Lunes 11 de julio de 2011 | 15:23 (actualizado a las 15:29)
El cojeto de ADN de los hermanos Felipe y Marcela Noble Herrera con las muestras de dos familias querellantes en la causa que investiga si fueron apropiados en la última dictadura dio negativo hoy y las comparaciones seguirán en los próximos días con los casos registrados entre 1975 y 1976.
Según informó la agencia Télam, el entrecruzamiento de los perfiles de ADN de los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble tuvo lugar esta mañana en el Banco Nacional de Datos Genéticos del Hospital Durand.
Tal como había ordenado el jueves último la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, primero se contrastaron las muestras con las dejadas por dos familias querellantes en la causa, los Lanoscou-Miranda y los Gualdero-Garcia.
Estos cruces de ADN dieron negativo y por eso la magistrada dispondrá que sigan los cotejos con muestras dejadas por familiares de secuestrados en la dictadura entre 1975 y 1976 y que buscan bebés nacidos en centros clandestinos de detención en esos años, dijeron fuentes de la causa.
En el trámite estuvieron presentes la jueza Arroyo Salgado, la fiscal Rita Molina, los peritos de todas las partes y se presentaron planteos relativos a la seguridad de las pruebas y la conservación de las muestras que deben ser respondidos antes de proseguir con los cotejos, por lo cual se prevé que mañana o a más tardar el miércoles continuarán los estudios.
En una tercera etapa, la magistrada dispuso que se coteje el perfil genético de Marcela y Felipe con la totalidad de las muestras almacenadas y que también queden allí para futuros cruces con nuevas familias que dejen su perfil de ADN en busca de recién nacidos.
Las dos familias querellantes se presentaron en la causa luego de la denuncia de Abuelas de Plaza de Mayo con la sospecha de que Marcela, en el caso Lanoscou-Miranda, podría ser Matilde, la beba robada de la casa de sus padres en la localidad bonaerense de Acassusso durante un ataque en el que fueron asesinados ambos, Roberto Lanuscou y Barbara Miranda y sus otros dos hijos Robertito y Barbarita, de 4 y 6 años el 3 de setiembre de 1976.
En el caso de los Gualdero-García, buscan a su nieto perdido, un varón nacido luego de que su mamá, María del Carmen Gualdero, fue secuestrada en la calle el 8 de junio de 1976 a punto de dar a luz mientras que su padre, Ernesto García, había sido asesinado en 1975.
Los hijos adoptivos de Herrera de Noble aceptaron en las últimas semanas entregar muestras voluntarias de sangre y saliva para el cotejo generalizado en el Banco Nacional de Datos Genéticos.
El cojeto de ADN de los hermanos Felipe y Marcela Noble Herrera con las muestras de dos familias querellantes en la causa que investiga si fueron apropiados en la última dictadura dio negativo hoy y las comparaciones seguirán en los próximos días con los casos registrados entre 1975 y 1976.
Según informó la agencia Télam, el entrecruzamiento de los perfiles de ADN de los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble tuvo lugar esta mañana en el Banco Nacional de Datos Genéticos del Hospital Durand.
Tal como había ordenado el jueves último la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, primero se contrastaron las muestras con las dejadas por dos familias querellantes en la causa, los Lanoscou-Miranda y los Gualdero-Garcia.
Estos cruces de ADN dieron negativo y por eso la magistrada dispondrá que sigan los cotejos con muestras dejadas por familiares de secuestrados en la dictadura entre 1975 y 1976 y que buscan bebés nacidos en centros clandestinos de detención en esos años, dijeron fuentes de la causa.
En el trámite estuvieron presentes la jueza Arroyo Salgado, la fiscal Rita Molina, los peritos de todas las partes y se presentaron planteos relativos a la seguridad de las pruebas y la conservación de las muestras que deben ser respondidos antes de proseguir con los cotejos, por lo cual se prevé que mañana o a más tardar el miércoles continuarán los estudios.
En una tercera etapa, la magistrada dispuso que se coteje el perfil genético de Marcela y Felipe con la totalidad de las muestras almacenadas y que también queden allí para futuros cruces con nuevas familias que dejen su perfil de ADN en busca de recién nacidos.
Las dos familias querellantes se presentaron en la causa luego de la denuncia de Abuelas de Plaza de Mayo con la sospecha de que Marcela, en el caso Lanoscou-Miranda, podría ser Matilde, la beba robada de la casa de sus padres en la localidad bonaerense de Acassusso durante un ataque en el que fueron asesinados ambos, Roberto Lanuscou y Barbara Miranda y sus otros dos hijos Robertito y Barbarita, de 4 y 6 años el 3 de setiembre de 1976.
En el caso de los Gualdero-García, buscan a su nieto perdido, un varón nacido luego de que su mamá, María del Carmen Gualdero, fue secuestrada en la calle el 8 de junio de 1976 a punto de dar a luz mientras que su padre, Ernesto García, había sido asesinado en 1975.
Los hijos adoptivos de Herrera de Noble aceptaron en las últimas semanas entregar muestras voluntarias de sangre y saliva para el cotejo generalizado en el Banco Nacional de Datos Genéticos.