La polémica se disparó por los cuestionamientos que plantearon desde las bancadas opositoras a los “talleres” que la agrupación juvenil kirchnerista realiza en los colegios, a partir de un juego basado en la historieta El Eternauta con el que, explican, buscan “fortalecer la participación y la democracia entre los chicos”.
El debate legislativo atravesó momentos de tensión, cuando un nutrido grupo de militantes de la juventud kirchnerista que presenciaban la sesión desde los palcos interrumpió con silbidos y abucheos a los diputados opositores que cuestionaban el desembarco de La Cámpora en las escuelas.Pero el contrapunto tuvo su momento más álgido cuando dos diputados del Frente para la Victoria sacaron de sus bancas ejemplares del juego con el que La Cámpora da sus talleres en las escuelas, bautizado con el nombre de “El Héroe Colectivo”.
En ese marco, el vicepresidente de la Cámara y máximo exponente de La Cámpora en la Provincia, José Ottavis, se levantó de su banca y comenzó a repartir entre los presidentes de los bloques opositores los cartones que sirven de “tablero” del juego que genera la polémica, basado en “El Eternauta”, la famosa historieta de Héctor Oesterheld y Francisco Solano López.
La oposición reaccionó con sorpresa e indignación y algunos de sus integrantes abandonaron el recinto a los gritos.
Mientras tanto, dos diputados del oficialismo se “pusieron a jugar” al “Héroe Colectivo”. Fue cuando Germán Cestona le hizo una de las preguntas que figuran en el cartón a Ottavis, quien respondió haciendo un alegato a favor de la educación pública.
El debate se inició a partir de un proyecto impulsado por la oposición, por el cual se pedían informes al gobierno bonaerense sobre “distintos aspectos relacionados” con el programa, al que acusaron de ser “proselitismo político”.
El proyecto reclama una constancia de autorización para esos talleres, las nóminas de responsables, el marco normativo que lo sustenta, las metas educativas que fundamentan este accionar, la inclusión en el proyecto educativo provincial. Además, la iniciativa era acompañada por un “repudio” al programa, del que señalan que “resulta un claro ejemplo de proselitismo y propaganda política”.
Para la oposición, “el programa que se presenta como un proyecto para el fortalecimiento de la participación y la democracia esconde su finalidad real que es lograr una modificación de la cultura política, es decir de las creencias y valores compartidos referentes a la vida en sociedad”.
Desde el oficialismo, Cestona contestó que “una generación fue exterminada por tener un ideal político y pelear por él, lo mejor que nos puede pasar es que los jóvenes estén politizados”. Y apuntó contra el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, quien creó un 0-800 para denunciar actividades políticas en las escuelas.
Símbolos
Según denunciaron desde la Coalición Cívica, los talleres de La Cámpora violan el Reglamento de Instituciones Educativas, que prohíbe “la colocación de símbolos religiosos o de partidos políticos en los edificios escolares”