La Pampa no sólo es una de las provincias que menos creció en habitantes y desarrollo económico en la última década sino que además perdió una fracción importante de su población de jóvenes y adultos, reflejada en una mayor presencia porcentual de la población de más de 65 años de edad. Este dato junto con las números definitivos por departamento fueron divulgados ayer por el Indec en una conferencia en Capital Federal.
Al 27 de octubre de 2010 -día en que se hizo el Censo de Población y Vivienda-, los pampeanos éramos 318.951, unos 2.000 más aproximadamente que el número provisional que se había dado a conocer unos días después del operativo. Este grupo de 2000 personas fueron pampeanos que no pudieron ser censados en esa oportunidad o que se encontraban fuera de la provincia en esa fecha.
Los datos surgen de la conferencia de prensa que las autoridades del Instituto Nacional de Estadística y Censo (Indec) brindaron ayer en Buenos Aires para divulgar los datos finales por provincia y por departamento -los números por localidad estarían para fin de año-, junto con los cuadros contenidos en la propia página del Indec y sitios vinculados.
Los datos del cuatro P1-P de la página dedicada al censo 2010 muestran que en 2001 los pampeanos eran 299.294 personas mientras que el 27 de octubre sumaron 318.951. Esta variación absoluta de 19.657 personas representa un incremento población del 6,6 por ciento, un porcentaje bastante menor que el promedio nacional, que fue del 10,7 por ciento.
Departamentos.
En número de pobladores, el departamento pampeano que más creció fue Toay, con un 34,1 por ciento. Es un dato esperable, una consecuencia lógica del notable incremento que tuvo la zona periurbana de Santa Rosa, que en gran parte se expandió hacia el espacio ubicado entre la capital provincial y el casco de la localidad de Toay. Las quintas que años atrás eran residencia de fin de semana o de verano, hoy son hogares de ocupación permanente, muchos de ellos ubicados al sur de la calle Ñandú, es decir en la jurisdicción de Toay.
El segundo departamento que más creció fue Puelén, en el sudoeste pampeano. Este incremento del 22,1 por ciento tiene nombre y apellido: petróleo y gas natural, los dos recursos naturales que produjeron un crecimiento explosivo de la localidad de 25 de Mayo, al punto de generar fuertes tensiones en su comunidad.
Con 105.312 personas, el departamento Capital -que incluye a Santa Rosa y Anguil- es el más poblado de la provincia. Le siguen Maracó, con 59.024 personas; Realicó, con 16.227; Utracán, con 14.839; Conhelo, con 14.077 y Toay con 12.409.
Los menos poblados son los departamentos del oeste pampeano, en particular los de la franja central del territorio. El que más cayó fue el departamento Lihué Calel, que en 2001 tenía 547 habitantes y el año pasado 439 (-19,7 por ciento).
Un dato llamativo: estos departamentos lindan con Puelén, pero mientras éste acaparó población, los de la franja central expulsaron a su gente. La explicación es sencilla: en Puelén hay petróleo, en Limay Mahuida, en Lihué Calel, en Chical Co, no.
Envejecimiento.
Si la falta de crecimiento poblacional es un dato que refleja el estancamiento que vive la economía provincial, la distribución relativa de la población por franjas etáreas viene a confirmar esa lectura. Nuestra provincia integra un pequeño grupo de distritos en los que la población mayor a los 65 años ocupa una fracción de la pirámide poblacional mayor que la del resto de las provincias. Junto a Capital Federal, Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba, La Pampa integra el conjunto de jurisdicciones donde el porcentaje de adultos mayores supera el promedio nacional de esta variable, que es del 10,2 por ciento.
Uno de los informes revelados ayer destacó que en general, todas las provincias argentinas exhibieron una «significativa disminución» del porcentaje de la población de 0 a 14 años. Esta retracción de este segmento etáreo es producto principalmente «del cambio de las tendencias de la fecundidad» y en menor medida de la mortalidad y eventualmente de las migraciones.
Al 27 de octubre de 2010 -día en que se hizo el Censo de Población y Vivienda-, los pampeanos éramos 318.951, unos 2.000 más aproximadamente que el número provisional que se había dado a conocer unos días después del operativo. Este grupo de 2000 personas fueron pampeanos que no pudieron ser censados en esa oportunidad o que se encontraban fuera de la provincia en esa fecha.
Los datos surgen de la conferencia de prensa que las autoridades del Instituto Nacional de Estadística y Censo (Indec) brindaron ayer en Buenos Aires para divulgar los datos finales por provincia y por departamento -los números por localidad estarían para fin de año-, junto con los cuadros contenidos en la propia página del Indec y sitios vinculados.
Los datos del cuatro P1-P de la página dedicada al censo 2010 muestran que en 2001 los pampeanos eran 299.294 personas mientras que el 27 de octubre sumaron 318.951. Esta variación absoluta de 19.657 personas representa un incremento población del 6,6 por ciento, un porcentaje bastante menor que el promedio nacional, que fue del 10,7 por ciento.
Departamentos.
En número de pobladores, el departamento pampeano que más creció fue Toay, con un 34,1 por ciento. Es un dato esperable, una consecuencia lógica del notable incremento que tuvo la zona periurbana de Santa Rosa, que en gran parte se expandió hacia el espacio ubicado entre la capital provincial y el casco de la localidad de Toay. Las quintas que años atrás eran residencia de fin de semana o de verano, hoy son hogares de ocupación permanente, muchos de ellos ubicados al sur de la calle Ñandú, es decir en la jurisdicción de Toay.
El segundo departamento que más creció fue Puelén, en el sudoeste pampeano. Este incremento del 22,1 por ciento tiene nombre y apellido: petróleo y gas natural, los dos recursos naturales que produjeron un crecimiento explosivo de la localidad de 25 de Mayo, al punto de generar fuertes tensiones en su comunidad.
Con 105.312 personas, el departamento Capital -que incluye a Santa Rosa y Anguil- es el más poblado de la provincia. Le siguen Maracó, con 59.024 personas; Realicó, con 16.227; Utracán, con 14.839; Conhelo, con 14.077 y Toay con 12.409.
Los menos poblados son los departamentos del oeste pampeano, en particular los de la franja central del territorio. El que más cayó fue el departamento Lihué Calel, que en 2001 tenía 547 habitantes y el año pasado 439 (-19,7 por ciento).
Un dato llamativo: estos departamentos lindan con Puelén, pero mientras éste acaparó población, los de la franja central expulsaron a su gente. La explicación es sencilla: en Puelén hay petróleo, en Limay Mahuida, en Lihué Calel, en Chical Co, no.
Envejecimiento.
Si la falta de crecimiento poblacional es un dato que refleja el estancamiento que vive la economía provincial, la distribución relativa de la población por franjas etáreas viene a confirmar esa lectura. Nuestra provincia integra un pequeño grupo de distritos en los que la población mayor a los 65 años ocupa una fracción de la pirámide poblacional mayor que la del resto de las provincias. Junto a Capital Federal, Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba, La Pampa integra el conjunto de jurisdicciones donde el porcentaje de adultos mayores supera el promedio nacional de esta variable, que es del 10,2 por ciento.
Uno de los informes revelados ayer destacó que en general, todas las provincias argentinas exhibieron una «significativa disminución» del porcentaje de la población de 0 a 14 años. Esta retracción de este segmento etáreo es producto principalmente «del cambio de las tendencias de la fecundidad» y en menor medida de la mortalidad y eventualmente de las migraciones.
