Dilma, cada vez peor: cayó el tesorero del PT

La presidenta, golpeada por el petróleo. Foto: Archivo
RÍO DE JANEIRO.- Las manchas del «petrolão» se acercan peligrosamente a lapresidenta de Brasil, Dilma Rousseff. Con el arresto del tesorero del Partido de los Trabajadores (PT) aumentaron ayer las dudas sobre el verdadero papel del gobierno en el multimillonario escándalo de corrupción en Petrobras, que no deja de sacudir al país.
Por orden del juez federal Sergio Moro, João Vaccari Neto fue detenido por la policía cuando salía de su casa en San Pablo para correr. Fue trasladado de inmediato a Curitiba, donde el magistrado lleva adelante el proceso penal que investiga la red de sobornos en la petrolera estatal, el mayor escándalo de corrupción en la historia del país. El mes pasado, el tesorero del PT había sido acusado de disfrazar como donaciones coimas cobradas por directivos de Petrobras a constructoras que buscaban garantizarse contratos sobrefacturados. Bajo la lupa están también las donaciones recibidas para las campañas presidenciales de Dilma, en 2010 y 2014.
En su orden de detención, el juez argumentó que la libertad de Vaccari ofrecía «un riesgo al orden público».
En esta nueva fase de la «Operación Lava-Jato» (Lavado a chorro, como se llama familiarmente aquí a los lavaderos de autos) se decretó también el arresto preventivo de la cuñada de Vaccari Neto, Marice Correa Lima. En cambio, la esposa del tesorero, Giselda Rosie Lima, fue interrogada por los agentes en su propia casa. La fiscalía sospecha que Vaccari Neto, que enfrenta cargos de lavado de dinero y corrupción activa, habría desviado parte del dinero de Petrobras a cuentas y negocios de sus familiares, y a una empresa gráfica de amigos suyos que trabajó en campañas PT.
Todas las acusaciones tienen como base las declaraciones que han dado al Ministerio Público otras personas enredadas en la red de corrupción, que llegaron a acuerdos para delatar a otros protagonistas mayores a cambio de reducciones en sus penas. Los testimonios que más incriminan a Vaccari Neto son los de un ex gerente de Servicios de Petrobras, Pedro Barusco, y los del cambista de dinero Alberto Youssef. Ambos detenidos desde hace varios meses, apuntaron que entregaron al tesorero del partido unos 200 millones de dólares.
De acuerdo a las pistas destapadas hasta ahora, el esquema montado en la compañía habría movido más de 4000 millones de dólares desde 2003, año en el que el PT llegó al poder con la victoria de Luiz Inacio Lula da Silva. Las pesquisas judiciales ya llevaron al arresto de tres ex directores de Petrobras y de 36 ejecutivos de empresas constructoras privadas, mientras que el Supremo Tribunal Federal autorizó el mes pasado a abrir investigaciones sobre 48 políticos que se habrían beneficiado de la red de corrupción, todos menos uno de ellos miembros del PT o de sus principales socios en la coalición gobernante, como el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) al que pertenecen tanto el vicepresidente Michel Temer como los presidentes de ambas cámaras del Congreso, estos últimos ahora enfrentados con el Ejecutivo por cuotas de poder.
Como era de esperar, la detención de Vaccari Neto puso en estado de alerta al directorio petista, que convocó a una reunión de emergencia de la que participaron el presidente del partido, Rui Falcão, y Lula, uno de los fundadores de la agrupación. Al final de la tarde, el PT emitió un comunicado en el que defendió a su tesorero, calificó su arresto de «injustificado e innecesario», pero igualmente anunció su distanciamiento temporal del cargo. Después de todo, se trata del segundo tesorero del partido que se ve envuelto en un caso de corrupción; el anterior, Delubio Soares, fue condenado hace un par de años por el escándalo del «mensalão» que estremeció al primer gobierno de Lula en 2005 con sus revelaciones de sobornos a legisladores de la oposición.
El temor de los petistas es que este nuevo revés judicial en el «petrolão» tenga un fuerte impacto en la presidenta, ya muy afectada por las anteriores revelaciones. A apenas tres meses y medio de haber asumido su segundo mandato, su popularidad se derrumbó al menor nivel histórico del 13%, y ya ha enfrentado dos masivas olas de manifestaciones en las que grupos ciudadanos piden que el Congreso inicie un juicio político por su responsabilidad en el caso; antes de ser presidenta, ella fue ministra de Minas y Energía primero, y jefa de Gabinete después, del gobierno de Lula, y en ambos cargos tuvo posiciones de liderazgo en Petrobras.
El escándalo llega en un momento económicamente difícil para Brasil, que en 2014 creció apenas un 0,1% y para este año se espera se contraiga un 1%; para revertir la situación, el gobierno busca impulsar un ambicioso plan de ajuste fiscal y recortes, pero la crisis política ha entorpecido su aprobación en el Congreso.
La reacción más relevante vino de la principal fuerza de la oposición, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que luego de haber señalado durante los últimos meses que no tenía en su agenda la búsqueda de un «impeachment» a Dilma, como piden los organizadores de las protestas callejeras, parece haber dado un giro y adelantó que pidió un análisis judicial al respecto.
En las últimas horas, Aécio Neves líder de PSDB incluso mantuvo reuniones con los organizadores de las masivas manifestaciones del 15 de marzo y del domingo pasado, concentrados en grupos como Movimiento Brasil Libre (MBL), Vem pra Rua y Revoltados Online. El joven líder del MBL, Kim Kataguiri, de apenas 18 años, ya anunció que pretende realizar una marcha de protesta contra el gobierno hasta Brasilia, que saldrá mañana desde San Pablo y espera llegar a la capital el 20 de mayo, en medio del «clamor popular» por el juicio político a Dilma.
Aécio Neves no confirmó cuál será la posición del PSDB frente a esta nueva movilización, pero no dudó en tirar más dardos contra sus adversarios del PT. «Este es el más triste retrato de un partido político que abdicó de un proyecto de país para mantenerse en el poder a cualquier costo, y cometió sucesivos crímenes como estos que llevaron a su tesorero a estar hoy preso», resaltó.
Los frentes que acosan a Dilma
El escándalo del petrolão
Las investigaciones judiciales están avanzando no sólo sobre los directivos de Petrobras, sino también sobre los líderes políticos oficialistas
Protestas callejeras
En menos de un mes, la última vez este domingo, se registraron dos masivas marchas callejeras en todo Brasil, en repudio de la corrupción
Economía en crisis
Según informó anteayer el FMI, la principal economía de la región se contraerá 1% este año.

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