No hay objeto más valorado para la sociedad argentina que la casa, fue lo primero que dijo ayer el presidente del Banco Hipotecario, Eduardo Elsztain, al presentar una línea crediticia de $ 1.000 millones para construir, ampliar o terminar la vivienda. Darán hasta $ 500.000 para construcción y $ 250.000 millones para ampliación y/o refacción. El horizonte será de 10 años con una tasa nominal fija del 15,9% anual (lo que representa un costo financiero total del 22% anual) y un esquema de cuotas escalonadas. Esto significa que el interesado podrá obtener el préstamo con los requisitos de un plazo de 20 años y los beneficios de pagarlo en diez, logrando el mayor monto posible y ahorrándose gastos de comisiones, intereses y seguros.
Fernando Rubín, gerente general del Hipotecario, indicó que, para acceder a $ 200.000, se necesitará un ingreso mínimo de $ 10.865 mensuales por grupo familiar, pero no tomarán únicamente como parámetro su salario actual, sino también evaluarán lo que creen que va a ser su evolución en ingresos, tanto por las paritarias como por la suba de sueldo que podrá obtener gracias a su performance.
Además, las personas que inviertan en células hipotecarias tendrán la posibilidad de acceder a un importe de crédito aún mayor. Elsztain recordó que, entre 1920 y 1940, eran el instrumento más operado en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, y era la forma en la que se fondeaba el banco para poder prestar a largo plazo. Por ejemplo, si alguien invierte $ 4.000 en una cédula hipotecaria (puede ser el padre, tío, algún familiar o el propio empleador, por ejemplo), basta un ingreso familiar de $ 8.100 para obtener un préstamo de $ 200.000.
Los clientes de la entidad tendrán sus beneficios, pues los puntos que ganen a través del programa de fidelización los podrán canjear para pagar menos gastos de comisión. Por ejemplo, 1.000 puntos equivalen a $ 100 de comisión.
El anteaño pasado hicimos un programa con el gobierno a una tasa más baja, pero nuestra intención es mantenerlo en el tiempo, que sea en forma constante, que no se trate de un crédito puntual. Con la ANSeS mantenemos una relación muy buena y entiendo que es muy probable que nos acompañen, ya que se trata de un tema de interés para el gobierno, ya que es un motor muy fuerte para el empleo, sostuvo Elsztain, quien remarcó que es difícil dar una línea a 10 años cuando los depósitos son a 30, 60 o 90 días, ya que existe una falta de confianza en la población argentina de ahorrar en pesos.
Mario Blejer, vicepresidente del Hipotecario, coincidió en que el público tiene miedo de ahorrar en el largo plazo. Por eso nuestro objetivo es contribuir a la reconstrucción del sector financiero. Si hay una falla del mercado, la intervención del sector público es necesaria, así que esperemos que el gobierno nos acompañe, apuntó.
Para acceder a este crédito es necesario tener entre 18 y 65 años, contar con ingresos netos demostrables por un valor no menor de $ 3.200 por grupo familiar, contra con un año de antigüedad en caso de trabajar en relación de dependencia, dos en caso de desempeñarse de manera independiente y 3 meses de antigüedad en caso de ser jubilado. La casa a construir, ampliar o terminar debe ser la única vivienda familiar y de ocupación permanente.
Si bien en la ciudad de Buenos Aires y en las principales capitales provinciales no es común tener un lote, en las segundas ciudades y fuera del área metropolitana es muy frecuente que la gente, con sus ahorros, se compre su propio lote.
El Banco Ciudad ya había lanzado un crédito hipotecario con tasas escalonadas: los dos primeros años al 14%, desde el mes 25 al 48 al 16,5%, entre el mes 49 y el 72 al 21%, y desde el séptimo hasta el vigésimo año al 24% anual. El Banco Nación otorga hasta $ 460.000 para adquisición de vivienda a 30 años, a una TNA del 16% anual (CFT del 20,68% anual), pero variable. El Banco Provincia, en tanto, da hasta $ 1 millón para la compra de vivienda, a un plazo de 180 meses, a una TNA del 18%.
Fernando Rubín, gerente general del Hipotecario, indicó que, para acceder a $ 200.000, se necesitará un ingreso mínimo de $ 10.865 mensuales por grupo familiar, pero no tomarán únicamente como parámetro su salario actual, sino también evaluarán lo que creen que va a ser su evolución en ingresos, tanto por las paritarias como por la suba de sueldo que podrá obtener gracias a su performance.
Además, las personas que inviertan en células hipotecarias tendrán la posibilidad de acceder a un importe de crédito aún mayor. Elsztain recordó que, entre 1920 y 1940, eran el instrumento más operado en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, y era la forma en la que se fondeaba el banco para poder prestar a largo plazo. Por ejemplo, si alguien invierte $ 4.000 en una cédula hipotecaria (puede ser el padre, tío, algún familiar o el propio empleador, por ejemplo), basta un ingreso familiar de $ 8.100 para obtener un préstamo de $ 200.000.
Los clientes de la entidad tendrán sus beneficios, pues los puntos que ganen a través del programa de fidelización los podrán canjear para pagar menos gastos de comisión. Por ejemplo, 1.000 puntos equivalen a $ 100 de comisión.
El anteaño pasado hicimos un programa con el gobierno a una tasa más baja, pero nuestra intención es mantenerlo en el tiempo, que sea en forma constante, que no se trate de un crédito puntual. Con la ANSeS mantenemos una relación muy buena y entiendo que es muy probable que nos acompañen, ya que se trata de un tema de interés para el gobierno, ya que es un motor muy fuerte para el empleo, sostuvo Elsztain, quien remarcó que es difícil dar una línea a 10 años cuando los depósitos son a 30, 60 o 90 días, ya que existe una falta de confianza en la población argentina de ahorrar en pesos.
Mario Blejer, vicepresidente del Hipotecario, coincidió en que el público tiene miedo de ahorrar en el largo plazo. Por eso nuestro objetivo es contribuir a la reconstrucción del sector financiero. Si hay una falla del mercado, la intervención del sector público es necesaria, así que esperemos que el gobierno nos acompañe, apuntó.
Para acceder a este crédito es necesario tener entre 18 y 65 años, contar con ingresos netos demostrables por un valor no menor de $ 3.200 por grupo familiar, contra con un año de antigüedad en caso de trabajar en relación de dependencia, dos en caso de desempeñarse de manera independiente y 3 meses de antigüedad en caso de ser jubilado. La casa a construir, ampliar o terminar debe ser la única vivienda familiar y de ocupación permanente.
Si bien en la ciudad de Buenos Aires y en las principales capitales provinciales no es común tener un lote, en las segundas ciudades y fuera del área metropolitana es muy frecuente que la gente, con sus ahorros, se compre su propio lote.
El Banco Ciudad ya había lanzado un crédito hipotecario con tasas escalonadas: los dos primeros años al 14%, desde el mes 25 al 48 al 16,5%, entre el mes 49 y el 72 al 21%, y desde el séptimo hasta el vigésimo año al 24% anual. El Banco Nación otorga hasta $ 460.000 para adquisición de vivienda a 30 años, a una TNA del 16% anual (CFT del 20,68% anual), pero variable. El Banco Provincia, en tanto, da hasta $ 1 millón para la compra de vivienda, a un plazo de 180 meses, a una TNA del 18%.