La distribución de los alrededor de 2.000 congresales que deben votar el 12 de julio para elegir al futuro titular de la CGT es un dato que las actuales autoridades de la central obrera esconden como si fuera información clasificada (ver Se aleja la lista de unidad en la CGT).
Es que esa estrategia de ocultamiento es una de las claves que maneja el camionero Hugo Moyano para conservar el poder.
En realidad ni siquiera se conoce el número final de congresales, que fuentes gremiales sitúan entre 1.900 y 2.000, ya que durante la reunión del Comité Central Confederal realizada el miércoles pasado, el camionero sumó a 30 gremios más que le aportarán más congresales a su favor. Entre ellos figura la Federación Argentina de Trabajadores Estatales, que preside el cordobés José Pihen, titular del Sindicato de Empleados Públicos (SEP).
Ninguno de los principales referentes del sindicalismo cordobés conoce el número de congresales que tiene Córdoba, pero a partir de las consultas realizadas por este diario en los principales gremios surge que, en el mejor de los casos, la provincia tiene alrededor de 80 congresales, menos del cinco por ciento del total.
Según fuentes cegetistas, el reparto de congresales para la central obrera nacional responde a la cantidad de afiliados que tiene cada gremio, asociación o federación. Pero, más allá de esa supuesta distribución proporcional entre los gremios, el criterio político fue el que prevaleció cuando los distintos sindicatos conformaron sus listas que incluían los congresales ante la central obrera nacional.
Smata, sin representación. Hay casos emblemáticos que demuestran el discrecional reparto de congresales por parte de las conducciones de los gremios nacionales.
Por caso, el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) suma actualmente alrededor de 100.000 afiliados en todo el país por la expansión de la industria automotriz. De ese número, la seccional Córdoba cuenta con casi 20 mil afiliados, lo que representa una quinta parte del total.
Córdoba cuenta con tres terminales automotrices (Fiat, Iveco y Renault) y la división cajas de trasmisión de Volkswagen.
El gremio mecánico cuenta con 36 congresales que votarán el futuro titular de la CGT, pero Córdoba está ausente en esa representación según lo admitieron las autoridades locales de ese poderoso sindicato.
Si se aplicara una distribución proporcional, la seccional Córdoba del Smata debería contar con siete congresales, y no tiene ni uno.
Aunque Ricardo Pignanelli, titular del Smata, es un dirigente K, trascendió que la mayoría de los congresales del sindicato mecánico votarían por Moyano.
Se comenta en los corrillos que cuando Pignanelli se presentó a las elecciones de su sindicato, le pidió a la seccional Córdoba, que encabezaba Omar Dragún, si podía resignar los congresales nacionales, ya que la conducción nacional los necesitaba para conformar el esquema bonaerense. Como ese cargo no resultaba estratégico para el gremio, fue cedido.
Otro de los sindicatos más poderosos es la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que cuenta con 250.000 afiliados en todo el país, de los cuáles alrededor de 23.000 corresponden a las seis seccionales que tiene la provincia de Córdoba. Las seis seccionales de la UOM Córdoba cuentan con ocho congresales, la mitad de la seccional Capital.
La Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios, que encabeza Armando Cavalieri, cuenta con alrededor de 300 congresales. Los mercantiles tienen cerca de un millón de afiliados en todo el país y en Córdoba hay alrededor de 120 mil afiliados en los 63 sindicatos mercantiles que tiene la provincia. Pablo Chacón, titular de la Asociación Gremial de Empleados del Comercio de Córdoba, es uno de los congresales de los alrededor de 25 que tiene la provincia, según calculó el dirigente.
Pero una de las novedades es que el Sindicato de Empleados Públicos de Córdoba (SEP) podría sumar entre 15 o 20 congresales a la CGT, tras la flamante incorporación a la central obrera de la Federación Argentina de Trabajadores Estatales que reúne a sindicatos públicos de ocho provincias, entre ellas Córdoba.
La Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina tiene un centenar de congresales y con un mecanismo distinto de asignación la delegación Córdoba cuenta con dos congresales. La Uocra local cuenta con 17 mil afiliados en toda la provincia.
La Asociación Bancaria tiene 40 congresales en todo el país y uno sólo en Córdoba.
La inequitativa distribución de los congresales que eligirán al futuro jefe de la CGT deja en evidencia que Buenos Aires y Capital Federal se quedan con el grueso de los representantes y que el interior y distritos importantes, como Córdoba, tendrán una mínima incidencia en la elección.
Más información
– Gerardo Martínez iría como delegado a la OIT
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En realidad ni siquiera se conoce el número final de congresales, que fuentes gremiales sitúan entre 1.900 y 2.000, ya que durante la reunión del Comité Central Confederal realizada el miércoles pasado, el camionero sumó a 30 gremios más que le aportarán más congresales a su favor. Entre ellos figura la Federación Argentina de Trabajadores Estatales, que preside el cordobés José Pihen, titular del Sindicato de Empleados Públicos (SEP).
Ninguno de los principales referentes del sindicalismo cordobés conoce el número de congresales que tiene Córdoba, pero a partir de las consultas realizadas por este diario en los principales gremios surge que, en el mejor de los casos, la provincia tiene alrededor de 80 congresales, menos del cinco por ciento del total.
Según fuentes cegetistas, el reparto de congresales para la central obrera nacional responde a la cantidad de afiliados que tiene cada gremio, asociación o federación. Pero, más allá de esa supuesta distribución proporcional entre los gremios, el criterio político fue el que prevaleció cuando los distintos sindicatos conformaron sus listas que incluían los congresales ante la central obrera nacional.
Smata, sin representación. Hay casos emblemáticos que demuestran el discrecional reparto de congresales por parte de las conducciones de los gremios nacionales.
Por caso, el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) suma actualmente alrededor de 100.000 afiliados en todo el país por la expansión de la industria automotriz. De ese número, la seccional Córdoba cuenta con casi 20 mil afiliados, lo que representa una quinta parte del total.
Córdoba cuenta con tres terminales automotrices (Fiat, Iveco y Renault) y la división cajas de trasmisión de Volkswagen.
El gremio mecánico cuenta con 36 congresales que votarán el futuro titular de la CGT, pero Córdoba está ausente en esa representación según lo admitieron las autoridades locales de ese poderoso sindicato.
Si se aplicara una distribución proporcional, la seccional Córdoba del Smata debería contar con siete congresales, y no tiene ni uno.
Aunque Ricardo Pignanelli, titular del Smata, es un dirigente K, trascendió que la mayoría de los congresales del sindicato mecánico votarían por Moyano.
Se comenta en los corrillos que cuando Pignanelli se presentó a las elecciones de su sindicato, le pidió a la seccional Córdoba, que encabezaba Omar Dragún, si podía resignar los congresales nacionales, ya que la conducción nacional los necesitaba para conformar el esquema bonaerense. Como ese cargo no resultaba estratégico para el gremio, fue cedido.
Otro de los sindicatos más poderosos es la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que cuenta con 250.000 afiliados en todo el país, de los cuáles alrededor de 23.000 corresponden a las seis seccionales que tiene la provincia de Córdoba. Las seis seccionales de la UOM Córdoba cuentan con ocho congresales, la mitad de la seccional Capital.
La Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios, que encabeza Armando Cavalieri, cuenta con alrededor de 300 congresales. Los mercantiles tienen cerca de un millón de afiliados en todo el país y en Córdoba hay alrededor de 120 mil afiliados en los 63 sindicatos mercantiles que tiene la provincia. Pablo Chacón, titular de la Asociación Gremial de Empleados del Comercio de Córdoba, es uno de los congresales de los alrededor de 25 que tiene la provincia, según calculó el dirigente.
Pero una de las novedades es que el Sindicato de Empleados Públicos de Córdoba (SEP) podría sumar entre 15 o 20 congresales a la CGT, tras la flamante incorporación a la central obrera de la Federación Argentina de Trabajadores Estatales que reúne a sindicatos públicos de ocho provincias, entre ellas Córdoba.
La Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina tiene un centenar de congresales y con un mecanismo distinto de asignación la delegación Córdoba cuenta con dos congresales. La Uocra local cuenta con 17 mil afiliados en toda la provincia.
La Asociación Bancaria tiene 40 congresales en todo el país y uno sólo en Córdoba.
La inequitativa distribución de los congresales que eligirán al futuro jefe de la CGT deja en evidencia que Buenos Aires y Capital Federal se quedan con el grueso de los representantes y que el interior y distritos importantes, como Córdoba, tendrán una mínima incidencia en la elección.
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