El domingo, por segunda vez en treinta días, la producción agroindustrial resultó el factor político decisivo en una elección crucial : los comicios de Córdoba, que le dieron el triunfo a José Manuel de la Sota por 13 puntos de diferencia sobre Luis Juez (42.61%/29.49%).
La diferencia fue mayor en los departamentos donde está asentada la producción agroalimentaria cordobesa que, junto con la de Santa Fe y norte de la provincia de Buenos Aires, constituye el sector más competitivo y de mayor nivel de productividad de la economía argentina.
En Río Cuarto – eje agroindustrial de Córdoba – de la Sota obtuvo 55.07% de los votos; en San Justo – cabeza de la principal cuenca lechera del país – 51.47%; y en Marcos Juárez – núcleo de la “Pampa Gringa”– 65%.
El vigor político del campo en Córdoba reprodujo lo ocurrido en Santa Fe, sobre todo en el sur , donde Miguel del Sel se impuso con porcentajes que giraron entre 42%/46% en Venado Tuerto, Sunchales y Rafaela, corazón de la cuenca sojera y de la industria de maquinaria agrícola. El nivel de vida del sur de Córdoba y de Santa Fe es similar o quizás superior al de la ciudad de Buenos Aires (US$ 33.000 per cápita anuales); y es allí donde de la Sota y del Sel prevalecieron abrumadoramente.
El empuje político del campo no está vinculado a una situación de crisis, ni tampoco a reclamos de orden sectorial.
El campo argentino es extraordinariamente potente y traduce ahora su fuerza productiva y tecnológica en pujanza política. La cosecha de granos 2010/2011 (94/95 millones de toneladas) vale, colocada en el mercado mundial, US$ 40.800 millones, precios FOB (IARAF). El resultado es que el superávit comercial de este año es del orden de US$ 12.000 millones. Es lo que sucede desde 2002/2003, en que el superávit comercial adquirió un carácter estructural y acumulativo, con picos de US$ 20.000 millones (2008).
Por eso es que, gracias al campo, la Argentina logró superar en los últimos diez años su crisis crónica del sector externo , en que la falta de exportaciones suficientes generaba carencia de divisas y no se podía financiar así un alto nivel de importaciones, capaz de sustentar una tasa elevada y sostenida de crecimiento económico. Ahora, al converger la producción agroalimentaria con la demanda china/asiática, se ha logrado cerrar la crisis del sector externo, que es la fuente estructural de la ingobernabilidad argentina . Esto es lo que ha terminado. Ahora hay agudos desequilibrios macroeconómicos – alta inflación, baja inversión, salida de capitales, caída del superávit fiscal –, pero no crisis a la vista.
Incluso el superávit comercial agroalimentario le permite financiar la más extraordinaria fuga de capitales desde la década del 70 . A partir de julio de 2007 – BCRA – se han fugado US$ 65.000 millones, pero los dólares provenientes de las exportaciones agroalimentarias ascendieron en ese período a US$ 98.000 millones.
Por eso el país está fortalecido; ha desaparecido la crisis fiscal – primer subproducto de la crisis del sector externo –, con retenciones que treparon este año a US$ 8.500 millones (2.500 millones de Córdoba; y 3.300 millones de Santa Fe). También el campo se muestra excepcionalmente robustecido. AACREA/Mesa de Enlace estiman que los productores han invertido en la cosecha granaria, ciclo ganadero y producción láctea 2010/2011 US$ 44.000 millones. El dato central de Argentina 2011 es que su sector más competitivo y que le da relevancia internacional – la producción agroindustrial – se ha convertido en un actor político decisivo , en el momento en que el país fija su destino por los próximos 10/20 años.
La diferencia fue mayor en los departamentos donde está asentada la producción agroalimentaria cordobesa que, junto con la de Santa Fe y norte de la provincia de Buenos Aires, constituye el sector más competitivo y de mayor nivel de productividad de la economía argentina.
En Río Cuarto – eje agroindustrial de Córdoba – de la Sota obtuvo 55.07% de los votos; en San Justo – cabeza de la principal cuenca lechera del país – 51.47%; y en Marcos Juárez – núcleo de la “Pampa Gringa”– 65%.
El vigor político del campo en Córdoba reprodujo lo ocurrido en Santa Fe, sobre todo en el sur , donde Miguel del Sel se impuso con porcentajes que giraron entre 42%/46% en Venado Tuerto, Sunchales y Rafaela, corazón de la cuenca sojera y de la industria de maquinaria agrícola. El nivel de vida del sur de Córdoba y de Santa Fe es similar o quizás superior al de la ciudad de Buenos Aires (US$ 33.000 per cápita anuales); y es allí donde de la Sota y del Sel prevalecieron abrumadoramente.
El empuje político del campo no está vinculado a una situación de crisis, ni tampoco a reclamos de orden sectorial.
El campo argentino es extraordinariamente potente y traduce ahora su fuerza productiva y tecnológica en pujanza política. La cosecha de granos 2010/2011 (94/95 millones de toneladas) vale, colocada en el mercado mundial, US$ 40.800 millones, precios FOB (IARAF). El resultado es que el superávit comercial de este año es del orden de US$ 12.000 millones. Es lo que sucede desde 2002/2003, en que el superávit comercial adquirió un carácter estructural y acumulativo, con picos de US$ 20.000 millones (2008).
Por eso es que, gracias al campo, la Argentina logró superar en los últimos diez años su crisis crónica del sector externo , en que la falta de exportaciones suficientes generaba carencia de divisas y no se podía financiar así un alto nivel de importaciones, capaz de sustentar una tasa elevada y sostenida de crecimiento económico. Ahora, al converger la producción agroalimentaria con la demanda china/asiática, se ha logrado cerrar la crisis del sector externo, que es la fuente estructural de la ingobernabilidad argentina . Esto es lo que ha terminado. Ahora hay agudos desequilibrios macroeconómicos – alta inflación, baja inversión, salida de capitales, caída del superávit fiscal –, pero no crisis a la vista.
Incluso el superávit comercial agroalimentario le permite financiar la más extraordinaria fuga de capitales desde la década del 70 . A partir de julio de 2007 – BCRA – se han fugado US$ 65.000 millones, pero los dólares provenientes de las exportaciones agroalimentarias ascendieron en ese período a US$ 98.000 millones.
Por eso el país está fortalecido; ha desaparecido la crisis fiscal – primer subproducto de la crisis del sector externo –, con retenciones que treparon este año a US$ 8.500 millones (2.500 millones de Córdoba; y 3.300 millones de Santa Fe). También el campo se muestra excepcionalmente robustecido. AACREA/Mesa de Enlace estiman que los productores han invertido en la cosecha granaria, ciclo ganadero y producción láctea 2010/2011 US$ 44.000 millones. El dato central de Argentina 2011 es que su sector más competitivo y que le da relevancia internacional – la producción agroindustrial – se ha convertido en un actor político decisivo , en el momento en que el país fija su destino por los próximos 10/20 años.
Gracioso.
En las zonas rurales es donde más diferencia tuvo De la Sota, amigo del campo, sobre Juez, amigo del campo, y sobre Aguad, más amigo del campo todavía…
Es decir, cualquiera que hubiera ganado ‘demostraría’ que el campo ganó.
En Argentina, a eso se le llama ‘análisis político’.
Si viviera Cortázar lo llamaría al autor ‘hun himportante hanalista’.
Quisiera que me expliquen entonces esa encuesta que dice que el 65% de los votantes de De la Sota van a votar por Cristina.
O la otra que dice que la intención general de voto a Cristina en Córdoba es del 36,1% (que cierra bastante con la anterior).
No me puse a hacer números, pero eso significaría que si ‘el campo’ vota CERO a Cristina, en todo el resto de la provincia la Presi arañaría el 100 por ciento…
«…Quisiera que me expliquen entonces esa encuesta que dice que el 65% de los votantes de De la Sota van a votar por Cristina.
O la otra que dice que la intención general de voto a Cristina en Córdoba es del 36,1% (que cierra bastante con la anterior)…»
Te lo explico yo: esas encuestas las hizo Artemio López.
No las hizo Artemio López, un dato es del encuestador cordobés (de apellido Córdoba) que acertó en todas las previas y en la boca de urna. El 36.1% formó parte de la boca de urna.
Artemio López reprodujo sus resultados. Y también la pegó con la boca de urna que puso alrededor de las 18 hs. del domingo.
Ahora, si la creíble es Poliarquía, no sé qué andaban diciendo de Cris arriba del 45… o algo así. Debo haber leído mal, quizá era el 15 ¿no?