Aunque advierte “un aprovechamiento del kirchnerismo”, el Gobierno mira “con atención” la marcha que movimientos sociales, con la adhesión del triunvirato unificado de la CGT, harán hoy al Congreso, en reclamo de la aprobación de la ley de emergencia social.
Si bien la movilización está atada al tratamiento parlamentario del proyecto, en la previa el Gobierno se esforzó por dividir las aguas: “Una cosa es el reclamo genuino de las organizaciones, al cual adherimos y consideramos lógico, si tenemos en cuenta que nosotros mismos anunciamos que la pobreza es del 32%. Y otro es el aprovechamiento del kirchnerismo, que mete la cuña con un proyecto que no soluciona nada”, apuntaron fuentes oficiales ante la consulta de Clarín.
En efecto, la iniciativa, que cuenta con media sanción del Senado y ya fue girada a Diputados, fue impulsada en el Congreso por el ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, Juan Manuel Abal Medina; y por la senadora K Teresita Luna. Pero también fue suscripto por Jaime Linares, del GEN, el partido liderado por Margarita Stolbizer. Y, además, cuenta con el aval de los movimientos sociales.
Precisamente, en la reunión de coordinación de Gobierno, que encabezó ayer el Presidente, el proyecto fue uno de los temas de debate. “Es un proyecto voluntarioso, pero que no resuelve el problema. Ojalá pudiéramos crear un millón de puestos de trabajo a través de una ley. Pero ese no es el camino”, razonaron en Balcarce 50.
A diferencia de otros temas, en el Gabinete hay unanimidad respecto a cómo debe reaccionar el Gobierno ante la marcha. “No nos tenemos que dejar correr por el kirchnerismo. Estuvieron diez años y no hicieron nada. Tenemos que seguir dialogando con los movimientos sociales”, expuso un ministro a este diario.
En ese sentido, luego de oficializar del bono para estatales nacionales, el Gobierno apunta a avanzar el lunes con los dos frentes que tiene abiertos en su intención de cerrar el año “en paz”. Por eso, para descomprimir, la ministra Carolina Stanley esperará a los movimientos sociales con una oferta, en la reunión que mantendrán en Desarrollo Social. El adicional de $200 por cada hijo por grupo familiar que recibe la AUH -que se sumará a los $1.000 que ya les garantizó el Gobierno-, y un “aguinaldo social”, del 50% del haber, para los que cobran un plan trabajar (Argentina Trabaja y Ellas Hacen).
Stanley transmitirá en esa mesa el mensaje que repiten los principales funcionarios en la Casa Rosada: “Esperamos que los movimientos no dejen que se politice más el tema”.
Ese encuentro será a la tarde, luego de la segunda reunión de Diálogo por la Producción y el Trabajo, en la que el Gobierno aspira a que los gremios y empresarios acuerden el bono para privados.
Ayer, el Presidente evitó aludir a la marcha. En cambio, encomendó esa tarea al ministro de Modernización Andrés Ibarra, quien lo acompañó por la mañana -junto a Jorge Lemus (Salud)- en el acto en el Hospital Garrahan. “Estamos en democracia. Cada uno es libre y tiene todo el derecho a manifestarse. Igual creo que hemos dado muchas muestras del nivel de preocupación social que tiene el Gobierno”, dijo el funcionario ante Clarín.
En el Gobierno preocupa la magnitud de la marcha. “Somos responsables de un Gobierno nacional y vamos a mirar con objetividad lo que sucede”, sostuvo.
En línea con lo que dijo en público Ibarra, en el Gobierno admiten que esperan una manifestación “importante”. “Las organizaciones sociales mueven mucha gente, pero además van a ir los gremios y el kirchnerismo, que quiere presentar el tema como una medida contra el Gobierno”, expuso un alto funcionario.
Si bien la movilización está atada al tratamiento parlamentario del proyecto, en la previa el Gobierno se esforzó por dividir las aguas: “Una cosa es el reclamo genuino de las organizaciones, al cual adherimos y consideramos lógico, si tenemos en cuenta que nosotros mismos anunciamos que la pobreza es del 32%. Y otro es el aprovechamiento del kirchnerismo, que mete la cuña con un proyecto que no soluciona nada”, apuntaron fuentes oficiales ante la consulta de Clarín.
En efecto, la iniciativa, que cuenta con media sanción del Senado y ya fue girada a Diputados, fue impulsada en el Congreso por el ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, Juan Manuel Abal Medina; y por la senadora K Teresita Luna. Pero también fue suscripto por Jaime Linares, del GEN, el partido liderado por Margarita Stolbizer. Y, además, cuenta con el aval de los movimientos sociales.
Precisamente, en la reunión de coordinación de Gobierno, que encabezó ayer el Presidente, el proyecto fue uno de los temas de debate. “Es un proyecto voluntarioso, pero que no resuelve el problema. Ojalá pudiéramos crear un millón de puestos de trabajo a través de una ley. Pero ese no es el camino”, razonaron en Balcarce 50.
A diferencia de otros temas, en el Gabinete hay unanimidad respecto a cómo debe reaccionar el Gobierno ante la marcha. “No nos tenemos que dejar correr por el kirchnerismo. Estuvieron diez años y no hicieron nada. Tenemos que seguir dialogando con los movimientos sociales”, expuso un ministro a este diario.
En ese sentido, luego de oficializar del bono para estatales nacionales, el Gobierno apunta a avanzar el lunes con los dos frentes que tiene abiertos en su intención de cerrar el año “en paz”. Por eso, para descomprimir, la ministra Carolina Stanley esperará a los movimientos sociales con una oferta, en la reunión que mantendrán en Desarrollo Social. El adicional de $200 por cada hijo por grupo familiar que recibe la AUH -que se sumará a los $1.000 que ya les garantizó el Gobierno-, y un “aguinaldo social”, del 50% del haber, para los que cobran un plan trabajar (Argentina Trabaja y Ellas Hacen).
Stanley transmitirá en esa mesa el mensaje que repiten los principales funcionarios en la Casa Rosada: “Esperamos que los movimientos no dejen que se politice más el tema”.
Ese encuentro será a la tarde, luego de la segunda reunión de Diálogo por la Producción y el Trabajo, en la que el Gobierno aspira a que los gremios y empresarios acuerden el bono para privados.
Ayer, el Presidente evitó aludir a la marcha. En cambio, encomendó esa tarea al ministro de Modernización Andrés Ibarra, quien lo acompañó por la mañana -junto a Jorge Lemus (Salud)- en el acto en el Hospital Garrahan. “Estamos en democracia. Cada uno es libre y tiene todo el derecho a manifestarse. Igual creo que hemos dado muchas muestras del nivel de preocupación social que tiene el Gobierno”, dijo el funcionario ante Clarín.
En el Gobierno preocupa la magnitud de la marcha. “Somos responsables de un Gobierno nacional y vamos a mirar con objetividad lo que sucede”, sostuvo.
En línea con lo que dijo en público Ibarra, en el Gobierno admiten que esperan una manifestación “importante”. “Las organizaciones sociales mueven mucha gente, pero además van a ir los gremios y el kirchnerismo, que quiere presentar el tema como una medida contra el Gobierno”, expuso un alto funcionario.
