Dilma da marcha atrás con un «kit gay» para escuelas

Los conservadores pusieron el grito en el cielo y a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, no le quedó otra que dar marcha atrás. La presidenta de Brasil tuvo que suspender la difusión de un material sobre la homosexualidad y el combate a la homofobia que iba a ser distribuido en escuelas públicas.
«El Gobierno entendió que no sería prudente distribuir ese material», declaró a la prensa el secretario de la Presidencia, Gilberto Carvalho, quien explicó que la mandataria tomó su decisión tras conversar sobre el asunto con parlamentarios que profesan diversas religiones y criticaron el proyecto.
El «kit gay» como lo bautizó el Frente Parlamentario en Defensa de la Familia (FDF) –integrado por legisladores ultrarreligiosos- estaba siendo elaborado por empresas contratadas por el Ministerio de Educación e iba a ser distribuido en el marco de cursos sobre derechos humanos y minorías que se pretende impartir en las secundarias públicas.
Según había adelantado el Ministerio de Educación, el material que estaba en preparación incluía seis vídeos que mostraban cómo el amor surgía entre dos chicos o entre dos chicas, o declaraciones de travestis y transexuales sobre sus vidas y relaciones amorosas.
El ministro Carvalho dijo que, tras conversar hoy con los parlamentarios que se oponen al proyecto, Dilma Rousseff decidió además que «a partir de ahora, todo lo que tenga que ver con educación y costumbres pasará directamente por la Presidencia y será objeto de amplias consultas con todos los sectores de la sociedad».
La campaña educativa había sido anunciada por el Palacio del Planalto después de que el Supremo Tribunal Federal decidiera que la unión civil entre dos personas del mismo sexo es equivalente ante la ley a todo matrimonio heterosexual.
Y en los últimos días la polémica estalló. Diputados católicos y evangélicos amenazaron con tomar represalias contra el gobierno en el Congreso si se distribuía este material.
Uno de los miembros del FDF, el diputado Anthony Garotinho, del Partido de la República, advirtió que si el «kit gay» llegara a ser repartido en las escuelas sus aliados respaldarían la apertura de investigaciones legislativas contra dos ministros del Gabinete de Rousseff, incluido el jefe de gabinete, Antonio Palocci, que está acusado de tráfico de influencias.
No fue la única voz en contra. El diputado derechista Jair Bolsonaro acusó el Ministerio de Educación de «incentivar la homosexualidad».
Carvalho, sin embargo, negó que la amenaza hubiese sido la causa de la decisión del gobierno de volver atrás con el proyecto. «No hay nada de eso», aseguró el ministro.
El material fue desarrollado por el Ministerio de Educación en asociación con organizaciones no gubernamentales y, según el gobierno, fue aprobado por la Organización de las Naciones Unidas para Educación, Ciencia y Cultura (Unesco).
Las Iglesias católica y evangélica, en especial, criticaron la decisión judicial y alertaron sobre proyectos que, según afirmaron, pretendían «inducir» a la homosexualidad a los adolescentes que estudian en escuelas públicas.

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