Roberto Feletti directamente desacreditó a la presidenta del Banco Central y desautorizó buena parte de los argumentos que había expuesto el miércoles en el Parlamento Mercedes Marcó del Pont. El diputado ayer esperó el final de la reunión y comunicó: “Vamos a introducir un cambio al proyecto que envió el Banco Central.” Y su anunció fue impactante: “Ampliamos al doble la financiación que el BCRA le puede otorgar al Tesoro.”Feletti adujo órdenes de la Casa Rosada y precisó: “Cambiamos el artículo 20 y autorizamos a duplicar el nivel de adelantos transitorios que anualmente el BCRA puede entregar al Palacio de Hacienda.” Hasta ahora, la autoridad monetaria podía girar fondos con un límite máximo: el 10% de la recaudación tributaria. Ahora se duplica y se amplía al 20%. En otras palabras: podría llegar a generar un financiamiento adicional para la Casa Rosada de la friolera mínima de 10.000 millones de dólares.
La propuesta cambió la redacción original del artículo 20 y dejó desairada a Marcó del Pont.
En la exposición reservada del día anterior, la jefa del BCRA taxativamente negó que ese artículo fuera a tener cambios. Así lo afirmó Marcó del Pont: “Acá no hay una actitud aviesa de aumentar la financiación del Estado.” Fue la respuesta inicial a las inflexibles consultas de los diputados más activos de la oposición, como Alfonso Prat Gay y Claudio Lozano.
La banquera avanzó y respondió: “De nada deben preocuparse, porque no cambiamos ni una letra del articulo 20 que fija los límites para financiar a la Tesorería.” El brutal desaire de Feletti a Marcó del Pont obedecería a un pase de facturas que propició Amado Boudou. El vicepresidente –en desgracia por el escándalo de Ciccone – está molesto por el espaldarazo que Cristina Kirchner le dio a la jefa del BCRA.
Pero la impericia política con la que actuó Feletti desnudó las intenciones políticas reales que tienen los importantes cambios en la carta del Banco Central. Estas serían:Flexibilizar los límites para financiar al Tesoro , ahora que se esfumó el superávit y las cuentas están en colorado.
Aumentar la emisión monetaria , para tratar de mantener el consumo doméstico, ahora que tiene signos de agotamiento.
Utilizar más dólares de las reservas , ahora que es evidente la faltante de divisas en la economía.
El Gobierno confirmó esta trama secreta de la reforma. En privado, admite que son medidas para diferir los ajustes e intentar revertir la evidente desaceleración económica. En la intimidad de la reunión, Marcó del Pont les dijo a los legisladores: “Son estas medidas o un ajuste.” Feletti justificó abrir el grifo financiero al Tesoro para enfrentar un período de recesión. La urgencia obedece a que todas las estadísticas –aun el INDEC– confirman que desde octubre cayó el ritmo de crecimiento y la meseta puede ser peor en el otoño. La cuestión encendió alarma en la Quinta de Olivos: l a desaceleración convive con una caída en las encuestas de la Presidenta.
El plan oficial es “calentar” la economía para revertir el deterioro en la imagen presidencial, aun a costa de problemas mayores para el futuro .
Pero se utilizan argumentos contradictorios. Se dijo que se siguen cambios que utilizan otros países y se puso de ejemplo – entre otros – a Ecuador, donde todavía su billete esta atado a la suerte del dólar. Brasil, México y Chile hicieron cambios en las Cartas Orgánicas de sus bancos centrales, pero en sentido inverso : no usan divisas, reivindicaron la independencia y sólo fortalecieron el control de sus Bancos Centrales sobre el sistema financiero.
En Buenos Aires, la Superintendencia de Bancos perdió jerarquía y autonomía.
También en Wall Street impactó la noticia, porque el proyecto de cambio de la Carta del BCRA deshilacha el argumento central que tuvo Argentina en la última década para enfrentar a los fondos buitres.
Los escritos de los abogados del estudio Cleary Gottlieb, Steen & Hamilton siempre adujeron que las reservas eran inembargables porque no eran propiedad del Estado Argentino, que el Banco Central era autónomo y las reservas estaban comprometidas porque respaldaban la base monetaria. Ahora, estos argumentos se caerían y la reforma abriría nuevos reclamos de los fondos buitres . El texto de la reforma que se aprobó ayer intenta incluir una serie de consideraciones para cubrir esta nueva endeblez jurídica en el exterior.
Esta fragilidad se registra cuando el juez Thomas Griesa se manifestó, en su el último fallo, muy contrariado con la actitud Argentina de no pagar las deudas y tampoco tener un programa para salir en forma definitiva del default. En la última audiencia, Griesa apabulló al aturdido abogado de Argentina , Carmine Boccuzzi, con el argumento de que Argentina pasó la crisis y tiene dólares para salir del default. “Tengo la impresión, dijo Griesa, de que Argentina ahora tiene los recursos para hacer un plan de pago.” Y mirándolo, intimó a Boccuzzi: “ No escucho nada constructivo de usted, ni de su gobierno para salir de este lío .” Argentina admitió, en un informe secreto que entregó a la SEC de EE.UU., con la firma de Hernán Lorenzino, una deuda total en default de la friolera de 34.285 millones de dólares . La posición de Griesa es similar a la que existe en la Casa Blanca. Hace cuatro meses, en noviembre, Barack Obama le pidió a la Presidenta que Argentina cancele los nuevos fallos del CIADI. El incumplimiento de la promesa activó a los duros de Washington y dejó como saldo la pobre visita de Roberta Jacobson. La subsecretaria de Asuntos Interamericanos dejó un mensaje: “No tendrán problemas, mientras no nos pidan plata.” Copyright Clarín, 2012.
La propuesta cambió la redacción original del artículo 20 y dejó desairada a Marcó del Pont.
En la exposición reservada del día anterior, la jefa del BCRA taxativamente negó que ese artículo fuera a tener cambios. Así lo afirmó Marcó del Pont: “Acá no hay una actitud aviesa de aumentar la financiación del Estado.” Fue la respuesta inicial a las inflexibles consultas de los diputados más activos de la oposición, como Alfonso Prat Gay y Claudio Lozano.
La banquera avanzó y respondió: “De nada deben preocuparse, porque no cambiamos ni una letra del articulo 20 que fija los límites para financiar a la Tesorería.” El brutal desaire de Feletti a Marcó del Pont obedecería a un pase de facturas que propició Amado Boudou. El vicepresidente –en desgracia por el escándalo de Ciccone – está molesto por el espaldarazo que Cristina Kirchner le dio a la jefa del BCRA.
Pero la impericia política con la que actuó Feletti desnudó las intenciones políticas reales que tienen los importantes cambios en la carta del Banco Central. Estas serían:Flexibilizar los límites para financiar al Tesoro , ahora que se esfumó el superávit y las cuentas están en colorado.
Aumentar la emisión monetaria , para tratar de mantener el consumo doméstico, ahora que tiene signos de agotamiento.
Utilizar más dólares de las reservas , ahora que es evidente la faltante de divisas en la economía.
El Gobierno confirmó esta trama secreta de la reforma. En privado, admite que son medidas para diferir los ajustes e intentar revertir la evidente desaceleración económica. En la intimidad de la reunión, Marcó del Pont les dijo a los legisladores: “Son estas medidas o un ajuste.” Feletti justificó abrir el grifo financiero al Tesoro para enfrentar un período de recesión. La urgencia obedece a que todas las estadísticas –aun el INDEC– confirman que desde octubre cayó el ritmo de crecimiento y la meseta puede ser peor en el otoño. La cuestión encendió alarma en la Quinta de Olivos: l a desaceleración convive con una caída en las encuestas de la Presidenta.
El plan oficial es “calentar” la economía para revertir el deterioro en la imagen presidencial, aun a costa de problemas mayores para el futuro .
Pero se utilizan argumentos contradictorios. Se dijo que se siguen cambios que utilizan otros países y se puso de ejemplo – entre otros – a Ecuador, donde todavía su billete esta atado a la suerte del dólar. Brasil, México y Chile hicieron cambios en las Cartas Orgánicas de sus bancos centrales, pero en sentido inverso : no usan divisas, reivindicaron la independencia y sólo fortalecieron el control de sus Bancos Centrales sobre el sistema financiero.
En Buenos Aires, la Superintendencia de Bancos perdió jerarquía y autonomía.
También en Wall Street impactó la noticia, porque el proyecto de cambio de la Carta del BCRA deshilacha el argumento central que tuvo Argentina en la última década para enfrentar a los fondos buitres.
Los escritos de los abogados del estudio Cleary Gottlieb, Steen & Hamilton siempre adujeron que las reservas eran inembargables porque no eran propiedad del Estado Argentino, que el Banco Central era autónomo y las reservas estaban comprometidas porque respaldaban la base monetaria. Ahora, estos argumentos se caerían y la reforma abriría nuevos reclamos de los fondos buitres . El texto de la reforma que se aprobó ayer intenta incluir una serie de consideraciones para cubrir esta nueva endeblez jurídica en el exterior.
Esta fragilidad se registra cuando el juez Thomas Griesa se manifestó, en su el último fallo, muy contrariado con la actitud Argentina de no pagar las deudas y tampoco tener un programa para salir en forma definitiva del default. En la última audiencia, Griesa apabulló al aturdido abogado de Argentina , Carmine Boccuzzi, con el argumento de que Argentina pasó la crisis y tiene dólares para salir del default. “Tengo la impresión, dijo Griesa, de que Argentina ahora tiene los recursos para hacer un plan de pago.” Y mirándolo, intimó a Boccuzzi: “ No escucho nada constructivo de usted, ni de su gobierno para salir de este lío .” Argentina admitió, en un informe secreto que entregó a la SEC de EE.UU., con la firma de Hernán Lorenzino, una deuda total en default de la friolera de 34.285 millones de dólares . La posición de Griesa es similar a la que existe en la Casa Blanca. Hace cuatro meses, en noviembre, Barack Obama le pidió a la Presidenta que Argentina cancele los nuevos fallos del CIADI. El incumplimiento de la promesa activó a los duros de Washington y dejó como saldo la pobre visita de Roberta Jacobson. La subsecretaria de Asuntos Interamericanos dejó un mensaje: “No tendrán problemas, mientras no nos pidan plata.” Copyright Clarín, 2012.