El 93 por ciento de la población mayor de 65 años que reside en el país percibe una jubilación o pensión, lo que significa un crecimiento de más de veinte puntos porcentuales en relación a 2001, informó el Indec que dio a conocer nuevos datos del Censo 2010.
Según estos resultados, en todas las provincias argentinas la población jubilada supera el 85 por ciento, con excepción de Tierra del Fuego (75 por ciento) que presenta un régimen de jubilación diferencial al resto de las jurisdicciones argentinas.
A la vez, 18 provincias tienen más del 90 por ciento de los mayores jubilados, siendo La Pampa la que registra el índice más alto: 95,5 por ciento.
Los resultados publicados también incluyeron otros indicadores en referencia a los mayores de 65 que, constituyen el 10,2 por ciento de la población del país (40.091.359), un índice que en América Latina sólo es superado por Cuba y Uruguay.
Dentro de esta franja poblacional, los mayores de 80 años constituyen el grupo de edad que presentó mayor crecimiento relativo en el total de la población argentina. Los que pasaron los cien años también aumentaron: de 1.855 que había en 2001 pasaron a 3.487 en 2010.
Otro dato relevante es el incremento de las mujeres como jefas de hogar: de un 27 por ciento de jefaturas femeninas que había en 2001 se pasó a un 44 por ciento.
En referencia a la situación conyugal de la población, del total de solteros y solteras a nivel país, las personas que tienen entre 30 y 50 años presentan los porcentajes más altos de convivencia en pareja superando en ambos sexos el 50 por ciento.
La cobertura en salud es otra de las áreas relevadas: del total de los encuestados, el 63,9 por ciento declaró tener cobertura, lo que significa un crecimiento de doce puntos porcentuales en referencia a 2001.
«El acceso a la salud es un derecho plenamente consagrado en nuestro país, esto significa que todas las personas pueden acercarse a un hospital o a centros de salud públicos en forma gratuita. Los datos que se muestran responden a la declaración obtenida a partir del cuestionario censal», aclaró Roxana Cuevas, Coordinadora de Diseño Conceptual del Censo 2010.
Asimismo, de la población que declaró tener cobertura de salud, un 73 por ciento utiliza obra social (incluye Pami) y un 16 por ciento dijo tener prepaga a través de obra social, lo que suma un 89 por ciento.
El resto de la población con cobertura tiene prepaga a través de contratación voluntaria (8 por ciento) o bien recibe planes estatales de salud (3 por ciento).
Los resultados brindados también informaron que el 12,9 por ciento de las personas que residen en viviendas particulares presentan algún tipo de dificultad o limitación permanente, tanto física como mental.
Esta variable es más amplia que la discapacidad -explicó Cuevas-, pero el censo no es la herramienta para conocer a esta población, sino que su medición específica se llevará a cabo en 2012 con la realización de la Segunda Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad.
En referencia a las características habitacionales del hogar, el Censo 2010 registró que el 24,4 por ciento del total del parque habitacional ocupado del país tiene menos de diez años de antigüedad.
A la vez, el 97,7 por ciento de los hogares cuenta con electricidad suministrada por red y un 1,1 por ciento por generación propia (generación eléctrica a motor, paneles solares, etc.).
En relación a las Casas tipo B, aquellas que o bien tienen piso de tierra o ladrillo suelto o no cuentan con provisión de agua por cañería dentro de la vivienda o no disponen de inodoro con descarga de agua, hubo una reducción de 15,6 por ciento en 2001 a 13 por ciento en 2010.
Finalmente también disminuyó el hacinamiento, variable que se evalúa cuando en una vivienda hay más de tres personas por cuarto.
En 2001 se registró un hacinamiento de 4,8 por ciento en hogares y 8,8 por ciento de población hacinada, mientras que en 2010 estos valores fueron de 4 por ciento en hogares y 7,3 por ciento en población.
Según estos resultados, en todas las provincias argentinas la población jubilada supera el 85 por ciento, con excepción de Tierra del Fuego (75 por ciento) que presenta un régimen de jubilación diferencial al resto de las jurisdicciones argentinas.
A la vez, 18 provincias tienen más del 90 por ciento de los mayores jubilados, siendo La Pampa la que registra el índice más alto: 95,5 por ciento.
Los resultados publicados también incluyeron otros indicadores en referencia a los mayores de 65 que, constituyen el 10,2 por ciento de la población del país (40.091.359), un índice que en América Latina sólo es superado por Cuba y Uruguay.
Dentro de esta franja poblacional, los mayores de 80 años constituyen el grupo de edad que presentó mayor crecimiento relativo en el total de la población argentina. Los que pasaron los cien años también aumentaron: de 1.855 que había en 2001 pasaron a 3.487 en 2010.
Otro dato relevante es el incremento de las mujeres como jefas de hogar: de un 27 por ciento de jefaturas femeninas que había en 2001 se pasó a un 44 por ciento.
En referencia a la situación conyugal de la población, del total de solteros y solteras a nivel país, las personas que tienen entre 30 y 50 años presentan los porcentajes más altos de convivencia en pareja superando en ambos sexos el 50 por ciento.
La cobertura en salud es otra de las áreas relevadas: del total de los encuestados, el 63,9 por ciento declaró tener cobertura, lo que significa un crecimiento de doce puntos porcentuales en referencia a 2001.
«El acceso a la salud es un derecho plenamente consagrado en nuestro país, esto significa que todas las personas pueden acercarse a un hospital o a centros de salud públicos en forma gratuita. Los datos que se muestran responden a la declaración obtenida a partir del cuestionario censal», aclaró Roxana Cuevas, Coordinadora de Diseño Conceptual del Censo 2010.
Asimismo, de la población que declaró tener cobertura de salud, un 73 por ciento utiliza obra social (incluye Pami) y un 16 por ciento dijo tener prepaga a través de obra social, lo que suma un 89 por ciento.
El resto de la población con cobertura tiene prepaga a través de contratación voluntaria (8 por ciento) o bien recibe planes estatales de salud (3 por ciento).
Los resultados brindados también informaron que el 12,9 por ciento de las personas que residen en viviendas particulares presentan algún tipo de dificultad o limitación permanente, tanto física como mental.
Esta variable es más amplia que la discapacidad -explicó Cuevas-, pero el censo no es la herramienta para conocer a esta población, sino que su medición específica se llevará a cabo en 2012 con la realización de la Segunda Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad.
En referencia a las características habitacionales del hogar, el Censo 2010 registró que el 24,4 por ciento del total del parque habitacional ocupado del país tiene menos de diez años de antigüedad.
A la vez, el 97,7 por ciento de los hogares cuenta con electricidad suministrada por red y un 1,1 por ciento por generación propia (generación eléctrica a motor, paneles solares, etc.).
En relación a las Casas tipo B, aquellas que o bien tienen piso de tierra o ladrillo suelto o no cuentan con provisión de agua por cañería dentro de la vivienda o no disponen de inodoro con descarga de agua, hubo una reducción de 15,6 por ciento en 2001 a 13 por ciento en 2010.
Finalmente también disminuyó el hacinamiento, variable que se evalúa cuando en una vivienda hay más de tres personas por cuarto.
En 2001 se registró un hacinamiento de 4,8 por ciento en hogares y 8,8 por ciento de población hacinada, mientras que en 2010 estos valores fueron de 4 por ciento en hogares y 7,3 por ciento en población.