La venta de artículos de línea blanca, como heladeras, lavarropas y cocinas, vuelve a crecer este año, tras un difícil primer semestre de 2014 debido a la retracción del consumo.
En el primer semestre, la venta de estos productos creció un promedio de 18% en unidades, según datos de la consultora GfK Retail & Technology, impulsados por la financiación en cuotas sin interés y cierta estabilidad en el consumo, luego de una primera parte de 2014 de caída de la demanda, en el orden del 12,7%, como consecuencia de la devaluación registrada en enero y el cese de las facilidades de pago. Así, este año se recuperan las ventas perdidas en 2014, pero también hay un crecimiento real, que va un poco más allá.
«La devaluación de fines de enero del año pasado generó un cambio brusco en los precios, que frenó la demanda. Se cortó el financiamiento y se produjo una recesión, porque además las paritarias en general estuvieron por debajo de la inflación, generando una pérdida de poder adquisitivo. Y encima fue un año mundialista, lo que llevó al consumidor a centrar su gasto más en televisores que en otros productos», explicó Eduardo Echevarría, Project Manager de GfK Retail & Technology.
La mejora es similar en la mayoría de las categorías. La que más creció, aunque desde una base más chica, es la demanda de lavavajillas: aumentó un 32%, alza que se explica por la escasa oferta del año pasado, en virtud del control de importaciones. Este año algunas empresas locales empezaron a fabricar y vender estos productos, lo que mejoró la oferta existente y empujó la demanda, según GfK. En el caso de los lavarropas, la suba fue de 19,5%; las heladeras crecieron 19%; las campanas, 17% y las cocinas, 16%.
Estos productos comenzaron a revivir después de septiembre del año pasado, con la implementación del plan oficial Ahora 12, que fijaba 12 cuotas sin interés para artículos de línea blanca, entre otros, para impulsar el consumo. Luego los bancos y cadenas volvieron a extender esas facilidades de financiación, las cuales, junto a promociones específicas, sirvieron para incentivar la demanda.
Desde empresas como Whirlpool y Spar, entre otras, destacaron días atrás a El Cronista la importancia de las cuotas sin interés para impulsar el consumo en un contexto inflacionario. De hecho, las facilidades y los incentivos hicieron que el año electoral, lejos de afectar a las ventas, las impulsaran.
«Hace 10 años, al proyectar el año cuando había elecciones se lo consignaba, porque lo afectaba. Pero en los últimos seis años es al revés. El consumo es uno de los motores de esta economía y no puede ser ajeno a un año de elecciones. Las medidas del Estado y los privados ayudan a impulsar el consumo. Por eso los años de elecciones no son ya de caída», destacó Pablo Feresini, gerente general de Whirlpool para la Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
El mal momento vivido por el sector en 2014 parece haber quedado ya lejos. «La estabilidad del tipo de cambio, la desaceleración de la inflación y las cuotas sin interés impulsan las ventas desde el último trimestre de 2014. Ahora la demanda es sostenida, no hay temor por las elecciones», comentó Javier Lukacher, gerente general de Spar.
Los precios sí registraron incrementos interanuales importantes. Por ejemplo, los lavarropas se ajustaron un promedio de 37% y las heladeras, un 33,6%, según datos de GfK. En este dato incide sobre todo la inflación, pero también la aparición de productos con más tecnología y, por ende, mayor precio.
Como consecuencia, la facturación de línea blanca trepó un promedio de 58%, con picos de un 69% en lavavajillas, un 64% en lavarropas y un 59% en lavarropas.
En el primer semestre, la venta de estos productos creció un promedio de 18% en unidades, según datos de la consultora GfK Retail & Technology, impulsados por la financiación en cuotas sin interés y cierta estabilidad en el consumo, luego de una primera parte de 2014 de caída de la demanda, en el orden del 12,7%, como consecuencia de la devaluación registrada en enero y el cese de las facilidades de pago. Así, este año se recuperan las ventas perdidas en 2014, pero también hay un crecimiento real, que va un poco más allá.
«La devaluación de fines de enero del año pasado generó un cambio brusco en los precios, que frenó la demanda. Se cortó el financiamiento y se produjo una recesión, porque además las paritarias en general estuvieron por debajo de la inflación, generando una pérdida de poder adquisitivo. Y encima fue un año mundialista, lo que llevó al consumidor a centrar su gasto más en televisores que en otros productos», explicó Eduardo Echevarría, Project Manager de GfK Retail & Technology.
La mejora es similar en la mayoría de las categorías. La que más creció, aunque desde una base más chica, es la demanda de lavavajillas: aumentó un 32%, alza que se explica por la escasa oferta del año pasado, en virtud del control de importaciones. Este año algunas empresas locales empezaron a fabricar y vender estos productos, lo que mejoró la oferta existente y empujó la demanda, según GfK. En el caso de los lavarropas, la suba fue de 19,5%; las heladeras crecieron 19%; las campanas, 17% y las cocinas, 16%.
Estos productos comenzaron a revivir después de septiembre del año pasado, con la implementación del plan oficial Ahora 12, que fijaba 12 cuotas sin interés para artículos de línea blanca, entre otros, para impulsar el consumo. Luego los bancos y cadenas volvieron a extender esas facilidades de financiación, las cuales, junto a promociones específicas, sirvieron para incentivar la demanda.
Desde empresas como Whirlpool y Spar, entre otras, destacaron días atrás a El Cronista la importancia de las cuotas sin interés para impulsar el consumo en un contexto inflacionario. De hecho, las facilidades y los incentivos hicieron que el año electoral, lejos de afectar a las ventas, las impulsaran.
«Hace 10 años, al proyectar el año cuando había elecciones se lo consignaba, porque lo afectaba. Pero en los últimos seis años es al revés. El consumo es uno de los motores de esta economía y no puede ser ajeno a un año de elecciones. Las medidas del Estado y los privados ayudan a impulsar el consumo. Por eso los años de elecciones no son ya de caída», destacó Pablo Feresini, gerente general de Whirlpool para la Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
El mal momento vivido por el sector en 2014 parece haber quedado ya lejos. «La estabilidad del tipo de cambio, la desaceleración de la inflación y las cuotas sin interés impulsan las ventas desde el último trimestre de 2014. Ahora la demanda es sostenida, no hay temor por las elecciones», comentó Javier Lukacher, gerente general de Spar.
Los precios sí registraron incrementos interanuales importantes. Por ejemplo, los lavarropas se ajustaron un promedio de 37% y las heladeras, un 33,6%, según datos de GfK. En este dato incide sobre todo la inflación, pero también la aparición de productos con más tecnología y, por ende, mayor precio.
Como consecuencia, la facturación de línea blanca trepó un promedio de 58%, con picos de un 69% en lavavajillas, un 64% en lavarropas y un 59% en lavarropas.