª.
Pero cuando se analiza la composición específica de cada seccional, surgen con claridad diferencias cualitativas:
Populosas. De las seis seccionales más pobladas de la ciudad, que registraron –según cada caso– entre 56 mil y casi 110 mil votos válidos, el PJ triunfó en cinco de ellas (5ª, 10ª, 11ª, 12ª, 13ª) y la UCR sólo en una (14ª).
Amplitud. La mayor diferencia se registró en la 13ª, con 4.516 votos en favor del PJ; y la menor, en la 7ª, donde la UCR ganó por tan sólo 73 sufragios.
Comparación. En las seccionales 1ª, 2ª, 3ª y 4ª, o sea macrocentro y Nueva Córdoba, la UCR acumuló en su favor una diferencia de 4.491 votos respecto del PJ, pero para compensar, a este le alcanzó sólo con computar la seccional 13ª, donde ganó por 4.516 votos.
Un cálculo similar se repite al considerar las zonas donde a la UCR mejor le fue. Sumando las siete seccionales que ganó, la UCR obtuvo 8.051 votos de diferencia; pero el PJ revirtió esos números con sólo dos seccionales más populosas: entre la 10ª y la 13ª, acumuló una ventaja de 8.958 votos.
Podio. Si bien la UCR y el PJ monopolizaron el primer y segundo lugar en toda la ciudad, el tercer y cuarto puesto sufrió oscilaciones. En la mayoría de seccionales salió tercero Héctor Baldassi (PRO), salvo en la 5ª, 10ª y 12ª, donde trepó a ese lugar Olga Riutort (Fuerza de la Gente), quien ratificó su inserción en barriadas humildes. Riutort también se ubicó cuarta en las seccionales 7ª, 8ª, 11ª, 13ª y 14ª, desplazando al quinto lugar a la kirchnerista Carolina Scotto. A su vez, Liliana Olivero (FIT), sorprendió con una cuarta ubicación en la 6ª y 9ª.
Más y menos. La UCR cosechó su peor performance en la seccional 5ª (17,1%) y la mejor en la 4ª, con un 31,4%. En el caso del PJ, le fue mal en la 3ª (15,1%) y muy bien en la 4ª (25,1). Curiosamente, la 4ª fue donde también logró su mejor resultado relativo Baldassi (20%).
Allí, entre las tres primeras fuerzas sumaron el 76% de los votos. Se supone buena inserción de Baldassi y también de la UCR (a través de Franja Morada) en la población joven y universitaria, lo que contrasta con Scotto, que como exrectora de la UNC se especulaba que podía sumar más en ese territorio.
Pulseada K con el FIT. En la seccional 9ª, la pelea por el cuarto lugar se dirimió por apenas 66 votos. El FIT obtuvo 5.102 y el Frente para la Victoria, 5.036.
I arise in the morning torn between desire to improve the world & desire to enjoy the world. This makes it hard to plan the day.