Ya cerró el mercado. Llamame mañana a las diez de la mañana, indicó el arbolito cuando ayer, a las seis de la tarde, le preguntaron a cuánto estaba vendiendo el billete, tal como se denomina en la jerga. Como si fuera la Bolsa de Comercio, las cuevas de la City porteña también tienen su horario de cierre, que es a las cinco de la tarde.
El billete cerró hoy en $ 6, pero no sé en cuánto abrirá mañana, así que si te tengo que vender ahora te tengo que cobrar $ 6,20, para cubrirme de una eventual suba, es que el billete no para de subir,confesó.
En el mercado mayorista, el blue cerró a $ 5,90 para la compra y a $ 5,94 para la venta, lo que marca un spread en crecimiento, de cuatro centavos, el doble de lo que se venía manejando hasta ahora. Anteayer, el blue había cerrado a $ 5,71, lo que supone un avance de 23 centavos o 4%.
Entre los arbolitos también se agrandó la brecha: antes era de 15 centavos y ahora es el doble. Como el billete se encuentra tan inestable, al venderlo tenemos que cubrirnos de una posible suba que puede ocurrir a la hora siguiente, explica un cuevero, que paga según la cantidad que uno vaya a cambiar. Por u$s 1.000 paga $ 5,60, por u$s 5.000 da $ 5,70 y por u$s 7.000 da $ 5,75, aunque todo es negociable y se modifica con el transcurrir de las horas del día.
Desde los controles cambiarios impuestos el 31 de octubre, el billete oficial pasó de $ 4,26 a $ 4,48, lo que marca un alza del 5%. Ahora, si se toma el paralelo, la suba fue mayor al 30%: pasó de $ 4,48 hasta $ 5,94.
En el mercado formal, en tanto, el Banco Central vendió ayer al comenzar la rueda unos u$s 50 millones para frenar la tendencia bajista de la divisa. En los últimos días, la autoridad monetaria venía convalidando un ritmo de devaluación que duplicaba el de comienzos de año. Pero en el transcurso del día pudo recomprar y temrinó con un leve saldo a favor en torno a los u$s 10 millones. Así, el dólar minorista cerró sin cambios a $ 4,48 en las pantallas del microcentro.
En la plaza cambiaria oficial, la venta de dólares continúa prácticamente paralizada. Ya no hay más excepciones para nadie. Antes iban a la AFIP con una escritura, un pasaje aéreo o el comprobante de un plazo fijo en pesos y lo autorizaban, pero eso ya terminó, lo cual provocó que la plaza se secara mucho, señala un banquero.
En los bancos, dicen que los llamados de pánico e incertidumbre de los clientes son constantes para preguntar a sus oficiales de cuenta cómo ven la situación.
Tenemos mucha gente que viene a abrir cuentas solamente para poder tener una caja de seguridad, al punto que sólo en esta sucursal tenemos a 30 personas en lista de espera. Pasó a ser un producto de lujo, un caballito de batalla. Imaginate si tuviéramos la capacidad de vender cuentas atadas a cajas de seguridad, sería un golazo, admite el gerente de sucursal de un banco de capitales extranjeros.
En efecto, la caja de seguridad más barata de todas, de 10 centímetros por 15 por 60, el año pasado valía $ 285 por trimestre. Luego la aumentaron a $ 386, y ahora, producto de la enorme demanda, la volvieron a subir a $ 450.
Otra forma de resguardo que están utilizando los grandes inversores es el contado con liqui, que ayer cerró a $ 6,05. De este modo, no sólo convierten los pesos a dólares, sino que además los envían a cuentas en el extranjero, y se ahorran el dólar cable, que es el envío informal que hacen las financieras, por el que ahora cobran 6%, contra 5% que venían cobrando.
El billete cerró hoy en $ 6, pero no sé en cuánto abrirá mañana, así que si te tengo que vender ahora te tengo que cobrar $ 6,20, para cubrirme de una eventual suba, es que el billete no para de subir,confesó.
En el mercado mayorista, el blue cerró a $ 5,90 para la compra y a $ 5,94 para la venta, lo que marca un spread en crecimiento, de cuatro centavos, el doble de lo que se venía manejando hasta ahora. Anteayer, el blue había cerrado a $ 5,71, lo que supone un avance de 23 centavos o 4%.
Entre los arbolitos también se agrandó la brecha: antes era de 15 centavos y ahora es el doble. Como el billete se encuentra tan inestable, al venderlo tenemos que cubrirnos de una posible suba que puede ocurrir a la hora siguiente, explica un cuevero, que paga según la cantidad que uno vaya a cambiar. Por u$s 1.000 paga $ 5,60, por u$s 5.000 da $ 5,70 y por u$s 7.000 da $ 5,75, aunque todo es negociable y se modifica con el transcurrir de las horas del día.
Desde los controles cambiarios impuestos el 31 de octubre, el billete oficial pasó de $ 4,26 a $ 4,48, lo que marca un alza del 5%. Ahora, si se toma el paralelo, la suba fue mayor al 30%: pasó de $ 4,48 hasta $ 5,94.
En el mercado formal, en tanto, el Banco Central vendió ayer al comenzar la rueda unos u$s 50 millones para frenar la tendencia bajista de la divisa. En los últimos días, la autoridad monetaria venía convalidando un ritmo de devaluación que duplicaba el de comienzos de año. Pero en el transcurso del día pudo recomprar y temrinó con un leve saldo a favor en torno a los u$s 10 millones. Así, el dólar minorista cerró sin cambios a $ 4,48 en las pantallas del microcentro.
En la plaza cambiaria oficial, la venta de dólares continúa prácticamente paralizada. Ya no hay más excepciones para nadie. Antes iban a la AFIP con una escritura, un pasaje aéreo o el comprobante de un plazo fijo en pesos y lo autorizaban, pero eso ya terminó, lo cual provocó que la plaza se secara mucho, señala un banquero.
En los bancos, dicen que los llamados de pánico e incertidumbre de los clientes son constantes para preguntar a sus oficiales de cuenta cómo ven la situación.
Tenemos mucha gente que viene a abrir cuentas solamente para poder tener una caja de seguridad, al punto que sólo en esta sucursal tenemos a 30 personas en lista de espera. Pasó a ser un producto de lujo, un caballito de batalla. Imaginate si tuviéramos la capacidad de vender cuentas atadas a cajas de seguridad, sería un golazo, admite el gerente de sucursal de un banco de capitales extranjeros.
En efecto, la caja de seguridad más barata de todas, de 10 centímetros por 15 por 60, el año pasado valía $ 285 por trimestre. Luego la aumentaron a $ 386, y ahora, producto de la enorme demanda, la volvieron a subir a $ 450.
Otra forma de resguardo que están utilizando los grandes inversores es el contado con liqui, que ayer cerró a $ 6,05. De este modo, no sólo convierten los pesos a dólares, sino que además los envían a cuentas en el extranjero, y se ahorran el dólar cable, que es el envío informal que hacen las financieras, por el que ahora cobran 6%, contra 5% que venían cobrando.