Cristina, en vivo y en directo

Cristina volvió y volvió a ser Cristina. Habló en cadena 43 minutos y ella misma fue, otra vez, el personaje central de su relato . Como siempre, eligió cuidadosamente qué historias contar y cuáles convenía eludir (Ver: Cristina volvió y embistió duro contra las petroleras).
Después de las tres semanas y pico que llevaron la operación y la convalecencia, su reaparición fue un montaje planificado al detalle.
En la Rosada la rodearon los aplaudidores de siempre: funcionarios, cuadros políticos propios y algún empresario amigo. Tampoco faltó el show anunciando en simultáneo obras para el interior y recibiendo de los beneficiarios, en vivo y en directo, elogios y agradecimientos previsibles.
Esa fue la entrada. Los platos principales, Malvinas, la denuncia contra las petroleras y las explicaciones sobre su enfermedad. Dijo que no pensaba enojarse con el primer ministro británico que acusó al Gobierno de actitudes colonialistas. Sin embargo, le dedicó la mayor cantidad de tiempo. A él y a los militares argentinos que protagonizaron la irresponsable aventura del 82. En todo momento, buscó dejar en claro que no piensa sacar el conflicto de la vía diplomática.
Si la justa causa de Malvinas es una buena veta para explotar políticamente, otra es el caso de las petroleras: las acusó de llevarse la plata, manipular los precios y no invertir.
“Se acabó la avivada” , les dijo. Como si de ser cierta, fuese una avivada de hoy y no otra que al menos viene desde hace 8 años.
Cristina confesó que lloró al enterarse de que no tenía cáncer. Y dijo que mostraba la cicatriz de la operación porque colocaba la política por delante de la estética. Pero la operación nunca estuvo en duda: la polémica fue por los errores de diagnóstico y de comunicación.
“Todo siguió funcionando aunque yo no estuviera”, se ufanó. Pero en su relato no hubo una sola palabra sobre otras cosas que también ocurrieron. Por ejemplo, los choques crecientes con Moyano, los roces con Scioli, el aumento del transporte y los sonoros reclamos contra las mineras.

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