Las multas suman 1060 millones de pesos. Foto: Archivo
El viernes por la noche, a horas desusadas para esa clase de trámites, ocho de las 11 fabricantes de automotores en la Argentina recibieron la notificación de que la Secretaría de Comercio decidió multarlos porque supuestamente acordaron precios en perjuicio de los consumidores en las ventas de vehículos en Tierra del Fuego, según pudo saber LA NACION de fuentes del sector.
Los montos son muy significativos. La resolución 271 de la secretaría a cargo de Augusto Costa multó con 150 millones de pesos a Fiat, Ford, General Motors, PSA (Peugeot y Citroën), Renault y Volkswagen. A Toyota por 104 millones y a Honda por 56 millones.
La acusación es por operaciones con ventas de autos, lo que dejó fuera a las fabricantes de camiones Iveco y Scania, y también a la división de pesados de Mercedes-Benz.
Mercedes también quedó eximida de la sanción por las operaciones de automóviles, ya que es la única que vende unidades de alta gama en la isla, donde Audi y BMW no tienen representación y tampoco están alcanzadas por la sanción. Mal podría la marca de la estrella acordar precios con quienes no son sus competidores.
En las compañías, la medida resultó muy desalentadora y avisaron que apelarán a la Justicia. Como se trata de un proceso que comenzó antes de las últimas modificaciones a la ley, consideran que no deberán pagar primero para recurrir la medida, que no dudaron en calificar de «absurda». Ejecutivos muy enojados dijeron que la decisión «no tiene ni sentido ni fundamento alguno», que generará enormes desprestigio y daños a las operaciones locales y «alejará por completo las pocas inversiones que todavía estaban disponibles para el país».
La isla de Tierra del Fuego goza de un régimen especial fijado por la ley 19.640, que establece que los cero kilómetro que allí se venden no pagan IVA, ni impuestos internos y tampoco los aranceles de importación, cuando los hay. Las cargas tributarias pueden ir del 54 al 76% del precio al público en el continente e incluso más, dicen en el sector.
Hace siete años, un estudio jurídico fueguino comenzó a alentar a los que compraron unidades desde 2002 a hacer demandas judiciales. El argumento era que supuestamente las concesionarias cobraban los mismos valores que regían en el continente y se quedaban con los montos de los impuestos que no debían cobrar.
Este año, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, con su resolución 42, involucró también a las terminales e importadores.
Pero la multa de ayer, dicen los afectados, no es por este tema -y excluye a los concesionarios-, sino porque, según Costa, las terminales actuaron de común acuerdo para fijar precios mayores que los que surgirían de la competencia.
Entre los multados dicen que los parámetros usados para determinar que hubo cartelización no tiene racionalidad. «Han utilizado comparaciones de precios cobrados por las mismas unidades en exportaciones a Brasil, como si los costos y otros factores fueran los mismos». El Gobierno habría buscado con las ventas al exterior parámetros de comparación, ya que las ventas al extranjero son también libres de impuestos, con la excepción de las retenciones, claro, lo cual ya establece una diferencia. Las unidades vendidas en Tierra del Fuego no son afectadas por «derechos de exportación». Pero además, dicen los técnicos de las compañías, los precios de Tierra del Fuego son al público, mientras que las ventas a Brasil son los pactados entre las compañías y no incluyen, por ejemplo, el margen de los concesionarios. Por todo ello, confían, lograrán revertir la decisión en la Justicia, pero creen que el daño «es enorme».
Relatan que para litigar hay que pagar la tasa de Justicia, que no es otra cosa que un porcentaje de los enormes montos involucrados. Además, mientras se mantiene el pleito, las sumas deben ser previsionadas en los balances como pasivos contingentes, ante la eventualidad de que un fallo adverso obligue a pagar. Eso castiga aún más los balances de un sector que estuvo este año una caída fenomenal de las ventas.
También, explican las fuentes, «se produce un daño tremendo a la reputación porque las compañías multinacionales deben reportar que sufren estos procesos en las bolsas donde cotizan sus acciones».
En el sector están seguros de que la operación fue calculada para que se genere «una fuerte novedad en el frente económico que saque del foco el fracaso del canje de Boden 2015 y colocación de Boden 2024» que intentó, con calamitoso resultado, el ministro Axel Kicillof.
VW celebra, pero vaticinaun 2015 arduo
Incluso en un año difícil, la filial local de Volkswagen encontró motivos para celebrar. La firma alemana festejó que sus números hayan caído menos que los del mercado en general y que, así, haya aumentado su porcentaje de participación.
El presidente de Volkswagen Argentina, Josef Fidelis Senn, sostuvo que 2014 ha sido un año difícil y no se animó a vaticinar mejoras para el año próximo, en una actividad que -señaló- sufrió por diversos factores. Destacó que la producción, exportación y ventas locales fueron muy afectadas por la modificación del tipo de cambio y otras causas.
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