¿El divorcio entre la UCR y el socialismo nacional puede afectar la cohesión del Frente Progresista en Santa Fe?
La foto del candidato a gobernador Antonio Bonfatti con Mario Barletta y Luis Cáceres intentó restarle crédito a esa posibilidad, pero en el radicalismo parece haber halcones y palomas. Uno de los halcones es el senador jujeño Oscar Morales, quien advirtió este jueves: “La elección en Santa Fe está peleada y algunos correligionarios pueden bajar los brazos”.
Consultado sobre el tema, uno de los referentes del radicalismo en la provincia, el intendente de Firmat Carlos Torres, salió a poner paños fríos: en diálogo con el programa Diez puntos, de Radio 2, dijo que el conflicto nacional no se debe trasladar a Santa Fe, «donde el Frente Progresista está consolidado» desde hace 20 años. «Todos tenemos que trabajar para que Bonfatti sea el próximo gobernador».
Sin embargo, no se privó de críticar al PS por su decisión de no integrarse a un acuerdo nacional con la UCR con el argumento de que Francisco De Narváez, con quien el centenario partido ya decidió aliarse, no es progresista. «Es una sensación amarga no poder constituir un frente nacional. Y se utilizan argumentos que no creemos que sean válidos ya que el socialismo ha constituido frentes programáticos con el PRO en Entre Ríos, La Rioja y el sur», facturó Torres..
En las últimas horas, las críticas del radicalismo al socialismo recrudecieron. El propio candidato a presidente Ricardo Alfonsín, que dijo que no sólo no iba a haber fórmula sino que ya no es conveniente, escribió una carta en la que sostiene que hoy por hoy “ser progresista” implica trabajar para desalojar a un gobierno qu, según él, no respeta las instituciones ni el federalismo.
Así, lanzó un dardo envenenado al PS por su decisión de negarse a compartir un acuerdo con el radicalismo por la incorporación al mismo de Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, Alfonsín pareció dejar a salvo del divorcio al Frente Progresista santafesino al afirmar que sería «imperdonable» enfrentarse a los socialistas por diferencias en el armado electoral.
En rigor, rota la posibilidad de una fórmula compartida, ahora el candidato radical espera de Binner que no compita con él como cabeza de un frente que incluya a Proyecto Sur, de Fernando Pino Solanas; el GEN, de Margarita Stolbizer; y el Partido Nuevo, de Luis Juez. Y que en una eventual segunda vuelta sí declare su apoyo a la fórmula de la UCR, que Alfonsín podría compartir con Graciela Ocaña.
Acaso a evitar que Binner sea candidato a presidente apuntó la advertencia de Morales.
“Esto no lo va a decir nunca Ricardo y no quiero tampoco profundizar diferencias, pero Binner no ha tenido una buena actitud con él durante todo este proceso y lo lamento”, dijo el senador jujeño.
Y entonces disparó: “Binner y (Antonio) Bonfatti tiene la responsabilidad del fortalecimiento del Frente Progresista Cívico y Social”, de cara a las próximas elecciones tanto locales como nacionales.
Fue entonces que lanzó su advertencia destinada específicamente a Santa Fe: “Nosotros tenemos una buena actitud, pero la elección está palo a palo y algunos correligionarios pueden bajar los brazos si no ven una buena señal de parte del socialismo”.
La foto del candidato a gobernador Antonio Bonfatti con Mario Barletta y Luis Cáceres intentó restarle crédito a esa posibilidad, pero en el radicalismo parece haber halcones y palomas. Uno de los halcones es el senador jujeño Oscar Morales, quien advirtió este jueves: “La elección en Santa Fe está peleada y algunos correligionarios pueden bajar los brazos”.
Consultado sobre el tema, uno de los referentes del radicalismo en la provincia, el intendente de Firmat Carlos Torres, salió a poner paños fríos: en diálogo con el programa Diez puntos, de Radio 2, dijo que el conflicto nacional no se debe trasladar a Santa Fe, «donde el Frente Progresista está consolidado» desde hace 20 años. «Todos tenemos que trabajar para que Bonfatti sea el próximo gobernador».
Sin embargo, no se privó de críticar al PS por su decisión de no integrarse a un acuerdo nacional con la UCR con el argumento de que Francisco De Narváez, con quien el centenario partido ya decidió aliarse, no es progresista. «Es una sensación amarga no poder constituir un frente nacional. Y se utilizan argumentos que no creemos que sean válidos ya que el socialismo ha constituido frentes programáticos con el PRO en Entre Ríos, La Rioja y el sur», facturó Torres..
En las últimas horas, las críticas del radicalismo al socialismo recrudecieron. El propio candidato a presidente Ricardo Alfonsín, que dijo que no sólo no iba a haber fórmula sino que ya no es conveniente, escribió una carta en la que sostiene que hoy por hoy “ser progresista” implica trabajar para desalojar a un gobierno qu, según él, no respeta las instituciones ni el federalismo.
Así, lanzó un dardo envenenado al PS por su decisión de negarse a compartir un acuerdo con el radicalismo por la incorporación al mismo de Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, Alfonsín pareció dejar a salvo del divorcio al Frente Progresista santafesino al afirmar que sería «imperdonable» enfrentarse a los socialistas por diferencias en el armado electoral.
En rigor, rota la posibilidad de una fórmula compartida, ahora el candidato radical espera de Binner que no compita con él como cabeza de un frente que incluya a Proyecto Sur, de Fernando Pino Solanas; el GEN, de Margarita Stolbizer; y el Partido Nuevo, de Luis Juez. Y que en una eventual segunda vuelta sí declare su apoyo a la fórmula de la UCR, que Alfonsín podría compartir con Graciela Ocaña.
Acaso a evitar que Binner sea candidato a presidente apuntó la advertencia de Morales.
“Esto no lo va a decir nunca Ricardo y no quiero tampoco profundizar diferencias, pero Binner no ha tenido una buena actitud con él durante todo este proceso y lo lamento”, dijo el senador jujeño.
Y entonces disparó: “Binner y (Antonio) Bonfatti tiene la responsabilidad del fortalecimiento del Frente Progresista Cívico y Social”, de cara a las próximas elecciones tanto locales como nacionales.
Fue entonces que lanzó su advertencia destinada específicamente a Santa Fe: “Nosotros tenemos una buena actitud, pero la elección está palo a palo y algunos correligionarios pueden bajar los brazos si no ven una buena señal de parte del socialismo”.