En el marco de la disputa entre la presidenta de la Nación y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, aflora la realidad de 864 villas y asentamientos donde viven 500.000 familias, lo que representa más de dos millones de personas. El dato se desprende del informe habitacional realizado por la organización social Techo en los 30 municipios del conurbano bonaerense, presentado en el ciclo “#50M. Pensar y Actuar la Argentina de los 50 Millones de Ciudadanos” realizado en la UBA días pasados.
Dicho informe permite conocer la situación habitacional de villas y asentamientos del conurbano bonaerense, territorio de disputa del poder político desde la reforma constitucional de 1994, que eliminó el Colegio Electoral y lo transformó en el gran elector nacional.
¿Cómo es la vida dentro de estas barriadas populares? Allí sólo uno de cada tres vecinos accede al agua potable a través de la red pública, otro tercio accede por medio de pozos y el resto se arregla como puede . El acceso al gas es mayoritariamente por garrafas, que a su vez no cuentan con el subsidio que sí reciben los sectores medios urbanos. Ocho de cada diez aglomerados informales tienen en un radio cercano a las diez cuadras una escuela primaria pero poco menos de la mitad, escuelas secundarias.
El acceso a la salud se da mayoritariamente en salas de primeros auxilios, con horarios limitados de atención , ya que los hospitales se encuentran a enormes distancias. Entre las principales demandas de los vecinos se encuentran el mejoramiento habitacional, la construcción de veredas y calles asfaltadas, mayor iluminación pública y una política de combate al consumo de drogas En la suma de villas y asentamientos surge que cerca del 5% de la población de nuestro país vive en estas urbanizaciones precarias , siendo los Municipios de La Matanza, Quilmes, Moreno y Pilar los que lideran el ranking de mayor cantidad de enclaves habitacionales informales.
La irrisoria distribución de la población argentina que se hacina en Buenos Aires, o la trágica caricatura de una masacre de 51 personas que iban en un tren a la velocidad de una bicicleta, no son asuntos inconexos: son eslabones de una cadena de oportunidades perdidas que cada vez se hace más pesada.
Sin duda, esta fotografía debe interpelar a quienes han gobernado en el último tiempo, pero también a quienes aspiran a reemplazarlos por la ausencia de propuestas superadoras que permitan transformar esta realidad.
Debemos abandonar la estrategia reactiva, buscando siempre la culpa en el otro. Como sociedad nos merecemos algo mejor que las alternativas mediocres que se construyen dinamitando a quienes gobiernan en cualquier orden. Se puede hacer mucho con paciencia y continuidad.
Dicho informe permite conocer la situación habitacional de villas y asentamientos del conurbano bonaerense, territorio de disputa del poder político desde la reforma constitucional de 1994, que eliminó el Colegio Electoral y lo transformó en el gran elector nacional.
¿Cómo es la vida dentro de estas barriadas populares? Allí sólo uno de cada tres vecinos accede al agua potable a través de la red pública, otro tercio accede por medio de pozos y el resto se arregla como puede . El acceso al gas es mayoritariamente por garrafas, que a su vez no cuentan con el subsidio que sí reciben los sectores medios urbanos. Ocho de cada diez aglomerados informales tienen en un radio cercano a las diez cuadras una escuela primaria pero poco menos de la mitad, escuelas secundarias.
El acceso a la salud se da mayoritariamente en salas de primeros auxilios, con horarios limitados de atención , ya que los hospitales se encuentran a enormes distancias. Entre las principales demandas de los vecinos se encuentran el mejoramiento habitacional, la construcción de veredas y calles asfaltadas, mayor iluminación pública y una política de combate al consumo de drogas En la suma de villas y asentamientos surge que cerca del 5% de la población de nuestro país vive en estas urbanizaciones precarias , siendo los Municipios de La Matanza, Quilmes, Moreno y Pilar los que lideran el ranking de mayor cantidad de enclaves habitacionales informales.
La irrisoria distribución de la población argentina que se hacina en Buenos Aires, o la trágica caricatura de una masacre de 51 personas que iban en un tren a la velocidad de una bicicleta, no son asuntos inconexos: son eslabones de una cadena de oportunidades perdidas que cada vez se hace más pesada.
Sin duda, esta fotografía debe interpelar a quienes han gobernado en el último tiempo, pero también a quienes aspiran a reemplazarlos por la ausencia de propuestas superadoras que permitan transformar esta realidad.
Debemos abandonar la estrategia reactiva, buscando siempre la culpa en el otro. Como sociedad nos merecemos algo mejor que las alternativas mediocres que se construyen dinamitando a quienes gobiernan en cualquier orden. Se puede hacer mucho con paciencia y continuidad.