El Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI) decidió limitar la provisión de medicamentos con 100% de descuento para sus cinco millones de afiliados. Lo hizo achicando el listado de drogas incluidas en ese programa y también poniendo topes a las cantidades que se pueden llevar con el beneficio. La motivación, dicen en el organismo, es ordenar las cuentas y prevenir consumos abusivos.
Según lo dispuesto, dentro de 15 días, 160 remedios dejarán de entregarse sin cargo y pasarán a tener descuentos de entre 50% y 80%.
Entre ellos hay antibióticos, sedantes, antiácidos y vitaminas. Según el PAMI, se hacía “recomendable” excluirlos del régimen por tratarse de fármacos que “no tienen efectividad clínica comprobada”. En la lista suprimida, por ejemplo, figuraban sustancias como glicerina, sangre de ternera, átomo desinflamante, anabólicos y caramelos antibióticos.
“No están entre los productos de mayor relevancia clínica y pueden ser reemplazados. De todos modos, ese descuento era importante para muchos clientes”, confirmó Raúl Mascaró, presidente de la Confederación Farmacéutica Argentina.
“Mayormente no son remedios de extrema necesidad”, coincidió Marcelo Pereta, titular del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos. Aunque opinó que algunas drogas para males respiratorios, antibióticos y complejos vitamínicos deberían haberse mantenido: “No eran de alto costo y son importantes para jubilados. En algunos casos, eran fórmulas combinadas que les permitían tomar una pastilla en vez de dos”.
La otra medida adoptada por el PAMI fue limitar la entrega del 100% de descuento para los 1.150 remedios que siguen con ese nivel de cobertura. La cobertura mensual máxima ahora es “dos envases por beneficiario para medicamentos ambulatorios”. Aunque esa limitación no regirá para remedios oncológicos, especiales ni insumos para diabéticos, y tampoco para antibióticos y corticoides monodosis. Además, se especificó que el tope de dos unidades podrá tener excepciones “ante casos particulares debidamente justificados y documentados con historia clínica”.
“Antes no había límite y ahora se fijó un máximo de dos cajas. El que necesita más, puede acceder al descuento, pero debe hacer un trámite especial”, explicó Claudio Ucchino, titular del Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de Capital.
El PAMI, en este caso, dijo que busca “racionalizar la prescripción” y “evitar abusos en la compra de cantidades de envases que exceden los tratamientos formulados”.
“Las medidas no afectan a los jubilados –indicó el PAMI– porque los medicamentos excluidos no son de primera necesidad. Su presencia en el listado de cobertura del 100% es fruto de una política farmacológica irresponsable que se sostuvo a lo largo de los últimos años en el Instituto.”
Según lo dispuesto, dentro de 15 días, 160 remedios dejarán de entregarse sin cargo y pasarán a tener descuentos de entre 50% y 80%.
Entre ellos hay antibióticos, sedantes, antiácidos y vitaminas. Según el PAMI, se hacía “recomendable” excluirlos del régimen por tratarse de fármacos que “no tienen efectividad clínica comprobada”. En la lista suprimida, por ejemplo, figuraban sustancias como glicerina, sangre de ternera, átomo desinflamante, anabólicos y caramelos antibióticos.
“No están entre los productos de mayor relevancia clínica y pueden ser reemplazados. De todos modos, ese descuento era importante para muchos clientes”, confirmó Raúl Mascaró, presidente de la Confederación Farmacéutica Argentina.
“Mayormente no son remedios de extrema necesidad”, coincidió Marcelo Pereta, titular del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos. Aunque opinó que algunas drogas para males respiratorios, antibióticos y complejos vitamínicos deberían haberse mantenido: “No eran de alto costo y son importantes para jubilados. En algunos casos, eran fórmulas combinadas que les permitían tomar una pastilla en vez de dos”.
La otra medida adoptada por el PAMI fue limitar la entrega del 100% de descuento para los 1.150 remedios que siguen con ese nivel de cobertura. La cobertura mensual máxima ahora es “dos envases por beneficiario para medicamentos ambulatorios”. Aunque esa limitación no regirá para remedios oncológicos, especiales ni insumos para diabéticos, y tampoco para antibióticos y corticoides monodosis. Además, se especificó que el tope de dos unidades podrá tener excepciones “ante casos particulares debidamente justificados y documentados con historia clínica”.
“Antes no había límite y ahora se fijó un máximo de dos cajas. El que necesita más, puede acceder al descuento, pero debe hacer un trámite especial”, explicó Claudio Ucchino, titular del Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de Capital.
El PAMI, en este caso, dijo que busca “racionalizar la prescripción” y “evitar abusos en la compra de cantidades de envases que exceden los tratamientos formulados”.
“Las medidas no afectan a los jubilados –indicó el PAMI– porque los medicamentos excluidos no son de primera necesidad. Su presencia en el listado de cobertura del 100% es fruto de una política farmacológica irresponsable que se sostuvo a lo largo de los últimos años en el Instituto.”