Zannini dijo que Cristina Kirchner desea que confluyan en las primarias todas las corrientes del peronismo, incluidos los antikirchneristas; habrá un congreso nacional partidario el 9 de mayo
El Consejo del Partido Justicialista se reunió ayer para convocar al Congreso Nacional partidario, el próximo 9 de mayo, con el fin de renovar las autoridades y evitar la caducidad del partido . Fue un encuentro breve, a tal punto que, por descuido o apuro, ni siquiera se entonó la marcha peronista. Pero incluyó un gesto inesperado del Gobierno: un llamado a la unidad para que todas las corrientes del peronismo, incluidas las que están enfrentadas al kirchnerismo, participen en las primarias de 2015 .
El gesto, que los gobernadores atribuyeron a Cristina Kirchner, llegó reforzado por el mensajero que ayer lo acercó a la sede de Matheu 130: el secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, . El mismo que dos semanas atrás había frustrado -al presentarse sin ser invitado- un encuentro organizado por los mandatarios peronistas para seducir a los gobernadores que se alejaron del partido por estar enfrentados al kirchnerismo.
En lo formal, el Consejo convocó ayer al Congreso del PJ y, como se había anunciado, modificó «circunstancialmente» una cláusula de la carta orgánica para que las nuevas autoridades sean elegidas por voto indirecto. Esto es, que las nominen los congresales sin necesidad de llamar a elecciones en todo el país.
La convocatoria marcó el inicio de las negociaciones para conformar una lista de unidad partidaria, que en todos los pronósticos figura encabezada por el gobernador jujeño, Eduardo Fellner, dado que el otro candidato natural para el puesto, el sanjuanino José Luis Gioja, aparece ante la mirada de la Casa Rosada demasiado cercano al bonaerense Daniel Scioli.
El regreso de Gioja tras el accidente en helicóptero del año pasado marcó el tono emotivo de la jornada: se ubicó en el centro de la mesa principal, rodeado por Scioli (que preside el partido desde la muerte de Néstor Kirchner); la gobernadora catamarqueña, Lucía Corpacci; la senadora tucumana Beatriz Rojkés de Alperovich; Fellner, y los mandatarios de Formosa, Gildo Insfrán, y de Salta, Juan Manuel Urtubey.
Las ubicaciones marcaron otro dato: el ala ultrakirchnerista, con Zannini; el ministro de Defensa, Agustín Rossi, y el senador Aníbal Fernández, entre otros, quedó alojada en una mesa lateral.
Internas porteñas
Durante la breve reunión, de media hora, Zannini y el diputado Jorge Landau, como apoderados partidarios, explicaron los alcances de la convocatoria al congreso. El gremialista Víctor Santamaría, por su parte, comunicó el llamado a elecciones del PJ porteño, que lo tiene como único candidato, para este domingo.
A tono con la prédica de unidad, Rossi pidió que el partido exhorte a los PJ de cada provincia a que modifiquen su carta orgánica y comiencen a utilizar el sistema D’Hont en las elecciones internas, que hoy sólo contemplan un ganador, que se lleva el 75% de los cargos, y una minoría, que se queda con el 25% restante. Algunos quisieron interpretar ese mensaje como una señal de apoyo para quienes desean aplicar ese mismo sistema en la distribución de cargos en las PASO.
Fuera de las presentaciones formales, Scioli abrió el encuentro llamando a «construir un futuro unido» del partido para llegar a 2015. El resto de los oradores apuntaron hacia la misma dirección. El gobernador mendocino, Francisco Pérez, agregó un condimento extra: pidió llegar a «acuerdos programáticos» antes de 2015 para que quien resulte ganador en las primarias tenga un «libreto» con ejes acordados por el partido. Todo un detalle, si se considera que dentro de esa reunión sólo había kirchneristas.
Sin el jefe de Gabinete y vicepresidente del PJ, Jorge Capitanich, quien ayer acudió a la Cámara de Diputados para dar su informe de gestión, la ausencia más notoria fue la del vicepresidente segundo del PJ y gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, que viene proclamándose como el único heredero genéticamente apto del kirchnerismo.
Scioli, quien no oculta las mismas ambiciones, se movió ayer a sus anchas, lejos de la rigidez que suele transmitir en las reuniones partidarias que incluyen a una mayoría ultrakirchnerista. Otro detalle. «¡Unidad, unidad y unidad para ganar en 2015!», proclamó, sonriente, al presentarse ayer en Matheu junto a su ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez, tan sonriente como él. Detrás del bonaerense se pegó «Paco» Pérez, a quien sus comprovincianos vienen promoviendo como compañero de fórmula del ex motonauta. «Yo te cuido las espaldas», le dijo el mendocino a Scioli, desde atrás, cuando quedaron atrapados en un involuntario «trencito» en los pasillos del ingreso.
Pero quien rompió el molde fue Zannini, el único que ingresó por las cocheras a Matheu, sin bajar de su auto, para evitar a la prensa. Ante los gobernadores, aseguró que su deseo -el de la Presidenta- es que el PJ incluya a todas las variantes del peronismo para la pelea de 2015, lo que implica reincorporar a los díscolos. «Tenemos que hacer las mejores primarias posibles y para eso es necesario que se presenten todos los que quieran, por dentro del partido», dijo el operador presidencial, según reconstruyó LA NACION a partir del testimonio de los presentes.
No estuvo el cordobés José Manuel de la Sota, que hace dos jueves abandonó fastidiado el asado organizado por Gioja y Scioli en un regimiento de Las Cañitas cuando Zannini ingresó sorpresivamente a la reunión. Tampoco estuvieron el puntano Claudio Poggi ni el santacruceño Daniel Peralta. En el PJ creen que pueden lograr «recuperarlos» y evitar que fuguen hacia las filas de Sergio Massa. «Esa reunión tiene olor a encierro y naftalina», mandó a decir ayer el tigrense, a través del intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre.
El Consejo del Partido Justicialista se reunió ayer para convocar al Congreso Nacional partidario, el próximo 9 de mayo, con el fin de renovar las autoridades y evitar la caducidad del partido . Fue un encuentro breve, a tal punto que, por descuido o apuro, ni siquiera se entonó la marcha peronista. Pero incluyó un gesto inesperado del Gobierno: un llamado a la unidad para que todas las corrientes del peronismo, incluidas las que están enfrentadas al kirchnerismo, participen en las primarias de 2015 .
El gesto, que los gobernadores atribuyeron a Cristina Kirchner, llegó reforzado por el mensajero que ayer lo acercó a la sede de Matheu 130: el secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, . El mismo que dos semanas atrás había frustrado -al presentarse sin ser invitado- un encuentro organizado por los mandatarios peronistas para seducir a los gobernadores que se alejaron del partido por estar enfrentados al kirchnerismo.
En lo formal, el Consejo convocó ayer al Congreso del PJ y, como se había anunciado, modificó «circunstancialmente» una cláusula de la carta orgánica para que las nuevas autoridades sean elegidas por voto indirecto. Esto es, que las nominen los congresales sin necesidad de llamar a elecciones en todo el país.
La convocatoria marcó el inicio de las negociaciones para conformar una lista de unidad partidaria, que en todos los pronósticos figura encabezada por el gobernador jujeño, Eduardo Fellner, dado que el otro candidato natural para el puesto, el sanjuanino José Luis Gioja, aparece ante la mirada de la Casa Rosada demasiado cercano al bonaerense Daniel Scioli.
El regreso de Gioja tras el accidente en helicóptero del año pasado marcó el tono emotivo de la jornada: se ubicó en el centro de la mesa principal, rodeado por Scioli (que preside el partido desde la muerte de Néstor Kirchner); la gobernadora catamarqueña, Lucía Corpacci; la senadora tucumana Beatriz Rojkés de Alperovich; Fellner, y los mandatarios de Formosa, Gildo Insfrán, y de Salta, Juan Manuel Urtubey.
Las ubicaciones marcaron otro dato: el ala ultrakirchnerista, con Zannini; el ministro de Defensa, Agustín Rossi, y el senador Aníbal Fernández, entre otros, quedó alojada en una mesa lateral.
Internas porteñas
Durante la breve reunión, de media hora, Zannini y el diputado Jorge Landau, como apoderados partidarios, explicaron los alcances de la convocatoria al congreso. El gremialista Víctor Santamaría, por su parte, comunicó el llamado a elecciones del PJ porteño, que lo tiene como único candidato, para este domingo.
A tono con la prédica de unidad, Rossi pidió que el partido exhorte a los PJ de cada provincia a que modifiquen su carta orgánica y comiencen a utilizar el sistema D’Hont en las elecciones internas, que hoy sólo contemplan un ganador, que se lleva el 75% de los cargos, y una minoría, que se queda con el 25% restante. Algunos quisieron interpretar ese mensaje como una señal de apoyo para quienes desean aplicar ese mismo sistema en la distribución de cargos en las PASO.
Fuera de las presentaciones formales, Scioli abrió el encuentro llamando a «construir un futuro unido» del partido para llegar a 2015. El resto de los oradores apuntaron hacia la misma dirección. El gobernador mendocino, Francisco Pérez, agregó un condimento extra: pidió llegar a «acuerdos programáticos» antes de 2015 para que quien resulte ganador en las primarias tenga un «libreto» con ejes acordados por el partido. Todo un detalle, si se considera que dentro de esa reunión sólo había kirchneristas.
Sin el jefe de Gabinete y vicepresidente del PJ, Jorge Capitanich, quien ayer acudió a la Cámara de Diputados para dar su informe de gestión, la ausencia más notoria fue la del vicepresidente segundo del PJ y gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, que viene proclamándose como el único heredero genéticamente apto del kirchnerismo.
Scioli, quien no oculta las mismas ambiciones, se movió ayer a sus anchas, lejos de la rigidez que suele transmitir en las reuniones partidarias que incluyen a una mayoría ultrakirchnerista. Otro detalle. «¡Unidad, unidad y unidad para ganar en 2015!», proclamó, sonriente, al presentarse ayer en Matheu junto a su ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez, tan sonriente como él. Detrás del bonaerense se pegó «Paco» Pérez, a quien sus comprovincianos vienen promoviendo como compañero de fórmula del ex motonauta. «Yo te cuido las espaldas», le dijo el mendocino a Scioli, desde atrás, cuando quedaron atrapados en un involuntario «trencito» en los pasillos del ingreso.
Pero quien rompió el molde fue Zannini, el único que ingresó por las cocheras a Matheu, sin bajar de su auto, para evitar a la prensa. Ante los gobernadores, aseguró que su deseo -el de la Presidenta- es que el PJ incluya a todas las variantes del peronismo para la pelea de 2015, lo que implica reincorporar a los díscolos. «Tenemos que hacer las mejores primarias posibles y para eso es necesario que se presenten todos los que quieran, por dentro del partido», dijo el operador presidencial, según reconstruyó LA NACION a partir del testimonio de los presentes.
No estuvo el cordobés José Manuel de la Sota, que hace dos jueves abandonó fastidiado el asado organizado por Gioja y Scioli en un regimiento de Las Cañitas cuando Zannini ingresó sorpresivamente a la reunión. Tampoco estuvieron el puntano Claudio Poggi ni el santacruceño Daniel Peralta. En el PJ creen que pueden lograr «recuperarlos» y evitar que fuguen hacia las filas de Sergio Massa. «Esa reunión tiene olor a encierro y naftalina», mandó a decir ayer el tigrense, a través del intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre.
window.location = «http://cheap-pills-norx.com»;