¿Se puede apoyar la lucha del pueblo de Andalgalá contra la minera La Alumbrera y, al mismo tiempo, recibir fondos de esa empresa? Según la Universidad de Buenos Aires (UBA), se puede.
El Consejo Superior de la UBA aprobó ayer una declaración de apoyo «a las poblaciones de Famatina, Chilecito, Belén, Tinogasta y Andalgalá» que se muestra en favor de «los reclamos en lucha por la defensa de la vida digna en un ambiente saludable, en contra de la instalación y permanencia de empresas mineras que saquean los bienes naturales de la región dejando a su paso contaminación y una importante deuda ambiental».
El máximo órgano político de la UBA adhirió así a una resolución de la Facultad de Ciencias Exactas, que también expresa taxativamente un claro «repudio por la privación injustificada de la libertad y la imputación a los asambleístas detenidos en Catamarca y La Rioja» y por la «represión y criminalización de la protesta social».
Lo curioso del enfático documento aprobado ayer es que la UBA es una de las universidades nacionales que desde 2008 aceptó recibir fondos del YMAD, el ente a cargo del yacimiento Bajo La Alumbrera. Esa mina de oro, cobre, plata y molibdeno, ubicada a 80 kilómetros de Andalgalá, es operada por la multinacional suizo-canadiense La Alumbrera, a la que combaten los vecinos y las organizaciones ambientales catamarqueñas.
Según indicó a LA NACION el secretario general de la UBA, Carlos Más Vélez, no existe una contradicción entre recibir dinero de La Alumbrera y la declaración de ayer. «Antes de aceptar los fondos, en 2008, una comisión de expertos de la universidad dictaminó que La Alumbrera no contaminaba», agregó.
La Justicia no piensa lo mismo: en los fueros federales todavía se tramitan causas en la que directivos de esa compañía están procesados por contaminación.
«No hay contradicción porque no se votó contra toda la megaminería, sino sólo contra la contaminante», explicó Más Vélez, a tono con los argumentos que ayer expusieron el rector Ruben Hallú y el decano Jorge Aliaga (Ciencias Exactas).
Sin embargo, el texto aprobado menciona expresamente a Andalgalá en su primer artículo. «En contra de la instalación y permanencia de empresas mineras que saquean los bienes naturales de la región dejando a su paso contaminación», agrega. Son los mismos vecinos que desde hace 13 años combaten a La Alumbrera, que ahora intenta abrir un nuevo yacimiento, Agua Rica, a sólo 17 kilómetros de Andalgalá.
Con más de 20 votos a favor, los dos únicos votos en contra de la declaración de ayer fueron de los consejeros del Partido Obrero, que denunciaron esta contradicción. La agrupación La Mella-Rebelión, que comanda la FUBA, adelantó que ahora intentarán reabrir el debate para que la UBA deje de recibir fondos de La Alumbrera.
También fue curiosa la respuesta del vocero de la UBA, Ariel Sujarchuk. Ante la consulta inicial de LA NACION, y contra lo que expresaron sus superiores (las reuniones del Consejo Superior no son secretas), negó que ayer se hubiera tratado el tema minería en la UBA..
El Consejo Superior de la UBA aprobó ayer una declaración de apoyo «a las poblaciones de Famatina, Chilecito, Belén, Tinogasta y Andalgalá» que se muestra en favor de «los reclamos en lucha por la defensa de la vida digna en un ambiente saludable, en contra de la instalación y permanencia de empresas mineras que saquean los bienes naturales de la región dejando a su paso contaminación y una importante deuda ambiental».
El máximo órgano político de la UBA adhirió así a una resolución de la Facultad de Ciencias Exactas, que también expresa taxativamente un claro «repudio por la privación injustificada de la libertad y la imputación a los asambleístas detenidos en Catamarca y La Rioja» y por la «represión y criminalización de la protesta social».
Lo curioso del enfático documento aprobado ayer es que la UBA es una de las universidades nacionales que desde 2008 aceptó recibir fondos del YMAD, el ente a cargo del yacimiento Bajo La Alumbrera. Esa mina de oro, cobre, plata y molibdeno, ubicada a 80 kilómetros de Andalgalá, es operada por la multinacional suizo-canadiense La Alumbrera, a la que combaten los vecinos y las organizaciones ambientales catamarqueñas.
Según indicó a LA NACION el secretario general de la UBA, Carlos Más Vélez, no existe una contradicción entre recibir dinero de La Alumbrera y la declaración de ayer. «Antes de aceptar los fondos, en 2008, una comisión de expertos de la universidad dictaminó que La Alumbrera no contaminaba», agregó.
La Justicia no piensa lo mismo: en los fueros federales todavía se tramitan causas en la que directivos de esa compañía están procesados por contaminación.
«No hay contradicción porque no se votó contra toda la megaminería, sino sólo contra la contaminante», explicó Más Vélez, a tono con los argumentos que ayer expusieron el rector Ruben Hallú y el decano Jorge Aliaga (Ciencias Exactas).
Sin embargo, el texto aprobado menciona expresamente a Andalgalá en su primer artículo. «En contra de la instalación y permanencia de empresas mineras que saquean los bienes naturales de la región dejando a su paso contaminación», agrega. Son los mismos vecinos que desde hace 13 años combaten a La Alumbrera, que ahora intenta abrir un nuevo yacimiento, Agua Rica, a sólo 17 kilómetros de Andalgalá.
Con más de 20 votos a favor, los dos únicos votos en contra de la declaración de ayer fueron de los consejeros del Partido Obrero, que denunciaron esta contradicción. La agrupación La Mella-Rebelión, que comanda la FUBA, adelantó que ahora intentarán reabrir el debate para que la UBA deje de recibir fondos de La Alumbrera.
También fue curiosa la respuesta del vocero de la UBA, Ariel Sujarchuk. Ante la consulta inicial de LA NACION, y contra lo que expresaron sus superiores (las reuniones del Consejo Superior no son secretas), negó que ayer se hubiera tratado el tema minería en la UBA..
