Con un alza del 4,4 por ciento promedio en las acciones, que le permitió a la Bolsa porteña maximizar su racha de récords, y fuertes revalorizaciones en los bonos de la deuda pública con vencimientos más alejados, que ayudaron a hundir la tasa de riesgo país por debajo de los 1000 puntos, el mercado local saludó la señal de normalización que, de acuerdo con todas las versiones a media tarde, emitiría el Gobierno si llegara a acordar un mecanismo de pago con las empresas que le ganaron juicios en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), el tribunal arbitral del Banco Mundial (BM).
Como se trata del reclamo más insistente que la administración Obama le realizó a la presidenta Cristina Kirchner, los inversores juzgaron que este gesto podría romper la neutralidad que el gobierno de Estados Unidos había mostrado últimamente respecto del proceso de litigio con los bonistas que no ingresaron al canje, en momentos en que esa disputa entra en zona de definiciones y con pronósticos sombríos para el país.
Aunque al final del día no se confirmó la noticia del acuerdo en el Ciadi, la agilización del trámite para tratar el nuevo programa de créditos para el país en el directorio del Banco Mundial dio una orientación en ese mismo sentido.
Hasta ahora, la Argentina se había negado tenazmente a compensar a las empresas que obtuvieron fallos favorables, con el argumento de que debían litigar en tribunales locales. Esa actitud impulsó al gobierno norteamericano a cancelarle al país una serie de beneficios comerciales y a militar activamente contra el otorgamiento de nuevos préstamos en el directorio del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo.
«Se valoró tanto porque sus posibles beneficios se multiplicarían, en momentos en que el panorama se tornaba día a día más sombrío», juzgó un operador de una casa de Bolsa que admitió a LA NACION haber recibido ayer numerosas órdenes de compra de inversores del exterior. De allí su pedido de anonimato.
Al valor concedido a la iniciativa se sumaron otros factores que contribuyeron a generar la sensación de círculo virtuoso que invade por estos días a quienes operan hoy en el mercado local.
Expectativas
Entre esos factores mencionan las expectativas de un descongelamiento en las tarifas de algunos servicios (que hacen volar desde hace días a las acciones energéticas), las renovadas señales de devaluación del peso en las transacciones libres (que impulsa al alza a los bonos en dólares, por simple arbitraje con el valor del paralelo o el contado con liquidación) y la especulación sobre cambios en los índices de inflación a partir del primer trimestre del próximo año, que favorecerían una revalorización de los bonos emitidos en pesos ajustables (lo mostró el Discount con un alza superior al 8 por ciento) se unen, por caso, para cimentar la mirada optimista de los inversores
Si a esto se agrega el clima de distensión que emergió a nivel global al especularse con que Estados Unidos estaría en breve en condiciones de dejar atrás su crisis presupuestaria y, mejor aun, eludir una vez más el riesgo de una cesación de pagos por falta de actualización en los límites permitidos de endeudamiento, se adquiere una dimensión más acabada de lo que está detrás del brote optimista del mercado.
Todo se dio al cabo de una jornada en la que el principal indicador de precios de la Bolsa porteña, el Merval, atravesó sólidamente la barrera de los 5000 puntos (cerró en 5165), con un volumen de negocios con acciones que se dinamizó hasta superar los 171 millones de pesos, para convertirse en el segundo monto entre los más elevados de transacciones registrado en una jornada en lo que va del año.
Y en la que los bonos de la deuda avanzaron casi 3 por ciento promedio, según el índice del Mercado Abierto Electrónico (la plaza más activa en la negociación de este tipo de instrumentos), o ganaron del 4 al 7 por ciento en la Bolsa, en el caso de los emitidos en dólares a largo plazo (como el Par y el Discount, emitidos en el canje), lo que ayudó a comprimir la tasa de riesgo hasta los 970 puntos.
Esa tasa no mostraba esos niveles desde hacía un año, es decir, antes de que se reactivaran los juicios por la deuda impaga y volviera a temerse un default técnico.
Incluso las subas fueron más contundentes para los bonos en dólares emitidos bajo ley neoyorquina, particularmente los lanzados durante el segundo canje (2010), que venían retrasados con relación a los lanzados en el primero (2005) y los colocados en dólares locales (y liberados del riesgo del juicio).
«No hay duda de que la noticia del posible emprolijamiento en las relaciones con el Ciadi y el Banco Mundial dio lugar a una jornada excepcional en el mercado, diría que con clima de fiesta», evaluó el analista Roberto Drimer, de la consultora Vatnet.
Cifras para el optimismo
Principales datos del mercado financiero ayer
$ 171 / Millones
Es el monto negociado ayer en acciones en la Bolsa, el segundo entre los más elevados este año
4,4% / Suba
Es la variación que tuvo ayer el índice Merval, principal indicador de la Bolsa
970 / Puntos
Es el nivel en que quedó el riesgo país ayer, por debajo del nivel psicológico de 1000 puntos .
Como se trata del reclamo más insistente que la administración Obama le realizó a la presidenta Cristina Kirchner, los inversores juzgaron que este gesto podría romper la neutralidad que el gobierno de Estados Unidos había mostrado últimamente respecto del proceso de litigio con los bonistas que no ingresaron al canje, en momentos en que esa disputa entra en zona de definiciones y con pronósticos sombríos para el país.
Aunque al final del día no se confirmó la noticia del acuerdo en el Ciadi, la agilización del trámite para tratar el nuevo programa de créditos para el país en el directorio del Banco Mundial dio una orientación en ese mismo sentido.
Hasta ahora, la Argentina se había negado tenazmente a compensar a las empresas que obtuvieron fallos favorables, con el argumento de que debían litigar en tribunales locales. Esa actitud impulsó al gobierno norteamericano a cancelarle al país una serie de beneficios comerciales y a militar activamente contra el otorgamiento de nuevos préstamos en el directorio del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo.
«Se valoró tanto porque sus posibles beneficios se multiplicarían, en momentos en que el panorama se tornaba día a día más sombrío», juzgó un operador de una casa de Bolsa que admitió a LA NACION haber recibido ayer numerosas órdenes de compra de inversores del exterior. De allí su pedido de anonimato.
Al valor concedido a la iniciativa se sumaron otros factores que contribuyeron a generar la sensación de círculo virtuoso que invade por estos días a quienes operan hoy en el mercado local.
Expectativas
Entre esos factores mencionan las expectativas de un descongelamiento en las tarifas de algunos servicios (que hacen volar desde hace días a las acciones energéticas), las renovadas señales de devaluación del peso en las transacciones libres (que impulsa al alza a los bonos en dólares, por simple arbitraje con el valor del paralelo o el contado con liquidación) y la especulación sobre cambios en los índices de inflación a partir del primer trimestre del próximo año, que favorecerían una revalorización de los bonos emitidos en pesos ajustables (lo mostró el Discount con un alza superior al 8 por ciento) se unen, por caso, para cimentar la mirada optimista de los inversores
Si a esto se agrega el clima de distensión que emergió a nivel global al especularse con que Estados Unidos estaría en breve en condiciones de dejar atrás su crisis presupuestaria y, mejor aun, eludir una vez más el riesgo de una cesación de pagos por falta de actualización en los límites permitidos de endeudamiento, se adquiere una dimensión más acabada de lo que está detrás del brote optimista del mercado.
Todo se dio al cabo de una jornada en la que el principal indicador de precios de la Bolsa porteña, el Merval, atravesó sólidamente la barrera de los 5000 puntos (cerró en 5165), con un volumen de negocios con acciones que se dinamizó hasta superar los 171 millones de pesos, para convertirse en el segundo monto entre los más elevados de transacciones registrado en una jornada en lo que va del año.
Y en la que los bonos de la deuda avanzaron casi 3 por ciento promedio, según el índice del Mercado Abierto Electrónico (la plaza más activa en la negociación de este tipo de instrumentos), o ganaron del 4 al 7 por ciento en la Bolsa, en el caso de los emitidos en dólares a largo plazo (como el Par y el Discount, emitidos en el canje), lo que ayudó a comprimir la tasa de riesgo hasta los 970 puntos.
Esa tasa no mostraba esos niveles desde hacía un año, es decir, antes de que se reactivaran los juicios por la deuda impaga y volviera a temerse un default técnico.
Incluso las subas fueron más contundentes para los bonos en dólares emitidos bajo ley neoyorquina, particularmente los lanzados durante el segundo canje (2010), que venían retrasados con relación a los lanzados en el primero (2005) y los colocados en dólares locales (y liberados del riesgo del juicio).
«No hay duda de que la noticia del posible emprolijamiento en las relaciones con el Ciadi y el Banco Mundial dio lugar a una jornada excepcional en el mercado, diría que con clima de fiesta», evaluó el analista Roberto Drimer, de la consultora Vatnet.
Cifras para el optimismo
Principales datos del mercado financiero ayer
$ 171 / Millones
Es el monto negociado ayer en acciones en la Bolsa, el segundo entre los más elevados este año
4,4% / Suba
Es la variación que tuvo ayer el índice Merval, principal indicador de la Bolsa
970 / Puntos
Es el nivel en que quedó el riesgo país ayer, por debajo del nivel psicológico de 1000 puntos .