La empresa provincial de electricidad de Córdoba confirmó ayer nuevos aumentos para sus clientes. Foto: Archivo / La Voz del Interior
La quita de subsidios a los usuarios residenciales, que comenzó a aplicarse efectivamente desde principios de año, no corregirá uno de los aspectos de la política energética más irritantes para los habitantes del interior: los vecinos de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires seguirán pagando mucho más barata la electricidad.
Hasta ahora, un cliente de las empresas de distribución eléctricas de Córdoba o Santa Fe (ambas empresas públicas provinciales), por ejemplo, que consume unos 600 kWh por bimestre, paga cinco veces más que un compatriota que tuvo la «suerte» de quedar en las áreas cubiertas por Edenor, Edesur o Edelap, cuyas tarifas son reguladas por el gobierno nacional. Si su consumo ronda los 1200 kWh/bimestre, la diferencia se reduce, aunque no demasiado: 3 veces en el caso de Santa Fe y 3,66 veces en el caso de Córdoba.
Según lo anunciado por el Ministerio de Planificación Federal, las primeras zonas en las que se eliminaron los subsidios a la luz, el gas y el agua están ubicadas en barrios porteños lujosos, como Puerto Madero y Barrio Parque, y en el corredor norte de la Capital Federal, Vicente López y San Isidro. Pero además se incluyó a los usuarios de los countries y barrios cerrados de todo el país, que serán los primeros habitantes del interior en recibir facturas sin el aporte del Estado nacional.
Según un estudio de la consultora Labour Capital Growth (LCG) sobre los cuadros tarifarios vigentes para Edenor, «la eliminación del subsidio del Gobierno implica un aumento promedio de la factura del 256% (ponderado por la participación de los usuarios)». Pero a esto hay que sumar el aumento dispuesto a comienzos de noviembre en el precio de la energía mayorista (que será absorbido por todos aquellos que paguen la factura sin subsidios). En ese caso, la suba total promedio sería de 355% (o $ 188 por bimestre).
Para el caso del usuario que consume 600 kWh/bimestre, la suba es más pronunciada, ya que pasaría de unos $ 45 por factura a cerca de $ 225 por el mismo concepto, que es lo que ya hoy -con los subsidios incluidos- paga un usuario cordobés por ese consumo. Aunque aún no hay datos oficiales sobre cómo quedará el cuadro tarifario para los hogares sin subsidios del interior (tanto los que viven en countries como los que renunciaron voluntariamente y, en un futuro, otras zonas que se dispongan), es de esperar que esa misma factura supere los $ 400.
Además, a esa cifra hay que sumar los aumentos dispuestos recientemente por las autoridades provinciales para la tarifa de distribución en varios distritos. En la Empresa Provincial de la Energía de Córdoba (EPEC), la suba dispuesta desde este mes es del 28% en promedio, en tanto que su par de Santa Fe, EPE, elevó en un 13% sus precios. Las tarifas de las distribuidoras bajo jurisdicción nacional (Edenor, Edesur y, hasta hace poco, Edelap) siguen en los niveles previos a la devaluación.
«Por supuesto, las tarifas del interior van a seguir siendo más altas -dijo el ex secretario de Energía Daniel Montamat-, porque ahí han ido recomponiendo los valores marginales de la distribución. En Córdoba y en Santa Fe pagan tres o cuatro veces más caro en promedio, pero no por el precio mayorista de la energía, sino por el precio de la distribución.»
Los casos de Córdoba y Santa Fe son bastante representativos de lo que pasa en el resto del país. Según estudios privados, con el esquema previo a la quita de subsidios, un hogar que consume 500 kWh/bimestre debe pagar (por kilowatt) $ 0,10 si vive en la zona de Edesur, $ 0,40 si está en Santa Fe, $ 0,50 en Córdoba o Mendoza, $ 0,45 en Neuquén, $ 0,33 en San Juan y $ 0,62 en Salta. El ingreso promedio por habitante en la Capital Federal es muy superior al de cualquiera de esas provincias.
Esta desigualdad no se repetirá en otros servicios que perderán los subsidios. En el gas no hay tanta diferencia porque es el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) el que fija las tarifas de distribución y los cargos variables para todo el país. La mayor disparidad en este caso se da por las regiones que están fuera de la red de gas natural. Son unos 4 millones de hogares (sobre un total de 11 millones), incluyendo provincias enteras, como Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones. En promedio, pagan $ 1,20 por m³, cuatro veces más que un usuario de gas natural por red previo a la quita de subsidios (sin los subsidios, igual quedaría por debajo del precio del gas en garrafa).
En el caso del agua, el interior no sufrirá cambios, porque sus servicios no estaban subsidiados..
La quita de subsidios a los usuarios residenciales, que comenzó a aplicarse efectivamente desde principios de año, no corregirá uno de los aspectos de la política energética más irritantes para los habitantes del interior: los vecinos de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires seguirán pagando mucho más barata la electricidad.
Hasta ahora, un cliente de las empresas de distribución eléctricas de Córdoba o Santa Fe (ambas empresas públicas provinciales), por ejemplo, que consume unos 600 kWh por bimestre, paga cinco veces más que un compatriota que tuvo la «suerte» de quedar en las áreas cubiertas por Edenor, Edesur o Edelap, cuyas tarifas son reguladas por el gobierno nacional. Si su consumo ronda los 1200 kWh/bimestre, la diferencia se reduce, aunque no demasiado: 3 veces en el caso de Santa Fe y 3,66 veces en el caso de Córdoba.
Según lo anunciado por el Ministerio de Planificación Federal, las primeras zonas en las que se eliminaron los subsidios a la luz, el gas y el agua están ubicadas en barrios porteños lujosos, como Puerto Madero y Barrio Parque, y en el corredor norte de la Capital Federal, Vicente López y San Isidro. Pero además se incluyó a los usuarios de los countries y barrios cerrados de todo el país, que serán los primeros habitantes del interior en recibir facturas sin el aporte del Estado nacional.
Según un estudio de la consultora Labour Capital Growth (LCG) sobre los cuadros tarifarios vigentes para Edenor, «la eliminación del subsidio del Gobierno implica un aumento promedio de la factura del 256% (ponderado por la participación de los usuarios)». Pero a esto hay que sumar el aumento dispuesto a comienzos de noviembre en el precio de la energía mayorista (que será absorbido por todos aquellos que paguen la factura sin subsidios). En ese caso, la suba total promedio sería de 355% (o $ 188 por bimestre).
Para el caso del usuario que consume 600 kWh/bimestre, la suba es más pronunciada, ya que pasaría de unos $ 45 por factura a cerca de $ 225 por el mismo concepto, que es lo que ya hoy -con los subsidios incluidos- paga un usuario cordobés por ese consumo. Aunque aún no hay datos oficiales sobre cómo quedará el cuadro tarifario para los hogares sin subsidios del interior (tanto los que viven en countries como los que renunciaron voluntariamente y, en un futuro, otras zonas que se dispongan), es de esperar que esa misma factura supere los $ 400.
Además, a esa cifra hay que sumar los aumentos dispuestos recientemente por las autoridades provinciales para la tarifa de distribución en varios distritos. En la Empresa Provincial de la Energía de Córdoba (EPEC), la suba dispuesta desde este mes es del 28% en promedio, en tanto que su par de Santa Fe, EPE, elevó en un 13% sus precios. Las tarifas de las distribuidoras bajo jurisdicción nacional (Edenor, Edesur y, hasta hace poco, Edelap) siguen en los niveles previos a la devaluación.
«Por supuesto, las tarifas del interior van a seguir siendo más altas -dijo el ex secretario de Energía Daniel Montamat-, porque ahí han ido recomponiendo los valores marginales de la distribución. En Córdoba y en Santa Fe pagan tres o cuatro veces más caro en promedio, pero no por el precio mayorista de la energía, sino por el precio de la distribución.»
Los casos de Córdoba y Santa Fe son bastante representativos de lo que pasa en el resto del país. Según estudios privados, con el esquema previo a la quita de subsidios, un hogar que consume 500 kWh/bimestre debe pagar (por kilowatt) $ 0,10 si vive en la zona de Edesur, $ 0,40 si está en Santa Fe, $ 0,50 en Córdoba o Mendoza, $ 0,45 en Neuquén, $ 0,33 en San Juan y $ 0,62 en Salta. El ingreso promedio por habitante en la Capital Federal es muy superior al de cualquiera de esas provincias.
Esta desigualdad no se repetirá en otros servicios que perderán los subsidios. En el gas no hay tanta diferencia porque es el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) el que fija las tarifas de distribución y los cargos variables para todo el país. La mayor disparidad en este caso se da por las regiones que están fuera de la red de gas natural. Son unos 4 millones de hogares (sobre un total de 11 millones), incluyendo provincias enteras, como Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones. En promedio, pagan $ 1,20 por m³, cuatro veces más que un usuario de gas natural por red previo a la quita de subsidios (sin los subsidios, igual quedaría por debajo del precio del gas en garrafa).
En el caso del agua, el interior no sufrirá cambios, porque sus servicios no estaban subsidiados..