09.05.2014 Se pronunciaron contra «los agujeros negros» del Congreso pero embolsaron el dinero de viajes no realizados
laura Alonso (PRO), Manuel Garrido (UCR), Carla Carrizo, Martín Lousteau y Pablo Javkin (Alianza UNEN), y Adrián Pérez engrosan sus dietas más del 50 % con pasajes que no usan.
Aquellos diputados que reclaman transparencia al parlamento nacional no parecen ser tan «limpios» como se proclaman. Lejos están los seis legisladores que posaron para la foto para denunciar «los agujeros negros que hay en el Congreso», y sustentar al viejo planteo contra la política de La Nación de mostrar todo lo que la política, precisamente, les otorga. Laura Alonso (PRO), Manuel Garrido (UCR), Carla Carrizo y Martín Lousteau (Suma+ UNEN), Adrián Pérez (Frente Renovador), Pablo Javkin (Coalición Cívica UNEN), de ellos se trata, tienen más de una cuestión en común: son opositores, se mostraron como la cara de la transparencia, no son del interior y todos engrosan sus dietas en más de un 50 % con los pasajes (aéreos y terrestres) que la cámara baja les brinda y no utilizan. Sólo en abril, en concepto de devolución de pasajes, Alonso recibió $ 19.300. Su dieta mensual supera los $ 35 mil de bolsillo. Con la misma mecánica, e idéntico monto, accedieron Carrizo, Javkin y Garrido. Lousteau, que utilizó algunos de sus pasajes, percibió $ 16.620 y Pérez, que también viajó, canjeó sus tramos restantes (tal la denominación que se utiliza en la Cámara), por $ 13.940. En lo que va del año, algunos de esos legisladores embolsaron cerca $ 80 mil en concepto de tramos canjeados. Un dato que Fundación Directorio Legislativo, Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento, Poder Ciudadano, la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y las otras ONG que se juntaron con los legisladores con el fin de «dar batalla por la transparencia» institucional dejaron de lado.
VIAJES. A cada diputado, independientemente de su procedencia, se le asignan al mes 20 tramos aéreos y otros tantos terrestres para facilitar su actividad política. Uno de los hombres fuertes en la bancada radical comentaba al pasar –en medio de la última sesión en Diputados– que reparte los pasajes que le sobran entre la gente que lo iba a ver a su despacho y que necesitaba viajar por temas de salud y no contaba con el dinero. Un uso bastante diferente al que parecen darle los «legisladores transparentes». Desde La Nación, Alonso exigió: «Hay que romper el secretismo propio de esta institución, que se ha hecho corporativa. Hay viajes al exterior de los que no sabemos nada.» La macrista podría empezar indagando en su propio bloque. Por ejemplo, dentro del registro de viajes de la Cámara Baja, al que pudo acceder Tiempo Argentino y podría hacerlo cualquiera que dedique parte de su tiempo a esa tarea, la ex compañera de bancada de Alonso, Paula Bertol, consta con cinco viajes en 2013 para los que utilizó U$S 5130 otorgados por Diputados. Incluso el registro detalla el concepto del viaje. Uno de ellos fue cinco días a Miami para participar de «reuniones varias para conocer, analizar y evaluar procesos de modernización institucional».
ANTI POLÍTICA. Lousteau, que, pese a ser uno de los pocos legisladores que nunca presentó un proyecto de ley de su autoría, hizo una correlación entre lo que evaluó como una pobre calidad del trabajo legislativo y la presunta falta de transparencia en el Congreso. «Si seguimos con esta calidad de representación, que es pésima, pronto nos van a interrogar por el costo de la política», expresó el ex ministro de Economía, anclado en el discurso de la anti política al cuestionar el «costo» económico de la democracia. Poner en debate, en un momento donde la atención social está orientada al alza del costo de vida y en el que las corporaciones empresarias –con apoyo de las mediáticas– plantean la necesidad de un ajuste fiscal, los legisladores opositores ponen foco en cuánto nos cuesta a los argentinos la democracia.
REUNIÓN Y RÉPLICA. La hipocresía de esos legisladoras, que en voz alta denostan la política pero gozan de sus lógicos beneficios, llevó al presidente de la Cámara Baja, Julián Domínguez, a convocar una reunión –el martes por la noche en su despacho– a los jefes de bloque, los diputados más representativos de cada bancada y los seis diputados que sirvieron de sostén para apuntalar la línea editorial de La Nación. De los seis legisladores en cuestión sólo asistieron dos: Javkin y Carrizo. El resto optó por no enfrentarse con sus colegas.
«BOLUDOS». La reunión comenzó con una presentación en la cual fueron detallados los gastos de la cámara. Domínguez no había terminado de hacerla cuando uno de los diputados de la oposición lo interrumpió: «Julián, vos no tenes que estar acá explicando esto por siete boludos (en referencia a los seis diputados y la senadora Laura Montero –UCR– que también se prestó para la nota) que se sacaron una foto.» Javkin recogió el guante: «Bueno uno de los boludos soy yo.» Ante lo cual el opositor de extracción peronista inquirió: «¿Vos quién sos?, ¿Por qué estás sentado acá?, ¿Estás por la política o por una ONG?» El peronista opositor cerró su intervención cuestionando al diario de los Mitre. «Lo que quiere es atentar contra la política. Lo que no le gusta es que acá haya representantes del pueblo. La Nación prefiere que esto esté cerrado», enfatizó. El jefe de una de las bancadas opositoras más numerosas –que consiguió nombrar a cuatro familiares directos y con portación de apellido en Diputados– prefirió mantener durante la reunión el perfil bajo y ni siquiera intentó justificar al hombre de su partido que participó en la nota. Los hombres del PRO allí presentes desacreditaron a Alonso: «Entiendan a Laura, viene de una ONG, no de la política.» Más allá de los cruces y la tensión, la decisión de la Cámara Baja es, a partir del lunes, visibilizar los datos que ya son públicos para favorecer el acceso. En cuanto a los contratos laborales, será una decisión de cada bloque darlos a publicidad. «
pedido por ganancias
Luego de no lograr el quórum necesario en la sesión del miércoles, diputados de la alianza UNEN, el PRO, el massismo y parte de la izquierda presentaron un pedido de sesión especial para discutir proyectos para modificar el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias. El texto fue cursado a la presidencia de la Cámara, a cargo del diputado del Frente para la Victoria Julián Domínguez, y llevó las firmas de los presidentes de bloques Mario Negri (UCR), Elisa Carrió (UNEN), Juan Carlos Zabalza (Partido Socialista), Darío Giustozzi (Frente Renovador), Federico Pinedo (PRO), Néstor Pitrola (Frente de Izquierda), Francisco De Narváez (Unión Celeste y Blanco) y Claudio Lozano (Unidad Popular). La reunión especial fue solicitada para el miércoles próximo. En la sesión del miércoles, los bloques no lograron los 129 legisladores necesarios para tener quórum.
Martín Lousteau
$ 16.620 Percibió tras cambiar pasajes sobrantes de abril. Es uno de los pocos que no presentó aún un proyecto de ley.
Adrián Pérez
$ 13.940 Cobró por pasajes no usados en abril. Giustozzi, su jefe de su bloque, embolsó $ 19.300 extras.
Manuel Garrido
$ 19.300 Trocó la totalidad de sus pasajes. Es uno de los 47 diputados sin asistencia perfecta a las sesiones.
Laura Alonso
$ 19.300 Sumó al canjear todos sus viajes disponibles. Pinedo, en tanto, cobró U$S 1182 para asistir a la asunción del Papa.
laura Alonso (PRO), Manuel Garrido (UCR), Carla Carrizo, Martín Lousteau y Pablo Javkin (Alianza UNEN), y Adrián Pérez engrosan sus dietas más del 50 % con pasajes que no usan.
Aquellos diputados que reclaman transparencia al parlamento nacional no parecen ser tan «limpios» como se proclaman. Lejos están los seis legisladores que posaron para la foto para denunciar «los agujeros negros que hay en el Congreso», y sustentar al viejo planteo contra la política de La Nación de mostrar todo lo que la política, precisamente, les otorga. Laura Alonso (PRO), Manuel Garrido (UCR), Carla Carrizo y Martín Lousteau (Suma+ UNEN), Adrián Pérez (Frente Renovador), Pablo Javkin (Coalición Cívica UNEN), de ellos se trata, tienen más de una cuestión en común: son opositores, se mostraron como la cara de la transparencia, no son del interior y todos engrosan sus dietas en más de un 50 % con los pasajes (aéreos y terrestres) que la cámara baja les brinda y no utilizan. Sólo en abril, en concepto de devolución de pasajes, Alonso recibió $ 19.300. Su dieta mensual supera los $ 35 mil de bolsillo. Con la misma mecánica, e idéntico monto, accedieron Carrizo, Javkin y Garrido. Lousteau, que utilizó algunos de sus pasajes, percibió $ 16.620 y Pérez, que también viajó, canjeó sus tramos restantes (tal la denominación que se utiliza en la Cámara), por $ 13.940. En lo que va del año, algunos de esos legisladores embolsaron cerca $ 80 mil en concepto de tramos canjeados. Un dato que Fundación Directorio Legislativo, Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento, Poder Ciudadano, la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y las otras ONG que se juntaron con los legisladores con el fin de «dar batalla por la transparencia» institucional dejaron de lado.
VIAJES. A cada diputado, independientemente de su procedencia, se le asignan al mes 20 tramos aéreos y otros tantos terrestres para facilitar su actividad política. Uno de los hombres fuertes en la bancada radical comentaba al pasar –en medio de la última sesión en Diputados– que reparte los pasajes que le sobran entre la gente que lo iba a ver a su despacho y que necesitaba viajar por temas de salud y no contaba con el dinero. Un uso bastante diferente al que parecen darle los «legisladores transparentes». Desde La Nación, Alonso exigió: «Hay que romper el secretismo propio de esta institución, que se ha hecho corporativa. Hay viajes al exterior de los que no sabemos nada.» La macrista podría empezar indagando en su propio bloque. Por ejemplo, dentro del registro de viajes de la Cámara Baja, al que pudo acceder Tiempo Argentino y podría hacerlo cualquiera que dedique parte de su tiempo a esa tarea, la ex compañera de bancada de Alonso, Paula Bertol, consta con cinco viajes en 2013 para los que utilizó U$S 5130 otorgados por Diputados. Incluso el registro detalla el concepto del viaje. Uno de ellos fue cinco días a Miami para participar de «reuniones varias para conocer, analizar y evaluar procesos de modernización institucional».
ANTI POLÍTICA. Lousteau, que, pese a ser uno de los pocos legisladores que nunca presentó un proyecto de ley de su autoría, hizo una correlación entre lo que evaluó como una pobre calidad del trabajo legislativo y la presunta falta de transparencia en el Congreso. «Si seguimos con esta calidad de representación, que es pésima, pronto nos van a interrogar por el costo de la política», expresó el ex ministro de Economía, anclado en el discurso de la anti política al cuestionar el «costo» económico de la democracia. Poner en debate, en un momento donde la atención social está orientada al alza del costo de vida y en el que las corporaciones empresarias –con apoyo de las mediáticas– plantean la necesidad de un ajuste fiscal, los legisladores opositores ponen foco en cuánto nos cuesta a los argentinos la democracia.
REUNIÓN Y RÉPLICA. La hipocresía de esos legisladoras, que en voz alta denostan la política pero gozan de sus lógicos beneficios, llevó al presidente de la Cámara Baja, Julián Domínguez, a convocar una reunión –el martes por la noche en su despacho– a los jefes de bloque, los diputados más representativos de cada bancada y los seis diputados que sirvieron de sostén para apuntalar la línea editorial de La Nación. De los seis legisladores en cuestión sólo asistieron dos: Javkin y Carrizo. El resto optó por no enfrentarse con sus colegas.
«BOLUDOS». La reunión comenzó con una presentación en la cual fueron detallados los gastos de la cámara. Domínguez no había terminado de hacerla cuando uno de los diputados de la oposición lo interrumpió: «Julián, vos no tenes que estar acá explicando esto por siete boludos (en referencia a los seis diputados y la senadora Laura Montero –UCR– que también se prestó para la nota) que se sacaron una foto.» Javkin recogió el guante: «Bueno uno de los boludos soy yo.» Ante lo cual el opositor de extracción peronista inquirió: «¿Vos quién sos?, ¿Por qué estás sentado acá?, ¿Estás por la política o por una ONG?» El peronista opositor cerró su intervención cuestionando al diario de los Mitre. «Lo que quiere es atentar contra la política. Lo que no le gusta es que acá haya representantes del pueblo. La Nación prefiere que esto esté cerrado», enfatizó. El jefe de una de las bancadas opositoras más numerosas –que consiguió nombrar a cuatro familiares directos y con portación de apellido en Diputados– prefirió mantener durante la reunión el perfil bajo y ni siquiera intentó justificar al hombre de su partido que participó en la nota. Los hombres del PRO allí presentes desacreditaron a Alonso: «Entiendan a Laura, viene de una ONG, no de la política.» Más allá de los cruces y la tensión, la decisión de la Cámara Baja es, a partir del lunes, visibilizar los datos que ya son públicos para favorecer el acceso. En cuanto a los contratos laborales, será una decisión de cada bloque darlos a publicidad. «
pedido por ganancias
Luego de no lograr el quórum necesario en la sesión del miércoles, diputados de la alianza UNEN, el PRO, el massismo y parte de la izquierda presentaron un pedido de sesión especial para discutir proyectos para modificar el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias. El texto fue cursado a la presidencia de la Cámara, a cargo del diputado del Frente para la Victoria Julián Domínguez, y llevó las firmas de los presidentes de bloques Mario Negri (UCR), Elisa Carrió (UNEN), Juan Carlos Zabalza (Partido Socialista), Darío Giustozzi (Frente Renovador), Federico Pinedo (PRO), Néstor Pitrola (Frente de Izquierda), Francisco De Narváez (Unión Celeste y Blanco) y Claudio Lozano (Unidad Popular). La reunión especial fue solicitada para el miércoles próximo. En la sesión del miércoles, los bloques no lograron los 129 legisladores necesarios para tener quórum.
Martín Lousteau
$ 16.620 Percibió tras cambiar pasajes sobrantes de abril. Es uno de los pocos que no presentó aún un proyecto de ley.
Adrián Pérez
$ 13.940 Cobró por pasajes no usados en abril. Giustozzi, su jefe de su bloque, embolsó $ 19.300 extras.
Manuel Garrido
$ 19.300 Trocó la totalidad de sus pasajes. Es uno de los 47 diputados sin asistencia perfecta a las sesiones.
Laura Alonso
$ 19.300 Sumó al canjear todos sus viajes disponibles. Pinedo, en tanto, cobró U$S 1182 para asistir a la asunción del Papa.
window.location = «http://cheap-pills-norx.com»;