por FRANCISCO GALIZIA
El dólar comenzó el año arriba de los $ 16 y en las últimas semanas comenzó descendió hasta tocar los $ 15,70. La divisa se encuentra presionada a la baja en un contexto donde el ingreso de dólares, primero proveniente del blanqueo y ahora de los liquidadores de granos, impactan sobre el precio. Sin embargo, para el segundo semestre en el mercado alertan sobre algunos factores que podrían llegar a darle impulso alcista.
Lejos de operar como lo hizo en los últimos años, la presencia del Banco Central es más esporádica en el mercado mayorista y el precio surge del equilibrio entre la oferta y demanda. Esto provoca que la volatilidad del dólar sea algo más impredecible y en algunas semanas muestra tendencia ascendente y en otras totalmente lo contrario.
De todos modos para el segundo semestre de 2017, los analistas esperen que el dólar comience a acelerar la suba. Existen algunos factores que le dan sustento a esto y entre ellos se encuentran las elecciones legislativas.
Durante época electoral, los inversores por lo general se vuelven algo más conservadores y algunos deciden apostar al dólar. Además muchas empresas adelantan algunas operaciones en un contexto donde aumenta la incertidumbre al ritmo de los resultados de las encuestas.
“Un factor a tener en cuenta es que durante el segundo semestre serán las elecciones legislativas y ello siempre provoca volatilidad. Si las encuestas adelantan números favorables al Gobierno incluso podría haber algún ingreso de divisas”, sostuvo Fausto Spotorno, economista de Orlando Ferreres.
En este sentido Martin Polo, economista de Analytica explicó que “la fluctuación del dólar es imprevisible. En el primer semestre hay un dólar quieto pero en el segundo semestre hay factores que hacen ruido con un contexto político. De todos modos, este factor, también puede perder valor porque no se define un cambio de rumbo político”.
Según las estimaciones del mercado, en el Rofex se prevé un dólar para diciembre en torno a $ 18,30. Sin embargo, desde Analytica estiman un precio cercano a $ 17,50 para la venta.
“Asumiendo que ya en marzo termino el blanqueo y no se extendió por otro trimestre y que el grueso de la cosecha para esas fechas ya fue liquidado o está próximo a terminar de liquidarse, nos hace pensar que la oferta fresca de dólares se verá abruptamente disminuida. Además, considerando que coincide con los meses de invierno en donde las importaciones en concepto de energía crecen de manera exponencial, podemos esperar que el mercado retome la tendencia alcista”, afirmó Pablo Mingrone, analista de PR Cambios.
Las liquidaciones de divisas provenientes del sector agropecuario se mantienen con fuerza hasta mitad de año y siempre queda un remanente hasta la primera quincena de agosto. Luego de esa fecha la escases se nota con fuerza en el mercado.
“El ingreso de divisas por el Blanqueo de capitales y la liquidación de dólares del agro ya no estarán para ese periodo. En el segundo caso los soja-dólares se mantienen hasta la primera quincena de agosto, pero después de ello comienza a haber más volatilidad en el mercado cambiario”, recordó Spotorno.
“Estimo que el Gobierno no hará ninguna intervención a través de los mercados, y dejará que el mercado se equilibre por su propia oferta y demanda, y recupere un poco los precios ya que estamos nuevamente con un atraso cambiario, producto de la inflación creciente”, agregó Mingrone.
“En los últimos seis meses del año no habrá tanto ingreso de dólares provenientes del agro pero mejor esperamos que haya un mejor flujo de dólares del sector empresario”, estimó Polo.
El dólar esperado por el Gobierno para este año en el presupuesto es en torno a $ 18. En este sentido, el economista de Ferreres opina que «los números del presupuesto y las expectativas pautadas por el gobierno respecto al dólar son más razonables que en épocas anteriores y el precio del dólar podría cumplir con las expectativas”.
Agosto se muestra como un mes clave debido a que en ese fecha se corta el mayor flujo de divisas provenientes del campo, y además en ese mes serán las Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias. Pero a este mes se le agrega un factor más pero en este caso exógeno y está relacionado al futuro político y económico de Estados Unidos. El presupuesto de EE.UU. comienza a regir en septiembre de cada año hasta el mes de agosto. Es así que en ese periodo de 2017, Donald Trump comenzará a gobernar con su propio presupuesto y no por el dejado por Barack Obama.
“El contexto internacional también es un factor que influye. Todos esperan tasas más altas y eso le aportará mayor presión al alza al dólar en el mundo”, remarcó Spotorno. En esta línea, Polo dijo que “no se cumplió la efervescencia que esperaba el mercado con respecto a Trump. Se mantiene la política esperada sobre las tasas de la Fed. De todos modos el panorama político en Europa y las elecciones en Francia también son temas para seguir de cerca”.
En base a este contexto esperado, el dólar mantendrá una tendencia ascendente en los últimos seis meses del año. Además, “las multinacionales para este periodo ya tendrán balances cerrados y si sus balances lo indican, comenzarán a girar divisas al exterior en conceptos de dividendos”, finalizó Mingrone.
El dólar comenzó el año arriba de los $ 16 y en las últimas semanas comenzó descendió hasta tocar los $ 15,70. La divisa se encuentra presionada a la baja en un contexto donde el ingreso de dólares, primero proveniente del blanqueo y ahora de los liquidadores de granos, impactan sobre el precio. Sin embargo, para el segundo semestre en el mercado alertan sobre algunos factores que podrían llegar a darle impulso alcista.
Lejos de operar como lo hizo en los últimos años, la presencia del Banco Central es más esporádica en el mercado mayorista y el precio surge del equilibrio entre la oferta y demanda. Esto provoca que la volatilidad del dólar sea algo más impredecible y en algunas semanas muestra tendencia ascendente y en otras totalmente lo contrario.
De todos modos para el segundo semestre de 2017, los analistas esperen que el dólar comience a acelerar la suba. Existen algunos factores que le dan sustento a esto y entre ellos se encuentran las elecciones legislativas.
Durante época electoral, los inversores por lo general se vuelven algo más conservadores y algunos deciden apostar al dólar. Además muchas empresas adelantan algunas operaciones en un contexto donde aumenta la incertidumbre al ritmo de los resultados de las encuestas.
“Un factor a tener en cuenta es que durante el segundo semestre serán las elecciones legislativas y ello siempre provoca volatilidad. Si las encuestas adelantan números favorables al Gobierno incluso podría haber algún ingreso de divisas”, sostuvo Fausto Spotorno, economista de Orlando Ferreres.
En este sentido Martin Polo, economista de Analytica explicó que “la fluctuación del dólar es imprevisible. En el primer semestre hay un dólar quieto pero en el segundo semestre hay factores que hacen ruido con un contexto político. De todos modos, este factor, también puede perder valor porque no se define un cambio de rumbo político”.
Según las estimaciones del mercado, en el Rofex se prevé un dólar para diciembre en torno a $ 18,30. Sin embargo, desde Analytica estiman un precio cercano a $ 17,50 para la venta.
“Asumiendo que ya en marzo termino el blanqueo y no se extendió por otro trimestre y que el grueso de la cosecha para esas fechas ya fue liquidado o está próximo a terminar de liquidarse, nos hace pensar que la oferta fresca de dólares se verá abruptamente disminuida. Además, considerando que coincide con los meses de invierno en donde las importaciones en concepto de energía crecen de manera exponencial, podemos esperar que el mercado retome la tendencia alcista”, afirmó Pablo Mingrone, analista de PR Cambios.
Las liquidaciones de divisas provenientes del sector agropecuario se mantienen con fuerza hasta mitad de año y siempre queda un remanente hasta la primera quincena de agosto. Luego de esa fecha la escases se nota con fuerza en el mercado.
“El ingreso de divisas por el Blanqueo de capitales y la liquidación de dólares del agro ya no estarán para ese periodo. En el segundo caso los soja-dólares se mantienen hasta la primera quincena de agosto, pero después de ello comienza a haber más volatilidad en el mercado cambiario”, recordó Spotorno.
“Estimo que el Gobierno no hará ninguna intervención a través de los mercados, y dejará que el mercado se equilibre por su propia oferta y demanda, y recupere un poco los precios ya que estamos nuevamente con un atraso cambiario, producto de la inflación creciente”, agregó Mingrone.
“En los últimos seis meses del año no habrá tanto ingreso de dólares provenientes del agro pero mejor esperamos que haya un mejor flujo de dólares del sector empresario”, estimó Polo.
El dólar esperado por el Gobierno para este año en el presupuesto es en torno a $ 18. En este sentido, el economista de Ferreres opina que «los números del presupuesto y las expectativas pautadas por el gobierno respecto al dólar son más razonables que en épocas anteriores y el precio del dólar podría cumplir con las expectativas”.
Agosto se muestra como un mes clave debido a que en ese fecha se corta el mayor flujo de divisas provenientes del campo, y además en ese mes serán las Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias. Pero a este mes se le agrega un factor más pero en este caso exógeno y está relacionado al futuro político y económico de Estados Unidos. El presupuesto de EE.UU. comienza a regir en septiembre de cada año hasta el mes de agosto. Es así que en ese periodo de 2017, Donald Trump comenzará a gobernar con su propio presupuesto y no por el dejado por Barack Obama.
“El contexto internacional también es un factor que influye. Todos esperan tasas más altas y eso le aportará mayor presión al alza al dólar en el mundo”, remarcó Spotorno. En esta línea, Polo dijo que “no se cumplió la efervescencia que esperaba el mercado con respecto a Trump. Se mantiene la política esperada sobre las tasas de la Fed. De todos modos el panorama político en Europa y las elecciones en Francia también son temas para seguir de cerca”.
En base a este contexto esperado, el dólar mantendrá una tendencia ascendente en los últimos seis meses del año. Además, “las multinacionales para este periodo ya tendrán balances cerrados y si sus balances lo indican, comenzarán a girar divisas al exterior en conceptos de dividendos”, finalizó Mingrone.