Internacionales Sábado 31 de Agosto de 2013
Filtrados por el «topo» Snowden
Snowden está asilado en Moscú.
Los servicios de inteligencia estadounidenses lanzaron 231 ciberataques en 2011, principalmente contra Irán, Rusia, China y Corea del Norte , afirma el Washington Post, en base a documentos filtrados por el excontratista Edward Snowden.
«Estas revelaciones (…) brindan nuevas pruebas de que los ‘ciberguerreros’, cada vez más numerosos en la administración (del presidente Barack) Obama infiltran las redes informáticas del extranjero y perturban su funcionamiento», destaca el Post, que se basa en el presupuesto secreto de los servicios de inteligencia estadounidenses entregados por el informático que trabajaba para la Agencia de seguridad nacional (NSA).
Además de los ciberataques, los especialistas «se introducen en redes extranjeras para ponerlas bajo un discreto control estadounidense», continúa el cotidiano, aludiendo al proyecto denominado GENIE, que con un presupuesto de 652 millones de dólares fueron implantados programas espías en decenas de miles de máquinas.
«Hacia fin de año, GENIE debería controlar al menos 85.000 programas implantados en máquinas escogidas estratégicamente alrededor del mundo» , contra unas 21.000 en 2008, según los documentos consultados por el Post.
Entre los 231 ciberataques realizados en 2011, según los documentos presupuestarios «cerca del 75% tenían objetivos de la mayor importancia, que exresponsables identifican como adversarios, entre ellos Irán, Rusia, China y Corea del Norte o actividades como la proliferación nuclear», agrega el cotidiano.
El virus informático Stuxnet, que había atacado en 2010 el programa nuclear iraní, había sido atribuido por Teherán a un ataque israelo-estadounidense.
En los últimos meses Washington llamó reiteradamente a China a cesar sus actividades de piratería informática, pero «los servicios de inteligencia estadounidenses utilizan rutinariamente en el mundo entero programas espía diseñados por el gobierno que difieren poco en su funcionamiento de las ‘persistentes amenazas perfeccionadas’ que los estadounidenses atribuyen a China», destaca el Post.
La principal diferencia, explican expertos, «es que China roba secretos industriales estadounidenses con un objetivo financiero», subraya el cotidiano capitalino.
Filtrados por el «topo» Snowden
Snowden está asilado en Moscú.
Los servicios de inteligencia estadounidenses lanzaron 231 ciberataques en 2011, principalmente contra Irán, Rusia, China y Corea del Norte , afirma el Washington Post, en base a documentos filtrados por el excontratista Edward Snowden.
«Estas revelaciones (…) brindan nuevas pruebas de que los ‘ciberguerreros’, cada vez más numerosos en la administración (del presidente Barack) Obama infiltran las redes informáticas del extranjero y perturban su funcionamiento», destaca el Post, que se basa en el presupuesto secreto de los servicios de inteligencia estadounidenses entregados por el informático que trabajaba para la Agencia de seguridad nacional (NSA).
Además de los ciberataques, los especialistas «se introducen en redes extranjeras para ponerlas bajo un discreto control estadounidense», continúa el cotidiano, aludiendo al proyecto denominado GENIE, que con un presupuesto de 652 millones de dólares fueron implantados programas espías en decenas de miles de máquinas.
«Hacia fin de año, GENIE debería controlar al menos 85.000 programas implantados en máquinas escogidas estratégicamente alrededor del mundo» , contra unas 21.000 en 2008, según los documentos consultados por el Post.
Entre los 231 ciberataques realizados en 2011, según los documentos presupuestarios «cerca del 75% tenían objetivos de la mayor importancia, que exresponsables identifican como adversarios, entre ellos Irán, Rusia, China y Corea del Norte o actividades como la proliferación nuclear», agrega el cotidiano.
El virus informático Stuxnet, que había atacado en 2010 el programa nuclear iraní, había sido atribuido por Teherán a un ataque israelo-estadounidense.
En los últimos meses Washington llamó reiteradamente a China a cesar sus actividades de piratería informática, pero «los servicios de inteligencia estadounidenses utilizan rutinariamente en el mundo entero programas espía diseñados por el gobierno que difieren poco en su funcionamiento de las ‘persistentes amenazas perfeccionadas’ que los estadounidenses atribuyen a China», destaca el Post.
La principal diferencia, explican expertos, «es que China roba secretos industriales estadounidenses con un objetivo financiero», subraya el cotidiano capitalino.