El contrato de gas con China, la respuesta rusa a las sanciones de Occidente

Expertos internacionales definen el multimillonario acuerdo como “triunfo de Putin” con el que Moscú responde a las sanciones impuestas por Occidente. Otros, no obstante, consideran que los beneficios del contrato sellado por el gigante ruso Gazprom y la petrolera china CNPC por ahora podrían ser menos importantes, comenta RBC Daily.
Pese a su astronómico valor de 400.000 millones de dólares, el contrato podría resultar de prácticamente nulo beneficio para Gazprom, ya que prevé la construcción de un gasoducto con inversiones multimillonarias por parte del consorcio ruso.
“Es mejor vender gas sin beneficios que no venderlo del todo”, ironiza Mijaíl Korchemkin, director de East European Gas Analysis, y añade que los contratistas de Gazprom encargados de construir la tubería serán los únicos “claramente beneficiados” por el negocio.
Según pronostica el analista de Fitch Maxim Edelson citado por Bloomberg, el acuerdo acogido con escaso entusiasmo por los mercados no tendrá una repercusión inmediata en la calificación crediticia de Gazprom.
Aun así, este contrato es un “triunfo de Putin”, sostiene Ollie Olsen, del Instituto Oxford para Estudios Energéticos. “Europa ya no puede seguir amenazando a Rusia con sanciones gasísticas. No hay proveedores capaces de sustituir a Rusia”, recalca.
El Defensor del Empresario y presidente del Comité de Amistad Ruso-Chino, Borís Titov, destaca a su vez que el contrato con China es para Moscú un “paso hacia la independencia de Occidente y la diversificación de mercados”.
Se trata también del primer negocio ruso de envergadura tras las sanciones occidentales contra Moscú, indica Shi Yinhong, experto chino en relaciones internacionales citado por USA Today. “Las demandas políticas de las partes son tan grandes que tienen más peso que la preocupación por el precio. Es una acción política de ambos países”, valora.
En una situación donde Europa y EEUU “frenan el desarrollo de los vínculos”, los empresarios rusos estrechan lazos con los socios asiáticos que terminarán ocupando los “lugares de los cautelosos socios occidentales”, afirma una fuente cercana al Gobierno ruso.
Hay que tener presente que el contrato con Pekín abre para Moscú las puertas del gigantesco mercado asiático, una circunstancia que beneficia a ambos países, enfatiza a su vez Keun-Wook Paik, economista de Chatham House.
“Rusia ha hecho una pequeña concesión pero entrar en el nuevo gran mercado lo compensará con creces”, sintetiza.

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