Vuelco electoral. El PP, si ahora se celebrasen elecciones autonómicas, perdería la mayoría absoluta por primera vez en diez años en la Comunidad de Madrid y, por tanto, su principal bastión electoral. El PSOE, sin embargo, no recogería esos votos, sino que también descendería hasta sus peores resultados en los 30 años de la autonomía. Emergen con fuerza IU, que se queda a solo 1,2 puntos de los socialistas, y UPyD, que dobla escaños. Así lo manifiesta el sondeo de Metroscopia para EL PAÍS sobre el Clima político y social de la Comunidad de Madrid —realizado el pasado 29 de abril sobre 600 entrevistas— y cuya primera parte se publica hoy.
Fue en las elecciones de mayo de 2003 cuando el PSOE e IU lograron la última mayoría de izquierdas en Madrid, pero el llamado Tamayazo —la fuga de dos diputados socialistas— impidió que Rafael Simancas, del PSOE, fuese nombrado presidente y hubo que repetir elecciones. Las ganó Esperanza Aguirre, del PP.
Pero ahora los populares se quedarían con solo el 35,2% de los votos, frente al 51,7% obtenido en 2011 (16,5 puntos menos), lo que significa que de 72 escaños pasarían a 54. Sería su tercer peor resultado histórico. Solo en las elecciones de 1983 y 1987 (bajo las siglas AP) obtuvieron un menor porcentaje.
Los socialistas, por su parte, descenderían 6,1 puntos y se quedarían con un 20,1% de las papeletas (30 parlamentarios, seis menos que ahora): el peor resultado del PSOE hasta ahora en Madrid.
El partido de Rajoy pierde la mayoría absoluta por vez primera en 10 años
Por el contrario, IU duplicaría sus apoyos y se alzaría hasta el 18,9% de los sufragios (frente al 9,6% logrado en 2011): de 16 escaños pasaría a 29. Significaría sus mejores resultados y estaría a solo 1,2 puntos de alcanzar al PSOE. Las diferencias de voto entre ambos partidos siempre han estado entre 20 y 30 puntos, aunque en 2011 se redujeron ya a 16,6.
UPyD sufriría un proceso similar a la coalición de izquierdas. De 8 a 16 escaños, o lo que es lo mismo, del 6,3% de los votos logrados en 2011 pasaría al 10,4%.
Una quinta formación política, la ecologista EQUO, también obtendría mejores expectativas que en las últimas elecciones autonómicas. Pasaría del 1% de los votos al 3,8%, pero no lograría escaño porque la Ley Electoral madrileña establece que para tener representación parlamentaria es necesario alcanzar el 5%.
Con estos resultados (PP, 54 escaños; PSOE, 30; IU, 29, y UPyD, 16— solo sería posible la formación de un Gobierno mediante una coalición o el apoyo parlamentario de otras formaciones al Ejecutivo aunque no entrasen en el Gobierno. De hecho, el PP lleva toda la legislatura cortejando a UPyD en los debates parlamentarios, ante la posibilidad de una debacle electoral. Otra posibilidad, sumar los escaños de PSOE e IU (59 frente a los 54 del PP), dejaría la pelota en manos de UPyD, que debería abstenerse en el pleno de investidura para dar el Gobierno a la izquierda. Una tercera alternativa es que formase gobierno con PSOE e IU, pero esto resulta algo más complicado si se tienen en cuenta las últimas declaraciones del portavoz de los magenta, Luis de Velasco, a EL PAÍS: “La experiencia de tripartitos en otros sitios, como Cataluña, ha terminado como el rosario de la aurora. Me parece que sería muy difícil, sinceramente”. Está por ver que De Velasco, de 74 años, vuelva a presentarse como líder de UPyD por Madrid por su edad.
Aguirre y Gordo son los políticos más valorados en la Comunidad
La caída de voto de los dos grandes partidos de la Asamblea regional (PP y PSOE) es consecuencia, según el sondeo, de la pérdida de fidelidad de sus respectivos electorados, si bien en el caso del PP el 57% seguiría votando a su partido, mientras que un 20% se abstendría. Los socialistas, en cambio, cuentan con una menor fidelidad (35%) y se les abrirían dos importantes vías de fuga entre los infieles: un 27% votaría a un partido diferente del PSOE y un 23% se quedaría en casa. ¿Y adónde irían esos votos perdidos? El sondeo señala que el 17% respaldaría la candidatura encabezada por Gregorio Gordo, de IU (130.000 votos adicionales).
Los líderes de las cuatro formaciones con representación en el Parlamento madrileño no logran tampoco la aprobación de los votantes. Pero la peor nota la obtiene Tomás Gómez, del PSOE, al que desaprueban el 69% de los encuestados y el 59% de los votantes socialistas, frente al 28% de los que creen que su gestión es buena. El presidente regional, Ignacio González, del PP, tiene un rechazo del 65% y una aprobación del 24%; es decir, un balance negativo del -41, solo mejorado por Gregorio Gordo y Luis de Velasco, ambos con un -36.
La anterior presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que también ha sido incluida en esta encuesta, es la que obtiene mejor balance (menos negativo), ya que recibe la desaprobación del 58% de los madrileños y el respaldo del 35%, lo que significa un saldo de -23 puntos. Sin embargo, dentro de su partido (votantes fieles) el respaldo es muy consistente, ya que tres de cada cuatro la apoyan (76% frente al 18% que desaprueba su labor). Le siguen Gordo, con 45 puntos positivos, y González, con 26. Los peor evaluados son el socialista Gómez (-31) y De Velasco (-42).
Tanto González como Gómez obtienen una mejor evaluación que sus líderes nacionales: Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba. A Rajoy le desaprueba el 75% de los madrileños y le respalda el 20%, mientras que los datos de Rubalcaba son un 85% de rechazo y un 10% de apoyo. No obstante, González sí logra la aprobación del 58% de sus votantes, mientras que Gómez es rechazado por seis de cada 10 votantes del PSOE en la Comunidad de Madrid.
González parece así haber logrado distanciarse de la mala imagen de Rajoy. De hecho, la mayoría de los votantes del PP (54%) piensa que la situación económica de la comunidad es mejor que la del conjunto de España. Sin embargo, Gómez se contagia del desgaste del PSOE nacional tras su derrota de noviembre de 2011. Y eso que las relaciones entre Pérez Rubalcaba y Tomás Gómez no pasan, precisamente, por su mejor momento. Gómez se ha negado a respaldar una moción de censura con UPyD e IU para arrebatar la alcaldía de Alcalá de Henares a los populares, lo que ha provocado la estupefacción de los líderes socialistas nacionales.
Los votantes madrileños conocen, en general, a sus políticos. El 99% sabe quiénes son Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy; el 98% conoce a Alfredo Pérez Rubalcaba; el 86%, a Tomás Gómez, y el 81%, a Ignacio González. Sin embargo, de Gregorio Gordo solo han oído hablar el 30% y de Luis de Velasco el 16%.
Fue en las elecciones de mayo de 2003 cuando el PSOE e IU lograron la última mayoría de izquierdas en Madrid, pero el llamado Tamayazo —la fuga de dos diputados socialistas— impidió que Rafael Simancas, del PSOE, fuese nombrado presidente y hubo que repetir elecciones. Las ganó Esperanza Aguirre, del PP.
Pero ahora los populares se quedarían con solo el 35,2% de los votos, frente al 51,7% obtenido en 2011 (16,5 puntos menos), lo que significa que de 72 escaños pasarían a 54. Sería su tercer peor resultado histórico. Solo en las elecciones de 1983 y 1987 (bajo las siglas AP) obtuvieron un menor porcentaje.
Los socialistas, por su parte, descenderían 6,1 puntos y se quedarían con un 20,1% de las papeletas (30 parlamentarios, seis menos que ahora): el peor resultado del PSOE hasta ahora en Madrid.
El partido de Rajoy pierde la mayoría absoluta por vez primera en 10 años
Por el contrario, IU duplicaría sus apoyos y se alzaría hasta el 18,9% de los sufragios (frente al 9,6% logrado en 2011): de 16 escaños pasaría a 29. Significaría sus mejores resultados y estaría a solo 1,2 puntos de alcanzar al PSOE. Las diferencias de voto entre ambos partidos siempre han estado entre 20 y 30 puntos, aunque en 2011 se redujeron ya a 16,6.
UPyD sufriría un proceso similar a la coalición de izquierdas. De 8 a 16 escaños, o lo que es lo mismo, del 6,3% de los votos logrados en 2011 pasaría al 10,4%.
Una quinta formación política, la ecologista EQUO, también obtendría mejores expectativas que en las últimas elecciones autonómicas. Pasaría del 1% de los votos al 3,8%, pero no lograría escaño porque la Ley Electoral madrileña establece que para tener representación parlamentaria es necesario alcanzar el 5%.
Con estos resultados (PP, 54 escaños; PSOE, 30; IU, 29, y UPyD, 16— solo sería posible la formación de un Gobierno mediante una coalición o el apoyo parlamentario de otras formaciones al Ejecutivo aunque no entrasen en el Gobierno. De hecho, el PP lleva toda la legislatura cortejando a UPyD en los debates parlamentarios, ante la posibilidad de una debacle electoral. Otra posibilidad, sumar los escaños de PSOE e IU (59 frente a los 54 del PP), dejaría la pelota en manos de UPyD, que debería abstenerse en el pleno de investidura para dar el Gobierno a la izquierda. Una tercera alternativa es que formase gobierno con PSOE e IU, pero esto resulta algo más complicado si se tienen en cuenta las últimas declaraciones del portavoz de los magenta, Luis de Velasco, a EL PAÍS: “La experiencia de tripartitos en otros sitios, como Cataluña, ha terminado como el rosario de la aurora. Me parece que sería muy difícil, sinceramente”. Está por ver que De Velasco, de 74 años, vuelva a presentarse como líder de UPyD por Madrid por su edad.
Aguirre y Gordo son los políticos más valorados en la Comunidad
La caída de voto de los dos grandes partidos de la Asamblea regional (PP y PSOE) es consecuencia, según el sondeo, de la pérdida de fidelidad de sus respectivos electorados, si bien en el caso del PP el 57% seguiría votando a su partido, mientras que un 20% se abstendría. Los socialistas, en cambio, cuentan con una menor fidelidad (35%) y se les abrirían dos importantes vías de fuga entre los infieles: un 27% votaría a un partido diferente del PSOE y un 23% se quedaría en casa. ¿Y adónde irían esos votos perdidos? El sondeo señala que el 17% respaldaría la candidatura encabezada por Gregorio Gordo, de IU (130.000 votos adicionales).
Los líderes de las cuatro formaciones con representación en el Parlamento madrileño no logran tampoco la aprobación de los votantes. Pero la peor nota la obtiene Tomás Gómez, del PSOE, al que desaprueban el 69% de los encuestados y el 59% de los votantes socialistas, frente al 28% de los que creen que su gestión es buena. El presidente regional, Ignacio González, del PP, tiene un rechazo del 65% y una aprobación del 24%; es decir, un balance negativo del -41, solo mejorado por Gregorio Gordo y Luis de Velasco, ambos con un -36.
La anterior presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que también ha sido incluida en esta encuesta, es la que obtiene mejor balance (menos negativo), ya que recibe la desaprobación del 58% de los madrileños y el respaldo del 35%, lo que significa un saldo de -23 puntos. Sin embargo, dentro de su partido (votantes fieles) el respaldo es muy consistente, ya que tres de cada cuatro la apoyan (76% frente al 18% que desaprueba su labor). Le siguen Gordo, con 45 puntos positivos, y González, con 26. Los peor evaluados son el socialista Gómez (-31) y De Velasco (-42).
Tanto González como Gómez obtienen una mejor evaluación que sus líderes nacionales: Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba. A Rajoy le desaprueba el 75% de los madrileños y le respalda el 20%, mientras que los datos de Rubalcaba son un 85% de rechazo y un 10% de apoyo. No obstante, González sí logra la aprobación del 58% de sus votantes, mientras que Gómez es rechazado por seis de cada 10 votantes del PSOE en la Comunidad de Madrid.
González parece así haber logrado distanciarse de la mala imagen de Rajoy. De hecho, la mayoría de los votantes del PP (54%) piensa que la situación económica de la comunidad es mejor que la del conjunto de España. Sin embargo, Gómez se contagia del desgaste del PSOE nacional tras su derrota de noviembre de 2011. Y eso que las relaciones entre Pérez Rubalcaba y Tomás Gómez no pasan, precisamente, por su mejor momento. Gómez se ha negado a respaldar una moción de censura con UPyD e IU para arrebatar la alcaldía de Alcalá de Henares a los populares, lo que ha provocado la estupefacción de los líderes socialistas nacionales.
Los votantes madrileños conocen, en general, a sus políticos. El 99% sabe quiénes son Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy; el 98% conoce a Alfredo Pérez Rubalcaba; el 86%, a Tomás Gómez, y el 81%, a Ignacio González. Sin embargo, de Gregorio Gordo solo han oído hablar el 30% y de Luis de Velasco el 16%.