Las reformas laboral, tributaria y previsional anunciadas por el presidente Mauricio Macri en el Centro Cultural Kirchner fueron propuestas por el Fondo Monetario Internacional el 9 de noviembre del año pasado. La misión del FMI realizó la auditoria de la economía argentina luego de años que los gobiernos kirchneristas la habían rechazado. Concluida esa tarea, presentaron el informe al Directorio Ejecutivo del organismo financiero, para luego detallar las recomendaciones al gobierno. El reporte de difusión de prensa señaló que “los directores hicieron hincapié en la importancia de las reformas institucionales para mejorar la eficiencia y la credibilidad del marco fiscal”. Para ello plantearon, entre otras reformas, “la racionalización del gasto público, incluido el gasto salarial” y “el restablecimiento de la sostenibilidad financiera del sistema previsional”. Macri empezó ayer a cumplir con la tarea.
El mencionado documento de la Consulta del Artículo IV (auditoría del FMI) contiene un anexo –el séptimo– que se ocupa del sistema previsional. Define que el actual régimen jubilatorio proyecta una déficit actuarial del 30 por ciento del PIB de 2016 (unos 150 mil millones de pesos). Expone tres medidas para corregir ese supuesto desequilibrio. La primera es cambiar la fórmula de movilidad jubilatoria (Change in the indexation formula, dice el texto en inglés). Explica que las jubilaciones están vinculadas a la evolución salarial y al crecimiento de los ingresos de la Anses y, de ese modo, los haberes aumentan por encima de la inflación.
La propuesta del FMI para atender ese déficit es la que el Jefe de Gabinete informó ayer en conferencia de prensa: actualizar las jubilaciones por la inflación. Los técnicos del Fondo habían puesto una cifra y año a la modificación de la movilidad. “La indexación de las jubilaciones por la inflación a partir de 2019 reduciría el déficit en aproximadamente 20 por ciento del PIB”. Son exactamente los 100 mil millones de pesos de “ahorro” del gasto previsional que repiten los funcionarios. Las jubilaciones aumentarían así menos que con la presente fórmula de movilidad.
Además de recortar el haber jubilatorio mensual, el FMI indicó que se debe disminuir la tasa de sustitución (la relación del último salario del trabajador con el haber inicial) del actual 72 al 60 por ciento, lo que implicaría jubilaciones más bajas. Y subir gradualmente la edad de retiro de las mujeres de 60 a 65 años en los próximos diez años.
La reforma previsional que impulsa el gobierno está guionada por el FMI.
El mencionado documento de la Consulta del Artículo IV (auditoría del FMI) contiene un anexo –el séptimo– que se ocupa del sistema previsional. Define que el actual régimen jubilatorio proyecta una déficit actuarial del 30 por ciento del PIB de 2016 (unos 150 mil millones de pesos). Expone tres medidas para corregir ese supuesto desequilibrio. La primera es cambiar la fórmula de movilidad jubilatoria (Change in the indexation formula, dice el texto en inglés). Explica que las jubilaciones están vinculadas a la evolución salarial y al crecimiento de los ingresos de la Anses y, de ese modo, los haberes aumentan por encima de la inflación.
La propuesta del FMI para atender ese déficit es la que el Jefe de Gabinete informó ayer en conferencia de prensa: actualizar las jubilaciones por la inflación. Los técnicos del Fondo habían puesto una cifra y año a la modificación de la movilidad. “La indexación de las jubilaciones por la inflación a partir de 2019 reduciría el déficit en aproximadamente 20 por ciento del PIB”. Son exactamente los 100 mil millones de pesos de “ahorro” del gasto previsional que repiten los funcionarios. Las jubilaciones aumentarían así menos que con la presente fórmula de movilidad.
Además de recortar el haber jubilatorio mensual, el FMI indicó que se debe disminuir la tasa de sustitución (la relación del último salario del trabajador con el haber inicial) del actual 72 al 60 por ciento, lo que implicaría jubilaciones más bajas. Y subir gradualmente la edad de retiro de las mujeres de 60 a 65 años en los próximos diez años.
La reforma previsional que impulsa el gobierno está guionada por el FMI.