ESTADO DE STOCK. Se acumulan materiales. Familias van a mayoristas. Furor por silobolsas. | Foto: Cedoc Perfil
La acumulación de stocks o ‘encanutamiento’, según el léxico oficial, se convirtió en la respuesta de los sectores industriales a la incertidumbre sobre cuál será el valor del dólar en el momento de reposición. La cautela tiene su raíz en la acumulación mayor: la del sector agropecuario que, silobolsa mediante, retiene “el 50% de la cosecha”, según las estimaciones oficiales. Pero la tendencia a “esperar stockeado” trasciende los sectores y llega hasta las familias que compran en cantidad y se cubren de las remarcaciones, en una postal de época.
La no liquidación de la producción agrícola apunta a forzar una devaluación, mientras que en los sectores industriales la retención de productos se explica “porque especulan con el costo de reposición. No piensan en cuánto les costó fabricar un auto, sino en cuánto les cuesta volver a fabricarlo ahora”, explicó el economista de la Gran Makro Agustín D’Attellis.
En ese marco, “los sectores con mayor participación de componentes importados son los que se sienten más seguros ahorrando en su propia mercadería”, agregó, como es el caso de las fábricas de electrónicos en Tierra del Fuego o el de las automotrices, a las que apuntó Cristina Fernández. En ese marco se debatirá el miércoles la Ley de Abastecimiento a la espera de una sanción definitiva. El Gobierno estima que será una sesión larga, pero ya tiene los votos para aprobarla. Y las cámaras empresariales ya se preparan para recurrir a la Justicia.
Supervivencia. El ‘stockeo’ se convirtió, por otra parte, en la forma de tratar de ganarle a la inflación para quienes cuentan con capacidad de ahorro, tanto en empresas como en las familias.
Sectores como la construcción pueden nutrirse de materia prima y acumularla para futuras obras y evitar los aumentos de precios.
Los consumidores con algunos pesos extra también siguen apostando al mayoreo para acopiar productos no perecederos. “Es mejor tener la mercadería en casa”, aseguró el empresario Euclides Bugliotti, dueño de la cadena mayorista-minorista Tadicor, que reconoció que quienes siguen teniendo capacidad compran por bulto y sacan diferencia frente “al precio minorista de las cadenas norteamericanas o francesas”. En ese contexto, el consumo de alimentos no cayó, mientras que sí lo hicieron otros productos como electrónicos y línea blanca.
Por otra parte, también se apunta a los grandes supermercados como parte de los sectores que se stockearon, en particular en productos como juguetes y algunos otros importados.
Por el lado de la carga, se ven menos camiones en la ruta. “Las silobolsas cambiaron el escenario para el transporte”, explicó el presidente de Fadeeac, la Federación de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas. A diferencia de los depósitos, los camiones hoy tienen abundancia de bodega, con una baja de actividad del 25 al 30%.
En los depósitos industriales, a pesar de las señales de estancamiento que muestran algunos sectores de la actividad económica, el mercado presenta valores estables, según señala un informe del área de marketing y research de CBRE Argentina. Los valores promedios se mantienen y también la ocupación.
“A diferencia de otros sectores, el mercado inmobiliario industrial no ha visto disminuir su demanda ya que la restricción a las importaciones determinó un proceso de sustitución que ha estimulado la demanda de espacio en galpones”, detallaron.
La acumulación de stocks o ‘encanutamiento’, según el léxico oficial, se convirtió en la respuesta de los sectores industriales a la incertidumbre sobre cuál será el valor del dólar en el momento de reposición. La cautela tiene su raíz en la acumulación mayor: la del sector agropecuario que, silobolsa mediante, retiene “el 50% de la cosecha”, según las estimaciones oficiales. Pero la tendencia a “esperar stockeado” trasciende los sectores y llega hasta las familias que compran en cantidad y se cubren de las remarcaciones, en una postal de época.
La no liquidación de la producción agrícola apunta a forzar una devaluación, mientras que en los sectores industriales la retención de productos se explica “porque especulan con el costo de reposición. No piensan en cuánto les costó fabricar un auto, sino en cuánto les cuesta volver a fabricarlo ahora”, explicó el economista de la Gran Makro Agustín D’Attellis.
En ese marco, “los sectores con mayor participación de componentes importados son los que se sienten más seguros ahorrando en su propia mercadería”, agregó, como es el caso de las fábricas de electrónicos en Tierra del Fuego o el de las automotrices, a las que apuntó Cristina Fernández. En ese marco se debatirá el miércoles la Ley de Abastecimiento a la espera de una sanción definitiva. El Gobierno estima que será una sesión larga, pero ya tiene los votos para aprobarla. Y las cámaras empresariales ya se preparan para recurrir a la Justicia.
Supervivencia. El ‘stockeo’ se convirtió, por otra parte, en la forma de tratar de ganarle a la inflación para quienes cuentan con capacidad de ahorro, tanto en empresas como en las familias.
Sectores como la construcción pueden nutrirse de materia prima y acumularla para futuras obras y evitar los aumentos de precios.
Los consumidores con algunos pesos extra también siguen apostando al mayoreo para acopiar productos no perecederos. “Es mejor tener la mercadería en casa”, aseguró el empresario Euclides Bugliotti, dueño de la cadena mayorista-minorista Tadicor, que reconoció que quienes siguen teniendo capacidad compran por bulto y sacan diferencia frente “al precio minorista de las cadenas norteamericanas o francesas”. En ese contexto, el consumo de alimentos no cayó, mientras que sí lo hicieron otros productos como electrónicos y línea blanca.
Por otra parte, también se apunta a los grandes supermercados como parte de los sectores que se stockearon, en particular en productos como juguetes y algunos otros importados.
Por el lado de la carga, se ven menos camiones en la ruta. “Las silobolsas cambiaron el escenario para el transporte”, explicó el presidente de Fadeeac, la Federación de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas. A diferencia de los depósitos, los camiones hoy tienen abundancia de bodega, con una baja de actividad del 25 al 30%.
En los depósitos industriales, a pesar de las señales de estancamiento que muestran algunos sectores de la actividad económica, el mercado presenta valores estables, según señala un informe del área de marketing y research de CBRE Argentina. Los valores promedios se mantienen y también la ocupación.
“A diferencia de otros sectores, el mercado inmobiliario industrial no ha visto disminuir su demanda ya que la restricción a las importaciones determinó un proceso de sustitución que ha estimulado la demanda de espacio en galpones”, detallaron.