CRISIS ECONOMICA
La titular del organismo, Christine Lagarde, advirtió que la recuperación económica global “es irregular y frágil”, y que será insuficiente para crear “todos los empleos necesarios”.
A un día del inicio de la cumbre del G20, cuyos países miembros representan el 85 % de la riqueza mundial, la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, advirtió sobre el grave problema del desempleo, un tema persistente e inquietante tanto para los gobiernos de los países industrializados como para los considerados en vías de desarrollo.
La dirigente del organismo internacional sentenció que el objetivo de crecimiento económico que prevé el G20 para los próximos cinco años será insuficiente para crear “todos los empleos necesarios”. “La recuperación económica mundial se está llevando a cabo pero es irregular, frágil y algunos riesgos surgen en el horizonte”, lanzó Lagarde.
Los países del G2O quieren incrementar en 2% el valor del Producto Bruto Interno (PBI) en los próximos cinco años, gracias a una serie de medidas y reformas destinadas en su gran mayoría a dar apoyo a las inversiones privadas en infraestructura.
“Empujar la aguja dos puntos porcentuales hacia arriba es indudablemente un progreso. ¿Pero será suficiente para crear todos los empleos necesarios?”, se preguntó Lagarde, para responder contundente: “No”. “Sin embargo, no cabe duda de que es un paso en la dirección correcta si se implementa”, agregó en una entrevista publicada por el Australian Financial Review.
Este fin de semana se desarrollará la cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno del G20, que reúne a 19 países y la Unión Europea (UE), para tratar estos temas. En esta oportunidad el encuentro tendrá lugar en Brisbane, en el noreste de Australia, ciudad que está blindada por un enorme operativo de seguridad. Está previsto que acudan unos 4.000 delegados. Los países que integran el grupo representan más de tres cuartos del comercio global y dos tercios de la población mundial, pero también unos dos tercios de los pobres del mundo.
Con la crisis y la recesión levemente controlada, pero sin una expansión saludable a la vista, el principal objetivo del G20 en esta cumbre vuelve a ser un crecimiento sostenible, equilibrado y resistente, pero sobretodo crear empleo.
El panorama no es alentador. Los Estados Unidos y el Reino Unido se están recuperando de manera constante, pero Europa se enfrenta a las amenazas de recesión y deflación, Japón está luchando para crecer y las economías emergentes de Asia y América del Sur se están desacelerando.
Casi todos enfrentan desafíos similares: necesitan aumentar la productividad y reducir el desempleo. Hay 62 millones de empleos menos en el mundo a causa de la crisis de los últimos años, según un documento previo del G20. Brisbane propondrá que cada país diseñe sus estrategias para conseguir que se concreten estos objetivos.
Los mandatarios de los estados europeos son los que llegan con mayor preocupación, ya que las políticas de ajuste implementadas no dieron los resultados esperados. Hay países donde la tasa de desocupación sigue siendo abrumadora. El caso principal es Grecia, con un 26 %, pero muy cerca está España, con un 24%.
Otros países europeos, que si bien no están en una situación tan crítica como los dos anteriores, muestran también el deterioro del mercado laboral. Una potencia económica como Italia supera el 12% de desocupación, mientras que Portugal se acerca al 14%. Y Francia, que era uno de los motores de la economía regional, tiene una tasa por encima del 10%.
A este problema es al que sugestivamente hizo referencia Lagarde, para advertir sobre la necesidad de adoptar políticas urgentes. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ya había anticipado que si no había un crecimiento sostenido de la economía mundial, el desempleo aumentará en otros 75 millones de acá al 2018.
Guy Ryder, director general del la OIT, precisó que el déficit de trabajo mundial, que comenzó durante el momento más álgido de la crisis financiera, no sólo no disminuye, sino que se incrementa paulatinamente. Para revertir esta situación, dijo, deben generarse muchos más empleos, invertir en infraestructura y apoyar a las pequeñas empresas.
La titular del organismo, Christine Lagarde, advirtió que la recuperación económica global “es irregular y frágil”, y que será insuficiente para crear “todos los empleos necesarios”.
A un día del inicio de la cumbre del G20, cuyos países miembros representan el 85 % de la riqueza mundial, la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, advirtió sobre el grave problema del desempleo, un tema persistente e inquietante tanto para los gobiernos de los países industrializados como para los considerados en vías de desarrollo.
La dirigente del organismo internacional sentenció que el objetivo de crecimiento económico que prevé el G20 para los próximos cinco años será insuficiente para crear “todos los empleos necesarios”. “La recuperación económica mundial se está llevando a cabo pero es irregular, frágil y algunos riesgos surgen en el horizonte”, lanzó Lagarde.
Los países del G2O quieren incrementar en 2% el valor del Producto Bruto Interno (PBI) en los próximos cinco años, gracias a una serie de medidas y reformas destinadas en su gran mayoría a dar apoyo a las inversiones privadas en infraestructura.
“Empujar la aguja dos puntos porcentuales hacia arriba es indudablemente un progreso. ¿Pero será suficiente para crear todos los empleos necesarios?”, se preguntó Lagarde, para responder contundente: “No”. “Sin embargo, no cabe duda de que es un paso en la dirección correcta si se implementa”, agregó en una entrevista publicada por el Australian Financial Review.
Este fin de semana se desarrollará la cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno del G20, que reúne a 19 países y la Unión Europea (UE), para tratar estos temas. En esta oportunidad el encuentro tendrá lugar en Brisbane, en el noreste de Australia, ciudad que está blindada por un enorme operativo de seguridad. Está previsto que acudan unos 4.000 delegados. Los países que integran el grupo representan más de tres cuartos del comercio global y dos tercios de la población mundial, pero también unos dos tercios de los pobres del mundo.
Con la crisis y la recesión levemente controlada, pero sin una expansión saludable a la vista, el principal objetivo del G20 en esta cumbre vuelve a ser un crecimiento sostenible, equilibrado y resistente, pero sobretodo crear empleo.
El panorama no es alentador. Los Estados Unidos y el Reino Unido se están recuperando de manera constante, pero Europa se enfrenta a las amenazas de recesión y deflación, Japón está luchando para crecer y las economías emergentes de Asia y América del Sur se están desacelerando.
Casi todos enfrentan desafíos similares: necesitan aumentar la productividad y reducir el desempleo. Hay 62 millones de empleos menos en el mundo a causa de la crisis de los últimos años, según un documento previo del G20. Brisbane propondrá que cada país diseñe sus estrategias para conseguir que se concreten estos objetivos.
Los mandatarios de los estados europeos son los que llegan con mayor preocupación, ya que las políticas de ajuste implementadas no dieron los resultados esperados. Hay países donde la tasa de desocupación sigue siendo abrumadora. El caso principal es Grecia, con un 26 %, pero muy cerca está España, con un 24%.
Otros países europeos, que si bien no están en una situación tan crítica como los dos anteriores, muestran también el deterioro del mercado laboral. Una potencia económica como Italia supera el 12% de desocupación, mientras que Portugal se acerca al 14%. Y Francia, que era uno de los motores de la economía regional, tiene una tasa por encima del 10%.
A este problema es al que sugestivamente hizo referencia Lagarde, para advertir sobre la necesidad de adoptar políticas urgentes. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ya había anticipado que si no había un crecimiento sostenido de la economía mundial, el desempleo aumentará en otros 75 millones de acá al 2018.
Guy Ryder, director general del la OIT, precisó que el déficit de trabajo mundial, que comenzó durante el momento más álgido de la crisis financiera, no sólo no disminuye, sino que se incrementa paulatinamente. Para revertir esta situación, dijo, deben generarse muchos más empleos, invertir en infraestructura y apoyar a las pequeñas empresas.
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