El Presidente Ingeniero
Mauricio Macri, es el segundo Ingeniero que llega a la Presidencia. El primero fue Agustín P. Justo (1876-1943) que ejerció el mandato constitucional, entonces de seis años, entre 1932 y 1938, siendo electo en los comicios realizados tras el primer golpe de estado del siglo XX.
Militar de profesión, había estudiado ingeniería civil en la Universidad de Buenos Aires, graduándose con el segundo promedio en 1903, mientras simultáneamente cumplía funciones en el Estado Mayor del Ejército. Aunque la historiografía en general lo asume como un presidente conservador, su gestión fue más compleja. Articuló una coalición de conservadores, radicales-antipersonalistas (sector político al que pertenecía) y socialistas independientes, el ala pragmática de la izquierda.
Durante su Presidencia, el país dio el mayor salto en materia de infraestructura, bajo el doble impulso de la política keynesiana que implementa para superar los efectos de la crisis global y su interés por la obra pública. Antes de cumplir un año en el cargo logra la sanción de la ley que crea la Dirección de Vialidad Nacional, con el fin de mantener, pavimentar y construir caminos y canalizar el financiamiento nacional para las redes camineras provinciales, designando como titular al Ingeniero Justiniano Allende Posse, quien ejercerá el cargo durante más de una década.
Al asumir Justo, el país tenía 2000 km de caminos de tránsito permanente y al dejarlo 30.000, 15 veces más. Había sólo 100 kilómetros de camino asfaltado y seis años después deja 10.000, mulplicándolos por 100. Para financiarlos, estableció un impuesto a los lubricantes y los combustibles y un aporte del Tesoro Nacional de $ 10 millones.
Se trazan las grandes rutas troncales: al sur la ruta 3; en la Mesopotamia las rutas 12 y 14; hacia el norte la ruta 9 pasando por Córdoba y Tucumán hacia Jujuy; las rutas 7 y 8 hacia Chile pasando por Mendoza; hacia Mar del Plata la ruta 2. Se construye la primera autopista-parque que es la General Paz. Se tienden cuatro puestos más sobre el Riachuelo (Avellaneda, La Noria, Uriburu y Pueyrredón). Se diseña una red de accesos a la Capital.
En junio de 1936 el Presidente inaugura la ruta asfaltada entre Buenos Aires y Córdoba, recorriéndola al record de 85 km por hora y en febrero de 1937 inaugura el primer puente internacional sobre el Río Uruguay que une Paso de los Libres en Argentina con Uruguayana en Brasil. En el mismo período en la Capital la Dársena A de Puerto Nuevo, el primer tramo del subterráneo de Palermo, la Avenida Juan B. Justo construida sobre el entubamiento del Arroyo Maldonado, la Avenida 9 de Julio, se completan las dos diagonales, se inaugura el Obelisco y en enero de 1938,- el mes antes de dejar el mandato- el pavimento entre Buenos Aires y Dolores en la ruta 2.
Con este desarrollo vial, se rompió el monopolio del transporte que tenían los ferrocarriles ingleses y se hizo un giro hacia los EE.UU. y sus intereses en petróleo e industria automotriz. En ferrocarriles, el estado adquiere el Ferrocarril Central Córdoba, que era de capital inglés y que unía dicha provincia con la capital; se completa el ferrocarril a Bariloche con su ramal industrial hacia Río Negro y también hacia Esquel; se tiende la línea de Metán (Salta) a Barranqueras (Chaco) de 427 kilómetros y de Rosario de Lerma (Salta) a Socompa (Chile) de 572 kilómetros, todo en la órbita de los ferrocarriles del estado, cuyo déficit pasa a superávit.
Hay una visión de infraestructura que incluye la explotación de la energía. En diciembre de 1932 se envía al Congreso el proyecto de ley orgánica de YPF, que pasa a controlar toda la actividad hidrocarburífera estatal del país, mientras se discute el proyecto, el decreto 44.131 declara zona reservada a todo el territorio federal (la capital y los diez territorios nacionales de entonces); en 1935 YPF tenía 35 estaciones de servicios y dos años mas tarde 187; cuando deja la Presidente, la actividad de la empresa estatañ viene creciendo más de 13% en los años precedentes.
En materia minera, la ley 12.161 de 1935 establece que las minas pertenecen a la Nación (tenía casi la mitad de la superficie del territorio nacional) o a las 14 provincias de entonces, de acuerdo a donde se encontraran. En 1934 se sanciona la ley que crea la Dirección de Parques Nacionales.
Cuando asume su sucesor, que era el candidato del oficialismo Roberto M. Ortiz, -que había sido su ministro de Hacienda- le hace un solo pedido al cual accede: que continúen en el cargo el Ministro de Obras Públicas, Manuel R. Alvarado y el titular de Vialidad.
La sorpresiva muerte de Justo en enero en 1943, le impidió ser candidato presidencial nuevamente a fines de 1944, perfilándose como la opción argentina pro-aliada en su doble faz política y militar, cuando la Segunda Guerra Mundial, ya se definía a favor de los Aliados.
El antecedente de este otro Ingeniero-Presidente quizás explique la prioridad en la gestión que está llevando adelante Mauricio Macri. Lo que deja la experiencia de su predecesor, es que sin una fuerza política activa que se proyecte en el tiempo, no resulta fácil dejar huella en la historia.
Mauricio Macri, es el segundo Ingeniero que llega a la Presidencia. El primero fue Agustín P. Justo (1876-1943) que ejerció el mandato constitucional, entonces de seis años, entre 1932 y 1938, siendo electo en los comicios realizados tras el primer golpe de estado del siglo XX.
Militar de profesión, había estudiado ingeniería civil en la Universidad de Buenos Aires, graduándose con el segundo promedio en 1903, mientras simultáneamente cumplía funciones en el Estado Mayor del Ejército. Aunque la historiografía en general lo asume como un presidente conservador, su gestión fue más compleja. Articuló una coalición de conservadores, radicales-antipersonalistas (sector político al que pertenecía) y socialistas independientes, el ala pragmática de la izquierda.
Durante su Presidencia, el país dio el mayor salto en materia de infraestructura, bajo el doble impulso de la política keynesiana que implementa para superar los efectos de la crisis global y su interés por la obra pública. Antes de cumplir un año en el cargo logra la sanción de la ley que crea la Dirección de Vialidad Nacional, con el fin de mantener, pavimentar y construir caminos y canalizar el financiamiento nacional para las redes camineras provinciales, designando como titular al Ingeniero Justiniano Allende Posse, quien ejercerá el cargo durante más de una década.
Al asumir Justo, el país tenía 2000 km de caminos de tránsito permanente y al dejarlo 30.000, 15 veces más. Había sólo 100 kilómetros de camino asfaltado y seis años después deja 10.000, mulplicándolos por 100. Para financiarlos, estableció un impuesto a los lubricantes y los combustibles y un aporte del Tesoro Nacional de $ 10 millones.
Se trazan las grandes rutas troncales: al sur la ruta 3; en la Mesopotamia las rutas 12 y 14; hacia el norte la ruta 9 pasando por Córdoba y Tucumán hacia Jujuy; las rutas 7 y 8 hacia Chile pasando por Mendoza; hacia Mar del Plata la ruta 2. Se construye la primera autopista-parque que es la General Paz. Se tienden cuatro puestos más sobre el Riachuelo (Avellaneda, La Noria, Uriburu y Pueyrredón). Se diseña una red de accesos a la Capital.
En junio de 1936 el Presidente inaugura la ruta asfaltada entre Buenos Aires y Córdoba, recorriéndola al record de 85 km por hora y en febrero de 1937 inaugura el primer puente internacional sobre el Río Uruguay que une Paso de los Libres en Argentina con Uruguayana en Brasil. En el mismo período en la Capital la Dársena A de Puerto Nuevo, el primer tramo del subterráneo de Palermo, la Avenida Juan B. Justo construida sobre el entubamiento del Arroyo Maldonado, la Avenida 9 de Julio, se completan las dos diagonales, se inaugura el Obelisco y en enero de 1938,- el mes antes de dejar el mandato- el pavimento entre Buenos Aires y Dolores en la ruta 2.
Con este desarrollo vial, se rompió el monopolio del transporte que tenían los ferrocarriles ingleses y se hizo un giro hacia los EE.UU. y sus intereses en petróleo e industria automotriz. En ferrocarriles, el estado adquiere el Ferrocarril Central Córdoba, que era de capital inglés y que unía dicha provincia con la capital; se completa el ferrocarril a Bariloche con su ramal industrial hacia Río Negro y también hacia Esquel; se tiende la línea de Metán (Salta) a Barranqueras (Chaco) de 427 kilómetros y de Rosario de Lerma (Salta) a Socompa (Chile) de 572 kilómetros, todo en la órbita de los ferrocarriles del estado, cuyo déficit pasa a superávit.
Hay una visión de infraestructura que incluye la explotación de la energía. En diciembre de 1932 se envía al Congreso el proyecto de ley orgánica de YPF, que pasa a controlar toda la actividad hidrocarburífera estatal del país, mientras se discute el proyecto, el decreto 44.131 declara zona reservada a todo el territorio federal (la capital y los diez territorios nacionales de entonces); en 1935 YPF tenía 35 estaciones de servicios y dos años mas tarde 187; cuando deja la Presidente, la actividad de la empresa estatañ viene creciendo más de 13% en los años precedentes.
En materia minera, la ley 12.161 de 1935 establece que las minas pertenecen a la Nación (tenía casi la mitad de la superficie del territorio nacional) o a las 14 provincias de entonces, de acuerdo a donde se encontraran. En 1934 se sanciona la ley que crea la Dirección de Parques Nacionales.
Cuando asume su sucesor, que era el candidato del oficialismo Roberto M. Ortiz, -que había sido su ministro de Hacienda- le hace un solo pedido al cual accede: que continúen en el cargo el Ministro de Obras Públicas, Manuel R. Alvarado y el titular de Vialidad.
La sorpresiva muerte de Justo en enero en 1943, le impidió ser candidato presidencial nuevamente a fines de 1944, perfilándose como la opción argentina pro-aliada en su doble faz política y militar, cuando la Segunda Guerra Mundial, ya se definía a favor de los Aliados.
El antecedente de este otro Ingeniero-Presidente quizás explique la prioridad en la gestión que está llevando adelante Mauricio Macri. Lo que deja la experiencia de su predecesor, es que sin una fuerza política activa que se proyecte en el tiempo, no resulta fácil dejar huella en la historia.