Por MARIANO PEREZ DE EULATE
Las paritarias con los gremios del sector público provincial se han transformado en una suerte de pesadilla para la gestión de Daniel Scioli, que buscará esta semana cerrar el tema en forma más o menos civilizada para normalizar el funcionamiento de la administración. A las reuniones con los diferentes gremios (ver aparte), los funcionarios bonaerenses llegarán munidos de una serie de argumentos para respaldar su posición, entre los que se cuenta cierta perspectiva histórica “positiva” de lo que han sido las negociaciones salariales durante la actual gestión.
Esos datos, que circulan en un paper elaborado por el ministerio de Trabajo provincial en base a cifras de la cartera de Economía, sostienen que desde que se inició la gestión de Scioli los incrementos salariales del sector público acumulan un 247 %, contabilizando a los empleados que negocian las subas en paritarias y a los agentes que no tienen ese mecanismo de negociación, básicamente los del área de Seguridad y Servicio Penitenciario.
En el año 2008 –primera paritaria que le tocó negociar al actual gobernador- se otorgó una suba salarial de 36,9%, en dos tramos
La información rigurosamente histórica dice que en el año 2008 –primera paritaria que le tocó negociar al actual gobernador, luego de asumir a fines del año anterior- se otorgó una suba salarial de 36,9%, dividido en dos tramos: uno en marzo y otro en agosto. Es verdad, como se jactan ahora en la cartera laboral, que por aquel entonces ese número significaba duplicar los índices de inflación que calculaban las consultora privadas, siempre menos optimistas que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec). Fue, acaso, el mejor momento de la relación entre el sciolismo y los gremios estatales.
Pero después vinieron 2009 y 2010, dos años económicamente malos a nivel país, surcados por los coletazos de la crisis internacional de 2008. “Fue una situación ajena a la voluntad política argentina que no permitió conceder los incrementos salariales deseados, sin perjuicio de lo cual el gobierno provincial implementó las políticas necesarias para la preservación de los puestos de trabajo e incluso para la creación de nuevos empleos”, explican altas fuentes del ministerio que conduce Oscar Cuartango.
Lo cierto es que en 2009, Scioli otorgó un módico 9% de aumento salarial (ese año, de hecho, el oficialismo a nivel bonaerense y nacional perdió las elecciones legislativas con una boleta que, en Buenos Aires, encabezaba el fallecido Néstor Kirchner) y en 2010 logró llevar la suba a 19,6 %, en dos tramos.
INFLACION
Desde 2011, el contexto económico avanzó con una mejoría interna pero también se consolidó la presencia de una inflación en ascenso. En aquel año en que Scioli obtuvo la reelección y el siguiente, los aumento salariales al sector público bonaerense fueron de 25,1% y 21,6 respectivamente, con una suba de precios generalizada que, según los índices privados (el Indec ya se había vuelto un chiste), rondó entre el 22 y el 26% anual. Digamos que, en términos de poder adquisitivo, puede hablarse de casi un empate.
El año pasado, también después de una paritaria difícil, se otorgó en promedio para todos los regímenes del sector público bonaerense un 22,6% de aumento salarial. Esta vez fue en tres tramos: marzo (12,5%), septiembre (8,2%) y diciembre (1,9%). Este esquema de escalonamiento es lo mismo que ha venido ofreciendo el gobierno provincial a los gremios estatales en las últimas semanas. El rechazo a la metodología ha sido unánime y ahora esperan una propuesta superadora.
Volvamos a 2013. Según el Indice de Precios al Consumidor (IPC) que durante todo el año pasado difundió el Congreso, en base a mediciones realizadas por consultoras privadas que, tras la persecución lanzada en su momento por el ex secretario Guillermo Moreno se encargaron de difundir los legisladores de la oposición, la inflación anual fue de 28, 3%. Esto implica que el aumento otorgado fue inferior a la suba de precios.
IMPACTO EN LOS PRECIOS
Pero en Trabajo y en Economía, a la hora de comparar cifras para poner en perspectiva el impacto de la suba salarial en el poder adquisitivo real, prefieren usar los números de inflación que para el año pasado difundió la iniciativa académica “The Billion Prices Project” y que estipuló una suba de precios anualizada para 2013 de 22,7%.
Con estos números sí pueden hablar en el sciolismo de al menos un mantenimiento del poder adquisitivo del trabajador del sector público durante el año pasado, como explican los voceros oficiales. Aunque, en verdad, en el paper al que accedió este diario se habla muy optimistamente de un incremento del mismo.
“Billion Prices Project” es un proyecto académico iniciado por los economistas Alberto Cavallo, hijo del ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, y Roberto Rigobon, profesor en la escuela de negocios del Massachusetts Institute of Technology ( MIT).
Diariamente, recolectan más de un millón de precios online en más de 40 países en todo el mundo, usando tecnología de punta desarrollada con la ayuda de un equipo de estudiantes del MIT. El objetivo: estudiar la forma en que cambian los precios en los distintos países y contextos económicos para entender cuál es el efecto real de la política monetaria sobre el nivel de actividad económica. En la Argentina, trabajan con más de 30 mil precios diarios, principalmente en alimentos, electrónicos, y propiedades.
Las paritarias con los gremios del sector público provincial se han transformado en una suerte de pesadilla para la gestión de Daniel Scioli, que buscará esta semana cerrar el tema en forma más o menos civilizada para normalizar el funcionamiento de la administración. A las reuniones con los diferentes gremios (ver aparte), los funcionarios bonaerenses llegarán munidos de una serie de argumentos para respaldar su posición, entre los que se cuenta cierta perspectiva histórica “positiva” de lo que han sido las negociaciones salariales durante la actual gestión.
Esos datos, que circulan en un paper elaborado por el ministerio de Trabajo provincial en base a cifras de la cartera de Economía, sostienen que desde que se inició la gestión de Scioli los incrementos salariales del sector público acumulan un 247 %, contabilizando a los empleados que negocian las subas en paritarias y a los agentes que no tienen ese mecanismo de negociación, básicamente los del área de Seguridad y Servicio Penitenciario.
En el año 2008 –primera paritaria que le tocó negociar al actual gobernador- se otorgó una suba salarial de 36,9%, en dos tramos
La información rigurosamente histórica dice que en el año 2008 –primera paritaria que le tocó negociar al actual gobernador, luego de asumir a fines del año anterior- se otorgó una suba salarial de 36,9%, dividido en dos tramos: uno en marzo y otro en agosto. Es verdad, como se jactan ahora en la cartera laboral, que por aquel entonces ese número significaba duplicar los índices de inflación que calculaban las consultora privadas, siempre menos optimistas que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec). Fue, acaso, el mejor momento de la relación entre el sciolismo y los gremios estatales.
Pero después vinieron 2009 y 2010, dos años económicamente malos a nivel país, surcados por los coletazos de la crisis internacional de 2008. “Fue una situación ajena a la voluntad política argentina que no permitió conceder los incrementos salariales deseados, sin perjuicio de lo cual el gobierno provincial implementó las políticas necesarias para la preservación de los puestos de trabajo e incluso para la creación de nuevos empleos”, explican altas fuentes del ministerio que conduce Oscar Cuartango.
Lo cierto es que en 2009, Scioli otorgó un módico 9% de aumento salarial (ese año, de hecho, el oficialismo a nivel bonaerense y nacional perdió las elecciones legislativas con una boleta que, en Buenos Aires, encabezaba el fallecido Néstor Kirchner) y en 2010 logró llevar la suba a 19,6 %, en dos tramos.
INFLACION
Desde 2011, el contexto económico avanzó con una mejoría interna pero también se consolidó la presencia de una inflación en ascenso. En aquel año en que Scioli obtuvo la reelección y el siguiente, los aumento salariales al sector público bonaerense fueron de 25,1% y 21,6 respectivamente, con una suba de precios generalizada que, según los índices privados (el Indec ya se había vuelto un chiste), rondó entre el 22 y el 26% anual. Digamos que, en términos de poder adquisitivo, puede hablarse de casi un empate.
El año pasado, también después de una paritaria difícil, se otorgó en promedio para todos los regímenes del sector público bonaerense un 22,6% de aumento salarial. Esta vez fue en tres tramos: marzo (12,5%), septiembre (8,2%) y diciembre (1,9%). Este esquema de escalonamiento es lo mismo que ha venido ofreciendo el gobierno provincial a los gremios estatales en las últimas semanas. El rechazo a la metodología ha sido unánime y ahora esperan una propuesta superadora.
Volvamos a 2013. Según el Indice de Precios al Consumidor (IPC) que durante todo el año pasado difundió el Congreso, en base a mediciones realizadas por consultoras privadas que, tras la persecución lanzada en su momento por el ex secretario Guillermo Moreno se encargaron de difundir los legisladores de la oposición, la inflación anual fue de 28, 3%. Esto implica que el aumento otorgado fue inferior a la suba de precios.
IMPACTO EN LOS PRECIOS
Pero en Trabajo y en Economía, a la hora de comparar cifras para poner en perspectiva el impacto de la suba salarial en el poder adquisitivo real, prefieren usar los números de inflación que para el año pasado difundió la iniciativa académica “The Billion Prices Project” y que estipuló una suba de precios anualizada para 2013 de 22,7%.
Con estos números sí pueden hablar en el sciolismo de al menos un mantenimiento del poder adquisitivo del trabajador del sector público durante el año pasado, como explican los voceros oficiales. Aunque, en verdad, en el paper al que accedió este diario se habla muy optimistamente de un incremento del mismo.
“Billion Prices Project” es un proyecto académico iniciado por los economistas Alberto Cavallo, hijo del ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, y Roberto Rigobon, profesor en la escuela de negocios del Massachusetts Institute of Technology ( MIT).
Diariamente, recolectan más de un millón de precios online en más de 40 países en todo el mundo, usando tecnología de punta desarrollada con la ayuda de un equipo de estudiantes del MIT. El objetivo: estudiar la forma en que cambian los precios en los distintos países y contextos económicos para entender cuál es el efecto real de la política monetaria sobre el nivel de actividad económica. En la Argentina, trabajan con más de 30 mil precios diarios, principalmente en alimentos, electrónicos, y propiedades.
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