Granados, Scioli, Hebe de Bonafini, Cristina, Insaurralde, Alicia Kirchner y Dulce Granados, una postal de campaña en Ezeiza. Foto: LA NACION / Maxi Amena
LA PLATA.- La presidenta Cristina Fernández de Kirchner visitó ayer Ezeiza, el distrito de donde el oficialismo extrapoló al flamante ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados. El objetivo claramente fue demostrar un respaldo al flamante funcionario, que representó para el gobernador Daniel Scioli un giro en su política de seguridad.
Sin embargo, el apoyo se agotó en lo gestual. Pese a que se especulaba con un fuerte respaldo de la jefa del Estado a la nueva gestión, la mandataria evitó hablar del tema de la seguridad, y el intendente de Ezeiza (en uso de licencia) tuvo que conformarse con un sitio periférico en las fotos de ocasión.
En su discurso, la Presidenta abordó distintos temas, pero ninguno el que se esperaba que fuera el eje. Habló del presupuesto, de fondos provinciales y de la defensa del modelo económico. La presencia de Cristina al lado de Scioli y Granados era muy esperada como una ratificación de que los cambios introducidos no iban en contra del criterio de la Casa Rosada, sobre todo porque implicó un endurecimiento en la política de seguridad.
Al participar de la inauguración de un polo industrial impulsado por la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT) en la zona de los bosques de Ezeiza, pidió: «Todos pongamos el esfuerzo para que, cuando se trata un presupuesto, se comprenda que, cuando se discuten los fondos y recursos, no son para la Presidenta, sino que están diseminados a lo largo y a lo ancho del país, en obras y servicios para los 40 millones de argentinos».
En rigor, la jefa del Estado aprovechó para hablar del tema durante un diálogo que mantuvo, mediante una videoconferencia, con el intendente de Córdoba, el radical Ramón Mestre, en ocasión de la firma de un convenio por el que el Ministerio de Salud transferirá a la Universidad de Córdoba un total de 15 millones de pesos.
Entonces, insistió: «Necesitamos que todos puedan ayudar para que las cosas se hagan y esos recursos lleguen en obras, en salud, en educación».
El planteo tiene como telón de fondo la sesión del Congreso del próximo miércoles, en la que además de la evaluación de gastos y recursos, se tratará un paquete de leyes que incluye también las prórrogas de la emergencia pública y los impuestos al cheque y a los cigarrillos, por los que se espera un áspero debate con la oposición, que, según se adelantó, pugnará por una mayor participación de las provincias en esa distribución.
La Presidenta dijo sentir «un tufillo como si quisieran darse una vuelta por el vecindario para hacer algunas cosas que hicieron en otro momento», en referencia a una eventual intromisión internacional en los países de Latinoamérica, y advirtió: «No vamos a permitir que nadie nos vuelva a quitar la patria». Sin dar precisiones, mencionó «cosas que pasan en países hermanos, cercanos, por ahí gobernados por otra mujer como yo», en elíptica referencia a la presidenta Dilma Rousseff.
Durante su discurso, miró a su cuñada, la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y dijo: «Tuve la sensación; sos tu hermano con polleras». Aunque sonó algo irónico, la mención la hizo para ponderar la capacidad de trabajo de la funcionaria en la reconstrucción del predio en el que se realizaba el acto.
Entre otras cosas, destacó la reparación de 500 parrillas y también la readecuación de espacios para practicar deportes. Fue cuando señaló: «Para los que andan en rollers , como yo». El comentario combinó con el look inusualmente informal que lució la jefa del Estado, aunque sin abandonar nunca el negro del luto. Vistió calzado bajo, una remera holgada y calzas, y se la vio delgada.
En el palco también estaban el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y la intendenta en ejercicio, Dulce Granados, esposa del ministro de Seguridad.
Finalmente, la Presidenta volvió a solidarizarse con los habitantes cordobeses afectados por los incendios en esa provincia y, tras destacar la ayuda de la Nación por ese siniestro, dijo que «toda esa zona del valle de Calamuchita también la vamos a reconstruir».
«Hay que apoyar a la gente cuando lo necesita y lo vamos a hacer. Miren lo que era Ezeiza, lo mismo vamos a hacer con toda esa zona del valle de Calamuchita», prometió.
Revuelo en Twitter por las calzas de Cristina
La Presidenta causó ayer sensación en las redes sociales por su inusual look con calzas, ropa suelta y calzado bajo. Dejó en evidencia un aspecto más delgado, producto, según su entorno, de una dieta, de ejercicios aeróbicos y de su tratamiento hormonal postoperación de tiroides
La entrevista a la Presidenta, entre Boca y River
Con la intención de captar más audiencia y levantar el rating de la primera entrega, la segunda parte del ciclo de entrevistas a Cristina Kirchner modificó el día y fecha de emisión: será mañana, a las 20.15, por la TV Pública, al término del partido de fútbol de Boca y antes del inicio del de River.
La primera parte de la entrevista se transmitió el sábado pasado, a las 13, y estuvo a cargo del periodista Hernán Brienza, que seguirá estando a cargo de las preguntas. Tuvo un rating promedio de 1,9 y fue el más bajo en ese horario entre todos los canales de la televisión abierta.
En la primera emisión, la Presidenta se refirió a la cumbre del G-20, la historia de la deuda externa y la influencia del peronismo, entre otros temas.
Colaboró Jesús Cornejo .
LA PLATA.- La presidenta Cristina Fernández de Kirchner visitó ayer Ezeiza, el distrito de donde el oficialismo extrapoló al flamante ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados. El objetivo claramente fue demostrar un respaldo al flamante funcionario, que representó para el gobernador Daniel Scioli un giro en su política de seguridad.
Sin embargo, el apoyo se agotó en lo gestual. Pese a que se especulaba con un fuerte respaldo de la jefa del Estado a la nueva gestión, la mandataria evitó hablar del tema de la seguridad, y el intendente de Ezeiza (en uso de licencia) tuvo que conformarse con un sitio periférico en las fotos de ocasión.
En su discurso, la Presidenta abordó distintos temas, pero ninguno el que se esperaba que fuera el eje. Habló del presupuesto, de fondos provinciales y de la defensa del modelo económico. La presencia de Cristina al lado de Scioli y Granados era muy esperada como una ratificación de que los cambios introducidos no iban en contra del criterio de la Casa Rosada, sobre todo porque implicó un endurecimiento en la política de seguridad.
Al participar de la inauguración de un polo industrial impulsado por la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT) en la zona de los bosques de Ezeiza, pidió: «Todos pongamos el esfuerzo para que, cuando se trata un presupuesto, se comprenda que, cuando se discuten los fondos y recursos, no son para la Presidenta, sino que están diseminados a lo largo y a lo ancho del país, en obras y servicios para los 40 millones de argentinos».
En rigor, la jefa del Estado aprovechó para hablar del tema durante un diálogo que mantuvo, mediante una videoconferencia, con el intendente de Córdoba, el radical Ramón Mestre, en ocasión de la firma de un convenio por el que el Ministerio de Salud transferirá a la Universidad de Córdoba un total de 15 millones de pesos.
Entonces, insistió: «Necesitamos que todos puedan ayudar para que las cosas se hagan y esos recursos lleguen en obras, en salud, en educación».
El planteo tiene como telón de fondo la sesión del Congreso del próximo miércoles, en la que además de la evaluación de gastos y recursos, se tratará un paquete de leyes que incluye también las prórrogas de la emergencia pública y los impuestos al cheque y a los cigarrillos, por los que se espera un áspero debate con la oposición, que, según se adelantó, pugnará por una mayor participación de las provincias en esa distribución.
La Presidenta dijo sentir «un tufillo como si quisieran darse una vuelta por el vecindario para hacer algunas cosas que hicieron en otro momento», en referencia a una eventual intromisión internacional en los países de Latinoamérica, y advirtió: «No vamos a permitir que nadie nos vuelva a quitar la patria». Sin dar precisiones, mencionó «cosas que pasan en países hermanos, cercanos, por ahí gobernados por otra mujer como yo», en elíptica referencia a la presidenta Dilma Rousseff.
Durante su discurso, miró a su cuñada, la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y dijo: «Tuve la sensación; sos tu hermano con polleras». Aunque sonó algo irónico, la mención la hizo para ponderar la capacidad de trabajo de la funcionaria en la reconstrucción del predio en el que se realizaba el acto.
Entre otras cosas, destacó la reparación de 500 parrillas y también la readecuación de espacios para practicar deportes. Fue cuando señaló: «Para los que andan en rollers , como yo». El comentario combinó con el look inusualmente informal que lució la jefa del Estado, aunque sin abandonar nunca el negro del luto. Vistió calzado bajo, una remera holgada y calzas, y se la vio delgada.
En el palco también estaban el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y la intendenta en ejercicio, Dulce Granados, esposa del ministro de Seguridad.
Finalmente, la Presidenta volvió a solidarizarse con los habitantes cordobeses afectados por los incendios en esa provincia y, tras destacar la ayuda de la Nación por ese siniestro, dijo que «toda esa zona del valle de Calamuchita también la vamos a reconstruir».
«Hay que apoyar a la gente cuando lo necesita y lo vamos a hacer. Miren lo que era Ezeiza, lo mismo vamos a hacer con toda esa zona del valle de Calamuchita», prometió.
Revuelo en Twitter por las calzas de Cristina
La Presidenta causó ayer sensación en las redes sociales por su inusual look con calzas, ropa suelta y calzado bajo. Dejó en evidencia un aspecto más delgado, producto, según su entorno, de una dieta, de ejercicios aeróbicos y de su tratamiento hormonal postoperación de tiroides
La entrevista a la Presidenta, entre Boca y River
Con la intención de captar más audiencia y levantar el rating de la primera entrega, la segunda parte del ciclo de entrevistas a Cristina Kirchner modificó el día y fecha de emisión: será mañana, a las 20.15, por la TV Pública, al término del partido de fútbol de Boca y antes del inicio del de River.
La primera parte de la entrevista se transmitió el sábado pasado, a las 13, y estuvo a cargo del periodista Hernán Brienza, que seguirá estando a cargo de las preguntas. Tuvo un rating promedio de 1,9 y fue el más bajo en ese horario entre todos los canales de la televisión abierta.
En la primera emisión, la Presidenta se refirió a la cumbre del G-20, la historia de la deuda externa y la influencia del peronismo, entre otros temas.
Colaboró Jesús Cornejo .
