Una protesta de vecinos de la Villa 31, que pedían la ampliación de un subsidio y un predio para construir viviendas, terminó ayer con enfrentamientos con la Policía Metropolitana durante distintos momentos del día, tres detenidos, cuatro efectivos heridos y una denuncia de la Defensoría de la Ciudad contra el Gobierno porteño. El primer desalojo de parte de la Metropolitana se había producido el 16 de marzo (ver No permitirán…). Antes, por lo menos otros cuatro cortes complicaron el tránsito en la zona y en todo el Centro porteño.
Según fuentes de la Ciudad, la protesta estuvo encabezada por los manifestantes que hace un mes cortaron el mismo lugar para pedir micros escolares para llevar a los chicos de la villa a un colegio perteneciente a otro distrito escolar. Y el principal reclamo consistió en la ampliación de la nómina de beneficiarios de un subsidio de $ 900 para 250 familias.
Luego de los incidentes de la tarde, hasta el lugar de la protesta llegó la Defensora General de la Ciudad, Lorena Castro Feijóo, que se comprometió ante los manifestantes a presentar un amparo judicial para obligar al Gobierno de la Ciudad a brindar una “solución habitacional y la ampliación del subsidio”, que ahora cobran 138 familias. “Estamos dando subsidios, pero ellos quieren romper el acuerdo que teníamos porque pretenden extender el beneficio a otras 200 familias”, declaró en el lugar Alejo Maxit, el funcionario del Gobierno porteño que intentó negociar con los manifestantes y recibió huevazos e insultos.
María Ledesma, una de las delegadas de los vecinos, aseguró: “Desde hace dos años, cuando nos sacaron de la Nylon, nos pagan $ 700. Pero ahora, de 130 pasamos a ser 250 los que lo necesitamos. Otros quieren quedarse en el predio porque no hay lugar para vivir. Mi suegra, por ejemplo, paga $700 por un cuartito sin baño. Estamos jugados a todo o nada”.
El primer choque ocurrió por la mañana sobre la autopista, donde los agentes actuaron para desalojar el predio ocupado, el mismo donde hace dos años estaba la denominada Villa Nylon. Después de ese enfrentamiento hubo otro más en la avenida Castillo y calle 12, y por la tarde volvieron los gases y las balas de goma para dispersar un ataque con piedras y palos cuando intentaban volver a cortar Castillo. Desde que el Gobierno nacional dispuso el retiro de la Federal de las autopistas porteñas hace un mes, la custodia quedó en manos de la Metropolitana.
El conflicto comenzó pasadas las 9.30, cuando un grupo de personas intentó acampar en un pequeño predio contiguo a la autopista que pertenece a AUSA, de GCBA. En ese terreno, que algunos ya estaban ocupando desde la noche anterior, un grupo se enfrentó con piedras y palos a efectivos de la Metropolitana que llegaron para hacer un desalojo. Después de ese choque, las mismas personas (un grupo con poco apoyo de la mayoría de los habitantes de la villa) bajaron hacia Castillo e impulsaron un corte de la avenida y el cruce con la calle 12, a metros de una bajada clave de la Illia para vehículos pesados. Hubo al menos 70 policías de la Metropolitana que participaron de un cordón con escudos. Y pese a las negociaciones con funcionarios de la Ciudad, no hubo acuerdo.
Por eso, pasadas las 16 los grupos más duros volvieron a enfrentarse con la Policía (al cierre de esta edición estaban por liberar a los tres detenidos, todos de una misma familia), que impidió un nuevo corte sobre Castillo e ingresó a la villa. La situación siguió siendo confusa, ya que varios grupos que decían representar a los vecinos, algunos reclamaban el predio, otros el pago de subsidios y otros, un grupo menor, pedían trabajo o materiales para sus casas.
Según fuentes de la Ciudad, la protesta estuvo encabezada por los manifestantes que hace un mes cortaron el mismo lugar para pedir micros escolares para llevar a los chicos de la villa a un colegio perteneciente a otro distrito escolar. Y el principal reclamo consistió en la ampliación de la nómina de beneficiarios de un subsidio de $ 900 para 250 familias.
Luego de los incidentes de la tarde, hasta el lugar de la protesta llegó la Defensora General de la Ciudad, Lorena Castro Feijóo, que se comprometió ante los manifestantes a presentar un amparo judicial para obligar al Gobierno de la Ciudad a brindar una “solución habitacional y la ampliación del subsidio”, que ahora cobran 138 familias. “Estamos dando subsidios, pero ellos quieren romper el acuerdo que teníamos porque pretenden extender el beneficio a otras 200 familias”, declaró en el lugar Alejo Maxit, el funcionario del Gobierno porteño que intentó negociar con los manifestantes y recibió huevazos e insultos.
María Ledesma, una de las delegadas de los vecinos, aseguró: “Desde hace dos años, cuando nos sacaron de la Nylon, nos pagan $ 700. Pero ahora, de 130 pasamos a ser 250 los que lo necesitamos. Otros quieren quedarse en el predio porque no hay lugar para vivir. Mi suegra, por ejemplo, paga $700 por un cuartito sin baño. Estamos jugados a todo o nada”.
El primer choque ocurrió por la mañana sobre la autopista, donde los agentes actuaron para desalojar el predio ocupado, el mismo donde hace dos años estaba la denominada Villa Nylon. Después de ese enfrentamiento hubo otro más en la avenida Castillo y calle 12, y por la tarde volvieron los gases y las balas de goma para dispersar un ataque con piedras y palos cuando intentaban volver a cortar Castillo. Desde que el Gobierno nacional dispuso el retiro de la Federal de las autopistas porteñas hace un mes, la custodia quedó en manos de la Metropolitana.
El conflicto comenzó pasadas las 9.30, cuando un grupo de personas intentó acampar en un pequeño predio contiguo a la autopista que pertenece a AUSA, de GCBA. En ese terreno, que algunos ya estaban ocupando desde la noche anterior, un grupo se enfrentó con piedras y palos a efectivos de la Metropolitana que llegaron para hacer un desalojo. Después de ese choque, las mismas personas (un grupo con poco apoyo de la mayoría de los habitantes de la villa) bajaron hacia Castillo e impulsaron un corte de la avenida y el cruce con la calle 12, a metros de una bajada clave de la Illia para vehículos pesados. Hubo al menos 70 policías de la Metropolitana que participaron de un cordón con escudos. Y pese a las negociaciones con funcionarios de la Ciudad, no hubo acuerdo.
Por eso, pasadas las 16 los grupos más duros volvieron a enfrentarse con la Policía (al cierre de esta edición estaban por liberar a los tres detenidos, todos de una misma familia), que impidió un nuevo corte sobre Castillo e ingresó a la villa. La situación siguió siendo confusa, ya que varios grupos que decían representar a los vecinos, algunos reclamaban el predio, otros el pago de subsidios y otros, un grupo menor, pedían trabajo o materiales para sus casas.