La salida del cepo no fue ni podía ser gratuita. Fue acompañada de la devaluación del peso, la reducción y eliminación de las retenciones, la suba de la tasa de interés y un salto inflacionario, en especial en alimentos. Y se financia con más aumento de la deuda pública, por encima de los U$S 251.000 millones que dejó Cristina Kirchner, y a una alta tasa de interés.
Entre enero y septiembre de 2015, con Axel Kicillof en el Ministerio de Economía, la deuda pública total aumentó en US$ 18.211 millones, con un fuerte incremento de la tasa de interés. La deuda pasó de US$ 221.748 millones a US$ 239.959 millones, que incorporó más bonos en dólares a 5 años al 8% anual y a 10 años al 8,75% anual.
Esa deuda no incluye los bonos en manos de los fondos buitre y otros holdouts y que Economía calcula en U$S 11.549 millones. Eso elevó la deuda a US$ 251.508 millones.
Ya con Alfonso de Prat Gay en Economía, hasta ahora se aprobó una emisión de bonos para importadores BONAR 2016 por hasta U$S 5.000 millones al 6% anual, de los cuales en una primera licitación se adjudicaron U$S 1.046 millones.
También se aprobó una emisión de Bonar 2017 por hasta $ 7.500 millones, se convirtió una parte del swap con China en dólares (por U$S 3.086 millones) y se reemplazó parte de la deuda con el Banco Central documentada en Letras Intransferibles vencidas y a vencer por U$S 16.000 millones por Bonos por U$S 13.600 millones con vencimientos 2022, 2025 y 2027 con tasas del 7,75 y 7,875% anuales que servirían como garantía para un crédito puente de entre U$S 15.000 y U$S 25.000 millones con Bancos Internacionales.
Con este canje hay una quita de capital de U$S 2.400 millones en beneficio del Tesoro y en detrimento del Banco Central y también un incremento de la tasa de interés a pagar en dólares que eleva el costo financiero final del Gobierno en unos U$S 10.000 millones.
Está pendiente la emisión de bonos para las empresas que no giraron utilidades – otros U$S 10.000 millones—y lo que se negocie con los fondos buitres y demás bonistas que no aceptaron los canjes anteriores lo que podría sumar otros entre U$S 15.000 y U$S 20.000 millones. Y la colocación de más deuda para terminar de financiar el déficit fiscal récord de 2015, el de este año y refinanciar los vencimientos de 2016 que suman más de U$S 7.000 millones.
También habrá que agregar los bonos de deuda que emitan las Provincias. Por ejemplo, el proyecto de Presupuesto 2016 de la Provincia Buenos Aires tiene un pedido de endeudamiento por $ 108.000 millones que finalmente podría ser aprobado por un monto un poco menor.
Entre enero y septiembre de 2015, con Axel Kicillof en el Ministerio de Economía, la deuda pública total aumentó en US$ 18.211 millones, con un fuerte incremento de la tasa de interés. La deuda pasó de US$ 221.748 millones a US$ 239.959 millones, que incorporó más bonos en dólares a 5 años al 8% anual y a 10 años al 8,75% anual.
Esa deuda no incluye los bonos en manos de los fondos buitre y otros holdouts y que Economía calcula en U$S 11.549 millones. Eso elevó la deuda a US$ 251.508 millones.
Ya con Alfonso de Prat Gay en Economía, hasta ahora se aprobó una emisión de bonos para importadores BONAR 2016 por hasta U$S 5.000 millones al 6% anual, de los cuales en una primera licitación se adjudicaron U$S 1.046 millones.
También se aprobó una emisión de Bonar 2017 por hasta $ 7.500 millones, se convirtió una parte del swap con China en dólares (por U$S 3.086 millones) y se reemplazó parte de la deuda con el Banco Central documentada en Letras Intransferibles vencidas y a vencer por U$S 16.000 millones por Bonos por U$S 13.600 millones con vencimientos 2022, 2025 y 2027 con tasas del 7,75 y 7,875% anuales que servirían como garantía para un crédito puente de entre U$S 15.000 y U$S 25.000 millones con Bancos Internacionales.
Con este canje hay una quita de capital de U$S 2.400 millones en beneficio del Tesoro y en detrimento del Banco Central y también un incremento de la tasa de interés a pagar en dólares que eleva el costo financiero final del Gobierno en unos U$S 10.000 millones.
Está pendiente la emisión de bonos para las empresas que no giraron utilidades – otros U$S 10.000 millones—y lo que se negocie con los fondos buitres y demás bonistas que no aceptaron los canjes anteriores lo que podría sumar otros entre U$S 15.000 y U$S 20.000 millones. Y la colocación de más deuda para terminar de financiar el déficit fiscal récord de 2015, el de este año y refinanciar los vencimientos de 2016 que suman más de U$S 7.000 millones.
También habrá que agregar los bonos de deuda que emitan las Provincias. Por ejemplo, el proyecto de Presupuesto 2016 de la Provincia Buenos Aires tiene un pedido de endeudamiento por $ 108.000 millones que finalmente podría ser aprobado por un monto un poco menor.