«Yo soy muy tranquilo, Chiche es más nerviosa». Esa calma se vio reflejada en la recta final de las elecciones primarias. Confiado, punzante y también algo cansado, Eduardo Duhalde cerró su campaña con un perfil bajo.
Al filo de la veda electoral, recordó sus primeros enojos con Néstor Kirchner y consideró que la Presidenta está «estresada» y que «no sabe tomar decisiones». En una entrevista con LA NACION, confesó que estuvo «muy cómodo» en su etapa fuera de la función pública, pero que este año sintió «el llamado del deber».
Video: Duhalde: «Estaba cómodo, me pagaban por ir a Europa»
Tras una conferencia de prensa en el Movimiento Productivo Argentino (MPA), su comando en los últimos años, se resguardó con los suyos y no quiso más cámaras. «No quiero aparecer en escena hasta el domingo a las doce de la noche. Todo esto de la televisión, me aburre», admitió el ex presidente a este medio.
Rodeado de sus dirigentes fieles, aseguró que contará con lo que denominó «el nuevo protagonista»: el elector. «Se equivocan Macri y De la Sota si creen que los votos son suyos», apuntó, aunque consideró «razonable» que el líder de Pro aún no se haya pronunciado.
Aún con la incógnita del puesto que conseguirá en las primarias, aseguró que su única rival es la Presidenta.
-¿Qué pálpito tiene para la noche del domingo?
-Mi competidora es Cristina Kirchner. A los demás los aprecio, porque son buena gente. Pero mi competidora real va a ser la Presidenta en octubre.
-¿Cree que la Presidenta va a llegar al 40 por ciento de los votos en las primarias?
-No, no. Tenemos que entender que el 40 por ciento en octubre son 8 millones de votos. Si este domingo saca 8 millones de votos pasa a ser un problema para la oposición. Pero Cristina va a sacar 3 o 4 millones, nada más.
-¿Se acuerda qué lo terminó de decepcionar del kirchnerismo? Fue cuando Néstor Kirchner creyó que podía ser ministro de Economía y se deshizo de Roberto Lavagna. Ese día me terminé de decepcionar. Ya no me gustó cuando eliminó ministerios que habíamos creado en mi presidencia. Lo hablé con Lavagna y me respondió que no podía hacer nada. «Lo hizo el presidente», me dijo.
-Y de la gestión de Cristina Kirchner, ¿cuál cree fue el mayor desacierto? -Ser Presidenta. No debió haber aceptado ese lugar sin tener condiciones.
-¿No cree que la Presidenta tenga condiciones para gobernar? -No. Además ahora la veo mal de ánimo. Está naturalmente muy estresada, con cuadros depresivos, no habla con nadie. Es muy difícil lo que le tocó, sobre todo si uno no está preparado. Y, como ella no sabe cómo es la toma de decisiones, se agarra rabietas todo el tiempo.
-En 2003, sus opositores aseguraban que usted se quería perpetuar en el poder, también que se estaba preparando para 2007, pero no se candidateó ¿Por qué sí en 2011?
-Porque la Argentina está muy flaca de gente que pueda conducir el país. Yo estaba muy cómodo, me pagaban por ir a dar charlas a Europa, a Estados Unidos a América. Escribía tres libros por año, algo que me gusta mucho. Pero en la Argentina no hay liderazgos. Yo he intentado en los últimos años que algunos dirigentes de mi partido se animaran, pero no quisieron y me encontré con la obligación de presentarme.
-¿En quiénes había pensado?
-Pensé en dirigentes como el actual gobernador de Salta [Juan Manuel Urtubey] se animara, o incluso el intendente de Tigre, Sergio Massa, que es un hombre con enorme capacidad de gestión, que es lo que hace falta. Pero no hubo actitud, no se animaron. También pensé que podía ser alguno de los muchachos, como mi actual vicepresidente [Mario Das Neves], pero tuvo problemas serios en su elección. Incluso pensé en Alberto Rodríguez Saá.
-Pero se transformó en su rival ¿Por qué fracasó la interna?
Y, terminó todo mal. Podríamos haber hablado, pero él no quiso. Simplemente eso pasó, no quiso seguir.
Junto a «Chiche» Duhalde, en el cierre de campaña. Foto: LA NACION / Guadalupe Aizaga
-¿Por qué elegirlo a usted el domingo?
Porque yo soy el más experimentado de todos los dirigentes argentinos. Goberné ocho años de municipio, ocho años el país, presidí el Mercosur. En 2003 no entendían por qué dejaba la Casa Rosada, había un clamor para que me quedara.
Pero este año sentí el llamado del deber, porque tenemos un país que podría en pocos años recuperarse totalmente, y si seguimos por el camino equivocado no nos vamos a recuperar.
-En su cierre de campaña, Cristina aseguró que su gestión construyó «paradigmas diferentes» y se mostró confiada frente a la crisis externa ¿Coincide con esa visión?
-Se viene una situación muy difícil por la crisis internacional y tenemos que estar preparados, sin asustar a la gente. Los Kirchner heredaron todo mi equipo en 2003 y yo les dejé a ellos un país creciendo al 6 %. Pero después eliminaron todo lo que tenía que ver con la producción, que es el principio del desarrollo. Es lo que sí entendió Chile, también Brasil, Uruguay, Colombia. Todos menos nosotros, que somos los tontos del batallón.
-¿Qué otro cambio introduciría de ser gobierno?
-El manejo de los medios, por ejemplo. Estuvimos estudiando una ley chilena para el manejo de los canales oficiales porque hay que modificar este mamarracho que hicieron con la ley de medios. Lo que hacen con canal 7, con 678, por ejemplo, es una vergüenza total.
-¿Quién se pone más nervioso en estos momentos de definición, ¿usted o Chiche?
-Yo soy muy tranquilo, Chiche es más nerviosa. Cuantos más problemas hay, más tranquilo estoy, es una condición natural mía.
-¿Conversan todas las decisiones?
-Sí. Con Chiche tomamos mate todos los días en la cama. Ella es polvorita entonces se enoja cuando no le gusta una cosa, y tengo hacerle caso.
-¿Cómo planea sus horas de aquí al domingo?
-Voy a practicar deporte, voy a estar con los amigos, tal vez jugar a las cartas. Y el día de la elección voy a hacer lo de siempre: comer con la familia y después dormir la siesta hasta lo más tarde que se pueda. No voy a aparecer en escena hasta las doce de la noche. No me gusta todo esto de la televisión, siempre se dice lo mismo, todos lo que pierden van diciendo que ganan, me aburre.
-En caso de no conseguir la presidencia, ¿Cómo se imagina los próximos años, qué lugar le gustaría ocupar?
-No me gustaría ocupar otro lugar que no sea ese. Si no consigo la presidencia, volvería a hacer lo que venía haciendo, que me gusta tanto. Soy muy familiero, gozaría de mis nietos como no pude hacerlo con mis hijos, porque siempre estuve siempre gobernando..
Al filo de la veda electoral, recordó sus primeros enojos con Néstor Kirchner y consideró que la Presidenta está «estresada» y que «no sabe tomar decisiones». En una entrevista con LA NACION, confesó que estuvo «muy cómodo» en su etapa fuera de la función pública, pero que este año sintió «el llamado del deber».
Video: Duhalde: «Estaba cómodo, me pagaban por ir a Europa»
Tras una conferencia de prensa en el Movimiento Productivo Argentino (MPA), su comando en los últimos años, se resguardó con los suyos y no quiso más cámaras. «No quiero aparecer en escena hasta el domingo a las doce de la noche. Todo esto de la televisión, me aburre», admitió el ex presidente a este medio.
Rodeado de sus dirigentes fieles, aseguró que contará con lo que denominó «el nuevo protagonista»: el elector. «Se equivocan Macri y De la Sota si creen que los votos son suyos», apuntó, aunque consideró «razonable» que el líder de Pro aún no se haya pronunciado.
Aún con la incógnita del puesto que conseguirá en las primarias, aseguró que su única rival es la Presidenta.
-¿Qué pálpito tiene para la noche del domingo?
-Mi competidora es Cristina Kirchner. A los demás los aprecio, porque son buena gente. Pero mi competidora real va a ser la Presidenta en octubre.
-¿Cree que la Presidenta va a llegar al 40 por ciento de los votos en las primarias?
-No, no. Tenemos que entender que el 40 por ciento en octubre son 8 millones de votos. Si este domingo saca 8 millones de votos pasa a ser un problema para la oposición. Pero Cristina va a sacar 3 o 4 millones, nada más.
-¿Se acuerda qué lo terminó de decepcionar del kirchnerismo? Fue cuando Néstor Kirchner creyó que podía ser ministro de Economía y se deshizo de Roberto Lavagna. Ese día me terminé de decepcionar. Ya no me gustó cuando eliminó ministerios que habíamos creado en mi presidencia. Lo hablé con Lavagna y me respondió que no podía hacer nada. «Lo hizo el presidente», me dijo.
-Y de la gestión de Cristina Kirchner, ¿cuál cree fue el mayor desacierto? -Ser Presidenta. No debió haber aceptado ese lugar sin tener condiciones.
-¿No cree que la Presidenta tenga condiciones para gobernar? -No. Además ahora la veo mal de ánimo. Está naturalmente muy estresada, con cuadros depresivos, no habla con nadie. Es muy difícil lo que le tocó, sobre todo si uno no está preparado. Y, como ella no sabe cómo es la toma de decisiones, se agarra rabietas todo el tiempo.
-En 2003, sus opositores aseguraban que usted se quería perpetuar en el poder, también que se estaba preparando para 2007, pero no se candidateó ¿Por qué sí en 2011?
-Porque la Argentina está muy flaca de gente que pueda conducir el país. Yo estaba muy cómodo, me pagaban por ir a dar charlas a Europa, a Estados Unidos a América. Escribía tres libros por año, algo que me gusta mucho. Pero en la Argentina no hay liderazgos. Yo he intentado en los últimos años que algunos dirigentes de mi partido se animaran, pero no quisieron y me encontré con la obligación de presentarme.
-¿En quiénes había pensado?
-Pensé en dirigentes como el actual gobernador de Salta [Juan Manuel Urtubey] se animara, o incluso el intendente de Tigre, Sergio Massa, que es un hombre con enorme capacidad de gestión, que es lo que hace falta. Pero no hubo actitud, no se animaron. También pensé que podía ser alguno de los muchachos, como mi actual vicepresidente [Mario Das Neves], pero tuvo problemas serios en su elección. Incluso pensé en Alberto Rodríguez Saá.
-Pero se transformó en su rival ¿Por qué fracasó la interna?
Y, terminó todo mal. Podríamos haber hablado, pero él no quiso. Simplemente eso pasó, no quiso seguir.
Junto a «Chiche» Duhalde, en el cierre de campaña. Foto: LA NACION / Guadalupe Aizaga
-¿Por qué elegirlo a usted el domingo?
Porque yo soy el más experimentado de todos los dirigentes argentinos. Goberné ocho años de municipio, ocho años el país, presidí el Mercosur. En 2003 no entendían por qué dejaba la Casa Rosada, había un clamor para que me quedara.
Pero este año sentí el llamado del deber, porque tenemos un país que podría en pocos años recuperarse totalmente, y si seguimos por el camino equivocado no nos vamos a recuperar.
-En su cierre de campaña, Cristina aseguró que su gestión construyó «paradigmas diferentes» y se mostró confiada frente a la crisis externa ¿Coincide con esa visión?
-Se viene una situación muy difícil por la crisis internacional y tenemos que estar preparados, sin asustar a la gente. Los Kirchner heredaron todo mi equipo en 2003 y yo les dejé a ellos un país creciendo al 6 %. Pero después eliminaron todo lo que tenía que ver con la producción, que es el principio del desarrollo. Es lo que sí entendió Chile, también Brasil, Uruguay, Colombia. Todos menos nosotros, que somos los tontos del batallón.
-¿Qué otro cambio introduciría de ser gobierno?
-El manejo de los medios, por ejemplo. Estuvimos estudiando una ley chilena para el manejo de los canales oficiales porque hay que modificar este mamarracho que hicieron con la ley de medios. Lo que hacen con canal 7, con 678, por ejemplo, es una vergüenza total.
-¿Quién se pone más nervioso en estos momentos de definición, ¿usted o Chiche?
-Yo soy muy tranquilo, Chiche es más nerviosa. Cuantos más problemas hay, más tranquilo estoy, es una condición natural mía.
-¿Conversan todas las decisiones?
-Sí. Con Chiche tomamos mate todos los días en la cama. Ella es polvorita entonces se enoja cuando no le gusta una cosa, y tengo hacerle caso.
-¿Cómo planea sus horas de aquí al domingo?
-Voy a practicar deporte, voy a estar con los amigos, tal vez jugar a las cartas. Y el día de la elección voy a hacer lo de siempre: comer con la familia y después dormir la siesta hasta lo más tarde que se pueda. No voy a aparecer en escena hasta las doce de la noche. No me gusta todo esto de la televisión, siempre se dice lo mismo, todos lo que pierden van diciendo que ganan, me aburre.
-En caso de no conseguir la presidencia, ¿Cómo se imagina los próximos años, qué lugar le gustaría ocupar?
-No me gustaría ocupar otro lugar que no sea ese. Si no consigo la presidencia, volvería a hacer lo que venía haciendo, que me gusta tanto. Soy muy familiero, gozaría de mis nietos como no pude hacerlo con mis hijos, porque siempre estuve siempre gobernando..
si,porque el tiene»lo que hay que tener»…flor de machista.
La autosuficiencia de Duhalde contraría la inteligencia y el pudor, leer que gobernó por ocho años el país y que le bajó el pulgar a Kirchner tras la salida de su ministro de economía Lavagna, es sencillamente una tomada de pelo y una arrogancia difícil de considerar. Ser vicepresidente de Menem, desde luego de Menem, en el rampante presidencialismo que vivimos, es menos que cogobernar, es como si Das Neves se arrogara cuatro años de gobierno al asumir Duhalde, un gesto torpe que pasa por encima la memoria política y el registro popular. Y aquello de ser dueño de gabinetes, basta!, esta cosa mesiánica de apoderarse de personalidades y conocer el destino nacional como nadie… basta realmente!
Es cierto, por eso no permite que su esposa actúe en política.-
Y, sí… Le quedó la «mesa chica». Ratona, diría: Cachavacha, Momo y Barrionuevo de Camaño.
Y, sí: se le fueron Menem, Saadi, Yoma, …
che, no critiquen a duhalde que en AP hay muchos que lo consideran un gran candidato.
sera grande por su cabeza…porque otro tipo de grandeza…
isabel, los neo duahldistas ven condiciones de gran estadista, un republicano de peso, un hombre con la capacidad de encauzar el triste destino de nuestra patria destruida por la dictadura k. mejorar la economía, terminar con la malsana estructura peronista, eliminar la corrupción de una vez y para siempre, terminar con la venganza montonera contra los grandes hombres que hicieron grande a la patria durante la inevitable dictadura que tuvieron que imponer para combatir al enemigo comunista…
todo eso parece que es duahlde ahora.
http://www.clarin.com/politica/Obligan-empleados-Mercado-Central-Clarin_0_535746513.html
¿Fabricarán una para que la pueda usar Duhalde?
Cuidado que está vigente la ley de talles grandes.