El empresario Eduardo Constantini comentó que el ministro de Justicia, Julio Alak, se comunicó con él para asegurarle que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner reafirma el status legal de las urbanizaciones cerradas.
El siguiente es el diálogo que el empresario mantuvo con El Cronista TV:
A partir del proyecto que aparentemente estaba manejando el Gobierno y luego le bajó el tono, ¿cómo ve hoy la situación de los barrios cerrados?
He recibido un llamado del ministro Julio Alak diciéndome que incluso la Presidenta se había involucrado en el tema y garantizándome que la posición del Gobierno es reafirmar el status legal de las urbanizaciones cerradas. En ese sentido estoy sumamente tranquilo.
Las personas que viven hoy en barrios cerrados o que están construyendo, ¿pueden estar tranquilas?
No me cabe ninguna duda, veía lo otro impracticable. Reconozco que es un tema profundo y es cierto que hay que contemplar las necesidades urbanísticas de un entorno, de un municipio y que hay que enfatizar y recrear los espacios públicos porque el ser humano, como decía Aristóteles, es un animal social, y hay que recrear espacios donde los seres humanos podamos compartir unos con otros con ese contenido diverso de los diferentes programas.
Los barrios fueron creciendo en número, en magnitud, en cantidad de terreno ocupado, ocupan calles que deberían estar abiertas ¿cómo se resuelve esto?
Los barrios cerrados tienen por obligación tener calles perimetrales abiertas que mejoren la circulación. En el caso de Nordelta, quiero enfatizar que es una ciudad, no un barrio cerrado. Y que se articula el conjunto de barrios cerrados que hay adentro de Nordelta con programas públicos, como el centro comercial, los cines, el sanatorio, los colegios que vamos a tener cinco. A Nordelta entran 20.000 personas por día, más de la mitad de los alumnos que van a los colegios en tierra cedidas por Nordelta son alumnos que vienen de afuera. Sería un disparate intentar crear un barrio autónomo y autosuficiente, cuando uno habla de 80.000 personas que es la cantidad de gente que espera tener Nordelta. Evidentemente te penetra por todos lados la integración con el resto de la comunidad.
¿Qué se hace para que el barrio cerrado no se termine convirtiendo en un gueto?
Hay un código urbanístico fijado por cada municipio, que tiene que hacer la cartografía de su región y establecer los parámetros de densidad, constructivos, referentes, de forma tal de lograr una integración armoniosa. En nuestro caso, en nuestra experiencia desde el nacimiento de Nordelta en 1998, es que hay una dinámica socioeconómica que hace mas necesario el desenvolvimiento de este tipo de emprendimiento. Primero por una restricción presupuestaria, es cierto que soy juez y parte, pero viéndolo objetivamente, el habitante del barrio cerrado se financia la construcción de su propia calle, el tendido de las redes de cloacas, de gas, de agua, de electricidad, que son servicios que naturalmente estarían provistos por el Estado y/o por empresas de servicios públicos, también por supuesto paga la forestación, la parquización y además mantiene alumbrado, barrido y limpieza, lo costean los vecinos mensualmente con las expensas. Eso es una respuesta económica a una necesidad urbanística para locar el aumento de población, y todo eso lo paga el mismo sector privado y no el sector publico. En el partido de Tigre, lo entendió muy bien Ricardo Ubieto hace mas de 20 años y ahora Sergio Massa. En Nordelta trabajan más de 8.000 personas, y van a trabajar más de 30.000. Es un negocio excelente desde el punto de vista recaudatorio y además del 98 a hoy, la realidad es que hay una percepción de inseguridad mucho mayor y vemos cómo los habitantes resguardan más, sienten más miedo y entonces tienen mayor temor a la apertura de las calles.
¿La inseguridad ciudadana es el factor que da origen y crecimiento a los barrios cerrados?
En realidad el barrio cerrado tiene mas de 40 años, ha habido una proliferación en la última década y sí, la inseguridad es un factor prioritario y tal vez el más importante. Pero lo anterior también es cierto, porque tal vez la persona no se da cuenta, pero ese vehículo económico, esa solución de que el propietario hace su propia red de infraestructura, y también la troncal, eso de otra manera no existiría el espacio físico donde comprar terrenos.
Después de su charla con Alak, ¿cree que no hay ofensiva del Gobierno contra la propiedad privada?
Yo estoy muy tranquilo. Creo que la situación es mejor que la anterior, es un tema que se discutió y se debatió y la polémica obligó el debate y a la reafirmación de este tipo de urbanización.
El siguiente es el diálogo que el empresario mantuvo con El Cronista TV:
A partir del proyecto que aparentemente estaba manejando el Gobierno y luego le bajó el tono, ¿cómo ve hoy la situación de los barrios cerrados?
He recibido un llamado del ministro Julio Alak diciéndome que incluso la Presidenta se había involucrado en el tema y garantizándome que la posición del Gobierno es reafirmar el status legal de las urbanizaciones cerradas. En ese sentido estoy sumamente tranquilo.
Las personas que viven hoy en barrios cerrados o que están construyendo, ¿pueden estar tranquilas?
No me cabe ninguna duda, veía lo otro impracticable. Reconozco que es un tema profundo y es cierto que hay que contemplar las necesidades urbanísticas de un entorno, de un municipio y que hay que enfatizar y recrear los espacios públicos porque el ser humano, como decía Aristóteles, es un animal social, y hay que recrear espacios donde los seres humanos podamos compartir unos con otros con ese contenido diverso de los diferentes programas.
Los barrios fueron creciendo en número, en magnitud, en cantidad de terreno ocupado, ocupan calles que deberían estar abiertas ¿cómo se resuelve esto?
Los barrios cerrados tienen por obligación tener calles perimetrales abiertas que mejoren la circulación. En el caso de Nordelta, quiero enfatizar que es una ciudad, no un barrio cerrado. Y que se articula el conjunto de barrios cerrados que hay adentro de Nordelta con programas públicos, como el centro comercial, los cines, el sanatorio, los colegios que vamos a tener cinco. A Nordelta entran 20.000 personas por día, más de la mitad de los alumnos que van a los colegios en tierra cedidas por Nordelta son alumnos que vienen de afuera. Sería un disparate intentar crear un barrio autónomo y autosuficiente, cuando uno habla de 80.000 personas que es la cantidad de gente que espera tener Nordelta. Evidentemente te penetra por todos lados la integración con el resto de la comunidad.
¿Qué se hace para que el barrio cerrado no se termine convirtiendo en un gueto?
Hay un código urbanístico fijado por cada municipio, que tiene que hacer la cartografía de su región y establecer los parámetros de densidad, constructivos, referentes, de forma tal de lograr una integración armoniosa. En nuestro caso, en nuestra experiencia desde el nacimiento de Nordelta en 1998, es que hay una dinámica socioeconómica que hace mas necesario el desenvolvimiento de este tipo de emprendimiento. Primero por una restricción presupuestaria, es cierto que soy juez y parte, pero viéndolo objetivamente, el habitante del barrio cerrado se financia la construcción de su propia calle, el tendido de las redes de cloacas, de gas, de agua, de electricidad, que son servicios que naturalmente estarían provistos por el Estado y/o por empresas de servicios públicos, también por supuesto paga la forestación, la parquización y además mantiene alumbrado, barrido y limpieza, lo costean los vecinos mensualmente con las expensas. Eso es una respuesta económica a una necesidad urbanística para locar el aumento de población, y todo eso lo paga el mismo sector privado y no el sector publico. En el partido de Tigre, lo entendió muy bien Ricardo Ubieto hace mas de 20 años y ahora Sergio Massa. En Nordelta trabajan más de 8.000 personas, y van a trabajar más de 30.000. Es un negocio excelente desde el punto de vista recaudatorio y además del 98 a hoy, la realidad es que hay una percepción de inseguridad mucho mayor y vemos cómo los habitantes resguardan más, sienten más miedo y entonces tienen mayor temor a la apertura de las calles.
¿La inseguridad ciudadana es el factor que da origen y crecimiento a los barrios cerrados?
En realidad el barrio cerrado tiene mas de 40 años, ha habido una proliferación en la última década y sí, la inseguridad es un factor prioritario y tal vez el más importante. Pero lo anterior también es cierto, porque tal vez la persona no se da cuenta, pero ese vehículo económico, esa solución de que el propietario hace su propia red de infraestructura, y también la troncal, eso de otra manera no existiría el espacio físico donde comprar terrenos.
Después de su charla con Alak, ¿cree que no hay ofensiva del Gobierno contra la propiedad privada?
Yo estoy muy tranquilo. Creo que la situación es mejor que la anterior, es un tema que se discutió y se debatió y la polémica obligó el debate y a la reafirmación de este tipo de urbanización.