Comienzan las discusiones paritarias y ya se lanza la carrera. ¿Quiénes ganarán en 2018: los salarios o los precios? Luego de un 2017 de recuperación de parte del poder adquisitivo perdido en 2016, varios factores indican que las negociaciones paritarias de 2018 van a ser muy conflictivas.
Los datos
El salario real hoy, según un informe de Ecolatina, aún se ubica por debajo del promedio de 2015, y todavía no recuperó la caída observada en el primer año de gestión de Cambiemos. La remuneración de los trabajadores ocupados en servicios lideraron la recuperación en 2017 (un incremento de 4% en términos reales) mientras que el salario real de los ocupados en la producción de bienes trepó 3,5%. “El poder adquisitivo de los trabajadores en los servicios ya recuperó el nivel de 2015, pero no sucedió lo mismo con el salario real de los ocupados en la producción de bienes”, explica el informe, difundido ayer, y señala que “esa dinámica responde a la performance de la actividad económica: la producción de servicios superó los niveles de 2015, pero el PIB bienes está por debajo”.
La consultora Invecq, por su parte, señaló: “Las estadísticas del Indec dan cuenta de que durante 2017 los salarios tuvieron un crecimiento mayor al del promedio de los precios, subiendo así en términos reales y recortando gran parte de la caída sufrida en 2016”. Entre enero y diciembre del 2017, según el informe, el promedio de salarios aumentó 27,5% y la inflación fue del 24,8%. Como resultado, los salarios recuperaron 2,1%.
Al momento de observar la composición, se identifica que los salarios que más crecieron fueron los de los trabajadores no registrados del sector privado (31,5%), seguidos por los registrados del sector privado (27,3%) y, por último, los trabajadores del sector público (25%), los que tuvieron un aumento en línea con la inflación.
Las proyecciones
Para Ecolatina, no es fácil definir el ganador de la carrera entre precios y salarios en 2018. “Esperamos que ambas variables crezcan alrededor de 20% a lo largo del año y no creemos que la pauta oficial de inflación (15%) guíe las paritarias”, señala el informe. La aceleración de la inflación observada en los últimos dos meses, sumada a las presiones alcistas de los próximos meses, elevarán los reclamos de incrementos salariales. “En el primer cuatrimestre del año, la suba de precios acumulará 7,5%, consumiendo la mitad de la pauta de inflación”, aclara.
Para Invecq, las negociaciones paritarias no podrán cerrarse en el 15% que pide el Gobierno, sino que lo harán en torno al 18% 20%, muy en línea con la inflación. “De esta manera, el salario real permanecería relativamente estable a lo largo del 2018, subiendo quizás de forma marginal”, proyecta la consultora.
El consumo
Al respecto del consumo, Invecq señala que, a diferencia de la recuperación de 2017 basada en la suba de salarios reales, en 2018 el incremento se basará en el aumento de la masa salarial como consecuencia del crecimiento del empleo y el crédito. El conflicto Ecolatina señaló tres factores que van a marcar las negociaciones paritarias. “El primero es una brecha creciente entre la pauta oficial de inflación y las expectativas de suba de precios de los agentes económicos. El segundo es que, a diferencia de 2017, en estas paritarias los trabajadores no necesitan recomponer el salario real perdido el año anterior. Por último, la elevada tensión entre el Gobierno y una parte significativa de los sindicatos puede generar mayor conflictividad laboral”, explica.
Para Invecq, si bien el Gobierno necesita hacer todos los esfuerzos de coordinación posibles para lograr un proceso de nominalidad descendente, tampoco sería positivo lograr acuerdos salariales del 15% si luego la inflación termina estando algunos puntos por arriba. “Entrar al 2019 con un nivel de salarios reales cayendo no sería la mejor manera de comenzar un año en el cual el Gobierno deberá enfrentarse nuevamente a las urnas”, concluyó el informe.
La conflictividad será parte de las negociaciones. El objetivo de paritarias de 15% del Gobierno está muy lejos de ser aceptado por la mayoría de los sindicatos y más en un contexto de aceleración inflacionaria que tiende a incrementar la puja. En simultáneo, los aumentos programados de servicios generan mayores reclamos en las cúpulas sindicales a los cuales los propios trabajadores no les permitirán firmar cualquier número. Del incremento que pacten los sindicatos y la desaceleración de la inflación, dependerá que los salarios ganen finalmente la carrera.
Los datos
El salario real hoy, según un informe de Ecolatina, aún se ubica por debajo del promedio de 2015, y todavía no recuperó la caída observada en el primer año de gestión de Cambiemos. La remuneración de los trabajadores ocupados en servicios lideraron la recuperación en 2017 (un incremento de 4% en términos reales) mientras que el salario real de los ocupados en la producción de bienes trepó 3,5%. “El poder adquisitivo de los trabajadores en los servicios ya recuperó el nivel de 2015, pero no sucedió lo mismo con el salario real de los ocupados en la producción de bienes”, explica el informe, difundido ayer, y señala que “esa dinámica responde a la performance de la actividad económica: la producción de servicios superó los niveles de 2015, pero el PIB bienes está por debajo”.
La consultora Invecq, por su parte, señaló: “Las estadísticas del Indec dan cuenta de que durante 2017 los salarios tuvieron un crecimiento mayor al del promedio de los precios, subiendo así en términos reales y recortando gran parte de la caída sufrida en 2016”. Entre enero y diciembre del 2017, según el informe, el promedio de salarios aumentó 27,5% y la inflación fue del 24,8%. Como resultado, los salarios recuperaron 2,1%.
Al momento de observar la composición, se identifica que los salarios que más crecieron fueron los de los trabajadores no registrados del sector privado (31,5%), seguidos por los registrados del sector privado (27,3%) y, por último, los trabajadores del sector público (25%), los que tuvieron un aumento en línea con la inflación.
Las proyecciones
Para Ecolatina, no es fácil definir el ganador de la carrera entre precios y salarios en 2018. “Esperamos que ambas variables crezcan alrededor de 20% a lo largo del año y no creemos que la pauta oficial de inflación (15%) guíe las paritarias”, señala el informe. La aceleración de la inflación observada en los últimos dos meses, sumada a las presiones alcistas de los próximos meses, elevarán los reclamos de incrementos salariales. “En el primer cuatrimestre del año, la suba de precios acumulará 7,5%, consumiendo la mitad de la pauta de inflación”, aclara.
Para Invecq, las negociaciones paritarias no podrán cerrarse en el 15% que pide el Gobierno, sino que lo harán en torno al 18% 20%, muy en línea con la inflación. “De esta manera, el salario real permanecería relativamente estable a lo largo del 2018, subiendo quizás de forma marginal”, proyecta la consultora.
El consumo
Al respecto del consumo, Invecq señala que, a diferencia de la recuperación de 2017 basada en la suba de salarios reales, en 2018 el incremento se basará en el aumento de la masa salarial como consecuencia del crecimiento del empleo y el crédito. El conflicto Ecolatina señaló tres factores que van a marcar las negociaciones paritarias. “El primero es una brecha creciente entre la pauta oficial de inflación y las expectativas de suba de precios de los agentes económicos. El segundo es que, a diferencia de 2017, en estas paritarias los trabajadores no necesitan recomponer el salario real perdido el año anterior. Por último, la elevada tensión entre el Gobierno y una parte significativa de los sindicatos puede generar mayor conflictividad laboral”, explica.
Para Invecq, si bien el Gobierno necesita hacer todos los esfuerzos de coordinación posibles para lograr un proceso de nominalidad descendente, tampoco sería positivo lograr acuerdos salariales del 15% si luego la inflación termina estando algunos puntos por arriba. “Entrar al 2019 con un nivel de salarios reales cayendo no sería la mejor manera de comenzar un año en el cual el Gobierno deberá enfrentarse nuevamente a las urnas”, concluyó el informe.
La conflictividad será parte de las negociaciones. El objetivo de paritarias de 15% del Gobierno está muy lejos de ser aceptado por la mayoría de los sindicatos y más en un contexto de aceleración inflacionaria que tiende a incrementar la puja. En simultáneo, los aumentos programados de servicios generan mayores reclamos en las cúpulas sindicales a los cuales los propios trabajadores no les permitirán firmar cualquier número. Del incremento que pacten los sindicatos y la desaceleración de la inflación, dependerá que los salarios ganen finalmente la carrera.