El día 15 de marzo esta convocada una manifestación golpista contra Dilma Rousseff.
A nadie se le escapa que desde el momento que ganó las elecciones el gobierno de Brasil se ha visto hostigado desde la prensa y el mercado. Su mayoría en las cámaras es estrecha y eso ha animado a la oposición neocon a pedir el juicio político (impeachment) a Dilma. La intención es convertirla en una nueva Collor de Melo y hundir el proceso de cambio en Brasil. Se que esto les suena conocido.
Hay que hacer notar que a Dilma no le sirvió de nada haber ganado las elecciones, por el contrario, el resultado alentó a la oposición. Es una buena enseñanza, las elecciones son batallas que, sin duda, se deben ganar pero no acaban con la guerra.
A la defensiva, la Central de Trabajadores convocó a una movilización el día 13 de marzo. Nuestro compañero Lula da Silva participo de la reunión de la CGT carioca señalando que se va a poner al frente de la manifestación (ya tenes tarea para el 2016 Cristina).
Lula percibe el tamaño del desafío, y recordó la historia de un amigo de Perón, el compañero Getulio Vargas: “Para entender lo que pasa ahora en Brasil, es preciso entender lo que paso con JK, con Getúlio, con Jango y lo que intentaron hacer conmigo en la presidencia.” Luego calificó a la oposición “Ellos están haciendo ahora lo que siempre hicieron toda la vida; su idea básica es criminalizar la política, comienzan los procesos judiciales con una sentencia mediática. Toda vez que en la historia de la humanidad se trato de criminalizar la política, el resultado fue siempre peor. Vean la operación mani puliti en Italia, el resultado fue Berlusconi”.
Después Lula le hablo directamente a Dilma: “A nuestra querida Dilma, tenes que dejar las investigaciones a la policía y a la justicia. Tenes que levantar la cabeza y decir «yo gane las elecciones». Compañeros, ellos perdieron las elecciones y están pomposos. Están desaforados. En vez de andar llorando, vamos defender lo que es nuestro. Defender a Petrobrás, defender la Democracia.” Posteriormente se refirió a los medios: “Le quiero recordar a la prensa que llegue dos veces a la presidencia sin su apoyo.” Finalizo diciendo que «Es preciso definir bien las cosas: las familias que dominan los medios están el el centro del golpe. Igual que en 1954. La diferencia es que ahora no vamos a suicidarnos.»
Lula avisa: “Voy a la calle el 13 de marzo. Nadie me va a hacer bajar la cabeza en este país. Queremos paz y democracia, pero si ellos no la quieren, nosotros sabemos luchar tambien.»