Periodista: La jornada cambiaria de ma ñana (por hoy), ¿cómo la imagina?
Jorge Capitanich: Bien temprano vamos a dar las condiciones de acceso a la tenencia para personas físicas. Quiero señalar que el Gobierno tiene una agenda económica de carácter internacional y nacional. La internacional ha marcado un sendero respecto a decisiones económicas. Por un lado, el impulso de acuerdo en el CIADI respecto a la instrumentación de los pagos de juicio que tenía la Argentina; una estrategia para la normalización del funcionamiento del acceso al financiamiento del Banco Mundial para desembolsos en 2014 y 2015; la negociación con Repsol, que está en su fase de negociación; el acuerdo con el FMI respecto a la instrumentación de un índice de precios y su divulgación; la presentación de lineamientos al staff del Club de París con el objeto de que se los comuniquen a los directores y que se convierta en una propuesta definitiva para iniciar los procesos de negociación; las estrategias de financiamiento externo en el contexto de un equilibrio macroeconómico de carácter expansivo. En este último caso, para obras de infraestructura que se consideran estratégicas, como con Rusia y China; con Kuwait para el financiamiento en Santa Fe y San Juan en obras de infraestructura como acueductos, y Arabia Saudita para el programa de riego que incremente productividad agrícola ganadera. La agenda nacional está determinada desde el punto de vista fiscal, monetario y cambiario. Es congruente y consistente desde la perspectiva heterodoxa, de la flexibilización de las decisiones para cumplir los objetivos de propender al sostenimiento y la expansión de la actividad económica, la sostenibilidad e incremento del empleo y el sostenimiento de los niveles de empleabilidad y los niveles de informalidad. Consideramos que la agenda económica interna está subordinada a objetivos estratégicos: lograr el autoabastecimiento energético; es necesario propiciar a través de las 38 cadenas de valor la industrialización acelerada y el programa de aumento y diversificación de exportaciones que genera una selección de 24 países con 264 partidas parciales para llegar a u$s 94 mil millones este año y u$s 101 mil millones en 2015 con el objetivo de generar un resultado en la balanza comercial que se traduzca en balance de Cuenta Corriente. En esa concepción consideramos que existe un plan integral.
P.: Quien tenga un cupo, si tiene que viajar, ¿se va a vender dólares para viajes y además para ahorro?
J.C.: Es solamente para tenencia. Usted después con la tenencia puede hacer lo que quiera.
P.: ¿Irán después a una mayor normalización en el mercado cambiario?
J.C.: La definición que di es lo que en definitiva marca la política cambiaria. Dar certidumbre y previsibilidad.
P.: ¿Habrá posibilidad de acceso a dólares para la adquisición de viviendas?
J.C.: No hay ninguna decisión en ese sentido, pero me parece importante remarcar que el sistema financiero es líquido y solvente. Tiene 81 entidades que han incrementado su patrimonio, que tienen un índice de incobrabilidad del 1,8%. El volumen de préstamos aumentó de casi un 8% a un 17% de PBI en los últimos 10 años. En ese contexto los créditos hipotecarios superan los 200 mil en volumen. Nosotros vamos a trabajar en un acuerdo para los precios de la cadena de valor para que en la construcción de nuevas viviendas haya precios acordados.
P.: El campo salió a decir que el Gobierno podría aplicar una retención más alta…
J.C.: No hemos dicho ni una sola palabra en ese sentido.
P.: Sobre las reservas, ¿cuándo espera que se revierta el proceso de baja?
J.C.: Están dadas las condiciones para que se liquiden dólares de cosecha retenida y de nueva cosecha y de la comercialización de nuevos productos. La agresividad en el programa de exportaciones nos va a dar el flujo de divisas. Y a su vez, también, inversión extranjera directa. Hay una operatoria destinada al financiamiento de u$s 4.500 millones por parte de YPF en asociación para la exploración y explotación de industria hidrocarburífera. En minería tenemos una agenda de u$s 3.850 millones para 2014. Si esta agenda se cumple, vamos a tener distintos emprendimientos de carácter industrial y también la posibilidad de un influjo importante de dólares, provenientes no solamente de la exportación, sino de la inversión extranjera o de la inversión nacional. A su vez, entiendo que muchos argentinos que han guardado dólares debajo del colchón podrán observar una excelente oportunidad para la adquisición de determinados tipos de activos con precios competitivos.
P.: ¿Cree que con estas medidas el mercado paralelo va a tender a reducirse?
J.C.: Nosotros así como no opinamos del mercado paralelo, tampoco lo hacemos en esta circunstancia. Vamos a inducir a propiciar instrumentos de ahorro en pesos. Se van a ir dando las condiciones para que la demanda de pesos se incremente.
P.: La intención es que la brecha se achique.
J.C.: Eso es lo que ha ocurrido. Lo más importante es que están dadas las condiciones para que la perspectiva de la economía argentina tienda a generar un aumento de las exportaciones, un incremento de la inversión y la sostenibilidad del consumo a los efectos de lograr que la tasa de empleo se sostenga y aumente. Por lo tanto, que el desempleo baje más. Esa es una estrategia que hay que sostener con mucho énfasis ahora.
P.: El temor pasa por las reservas también y que a fin de año el BCRA se quedará sin dólares para pagar la deuda.
J.C.: A ver, es muy importante ver, por ejemplo, el incremento de exportaciones, que creció prácticamente cuatro veces en el transcurso de esta década. Recordemos que en promedio el volumen de reservas es superior al nivel de la convertibilidad. En el funcionamiento de las reservas de los 90 había una lógica de convertibilidad que hay que destacarla. Esta lógica decía que había una relación entre reservas y base monetaria.
P.: ¿Y esto no es así?
J.C.: La convertibilidad funcionó en el país, desde el punto de vista de la política antiinflacionaria, hasta hubo deflación y esa deflación destruyó industrias, generó una desocupación del 25%. Los argentinos tienen que optar entre instrumentos de deflación que generen desempleo y distribución regresiva del ingreso con exclusión social o generar las condiciones para ir acompañando procesos de cambio que permitan inclusión, mayor empleo.
P.: Entonces, ¿cómo van a resolver el problema de las reservas?
J.C.: Resolver claramente los problemas de insuficiencia de reservas en el corto plazo es a través de lo que estamos haciendo: incremento de exportaciones, industrialización acelerada sustitutiva de importaciones. Estas son las cuestiones que van a generar las condiciones para la sostenibilidad macroeconómica en el largo plazo. La percepción del analista financiero es una percepción muy acotada a la cuestión estrictamente financiera. Yo miro el balance fiscal, el balance de divisas, el balance monetario, cuánto es la evolución del gasto, todos los días.
P.: Otra de las grandes preocupaciones existentes en el mercado, casi podría decirse el origen de las dudas sobre el valor del dólar, es por situación fiscal del Tesoro. ¿Qué estimaciones tienen ahora para 2014?
J.C.: El resultado fiscal primario de 2013 es -0,8% a -0,9%, es prácticamente una tendencia al equilibrio. Sobre 2014 ya tenemos una recaudación muy positiva en enero, y las perspectivas son una tendencia al equilibrio en el primer trimestre. Pretendemos que sea una norma de comportamiento, buscar que las erogaciones alcancen al resultado fiscal primario y financiero. También el programa monetario ha tenido una disminución de 2013 respecto a 2012 y pretendemos que sea compatible con el incremento en la demanda de pesos, para lo cual una de las variables que se utiliza es la tasa de interés.
P.: ¿Y en cuanto a las tasas de interés?
J.C.: El BCRA ha establecido un incremento de la tasa de corte. Casi un 26% para depósitos en plazo fijo. La política cambiaria es lo que hemos planteado, ha alcanzado un nivel de convergencia razonable con los objetivos de política económica. El gasto público de la Argentina es inflexible porque está subordinado a la seguridad social e inclusión social, que es 12 puntos del producto. Eso tiene una actualización, pero uno prevé que la evolución de los recursos es compatible con el gasto. Progresar, Netbooks, son factores de inclusión social. En segundo lugar el aumento sistemático en ciencia y tecnología, supera 7 puntos del PBI, porque si queremos innovación, necesitamos tiempo. Cuando se toman los países más desarrollados, como Finlandia, estamos hablando de inversiones serias desde 1965 y la Argentina recién comienza, desde 2005. En cuanto a inversión pública, antes la Argentina no podía acceder a financiamiento porque tenía un sobreendeudamiento. Entonces hubo un desendeudamiento en forma drástica y se han abierto canales de financiamiento. BID, BM, Corporación Andina de Fomento; estamos trabajando un flujo neto de fondos para 2014, no menos de u$s 500 millones. Teníamos una meta inicialmente de u$s 365 millones, pasamos a u$s 500 millones y pretendemos expandirlo aún más con otras fuentes. A su vez, la inversión extranjera directa que equivale a u$s 3.500 millones. Si uno toma que casi el 60% o 65% del comercio exterior de la Argentina se da a través de multinacionales, y si se toma ese parámetro en reinversión de utilidades, la inversión extranjera directa entre el influjo directo de divisas más la reinversión de utilidades alcanza entre u$s 10 mil y u$s 12 mil millones.
P.: ¿Cuánto va a crecer el gasto público este año?
J.C.: Estamos proyectado el crecimiento del gasto en términos del 23%, 24%, y la recaudación va a ser compatible con la capacidad de financiamiento. Esto lo vamos a ir monitoreando mes a mes, depende de una serie de medidas, pero en definitiva cuando uno analiza el gasto público 12 puntos del PBI es seguridad social, 5 puntos subsidios, 7 puntos educación, 4,5 puntos inversión pública.
P.: Como existen trabas para la libre transferencia de dólares al exterior, las inversiones nuevas se frenaron. De hecho la oferta de divisas en la plaza mayorista está en su mayor parte concentrada en el BCRA…
J.C.: Queremos generar condiciones para que la Argentina tenga el mayor crecimiento, tasa empleo y salarios. Creemos que los empresarios deben invertir y tener rentabilidad. No generamos restricciones para que la inversión no exista, la estimulamos. La exportación, la estimulamos. Hoy el sendero de crecimiento podría ser más promisorio. Capturar mercados externos no es fácil porque los países más grandes son los que mayores políticas proteccionistas imponen. Pretendemos generar que los empresarios puedan invertir, que los trabajadores tengan empleo y salario justo, que el Estado obtenga la recaudación impositiva para financiar la inversión pública y el gasto para la inclusión. Este es un modelo ganar-ganar.
P.: Algunos empresarios ya han dicho que no se podrá mantener el acuerdo de precios.
J.C: Debemos terminar conductas funestas que han perjudicado al pueblo. Las especulaciones. Muchas veces los precios aumentan en la Argentina por deporte. Los países más avanzados tienen una legislación antitrust. La formación de precios que incide en los consumidores se resuelve incentivando la inversión. No hay duda de que la Argentina tiene energía más barata que el resto de los países, y eso es muy bueno porque induce a la generación de valor. La inversión privada está asociada al financiamiento y a la rentabilidad. Por eso creemos que un acuerdo con el Club de París permitirá generar financiamiento para las grandes empresas. Para las pymes están los créditos regulados. Creemos que el esfuerzo es generar condiciones para un sistema cooperativo y no destructivo.
P.: ¿Y cómo van a hacer para que se cumpla el acuerdo de precios?
J.C.: La Presidenta también ha marcado firmeza en la estructura de precios, una regulación desde el tribunal de defensa de la competencia hasta la apertura de importaciones. Ésa es una decisión tomada. Sector que no acompañe tendrá apertura urgente de importaciones. Estas decisiones tienden a eliminar perspectivas desfavorables.
P.: Entonces, ¿el acuerdo de precios no se murió con la devaluación?
J.C.: Continúa. El secretario Augusto Costa mantuvo reuniones el viernes, no solamente para garantizar la continuidad del programa, sino también la extensión a todo el territorio del país. Todo eso tiende a consolidarse. El programa va avanzando, va a cumplir buenas referencias. Lo mismo con electrodomésticos y autos y el resto de los bienes durables. También vamos a poner mucho énfasis en los bienes difundidos por el impacto que tienen. También lo vamos a hacer para la industria de la construcción. Cuando planteamos el análisis con estos sectores, les decimos que ellos tienen la energía subsidiada. Si ellos dolarizan los precios, nosotros también y ahí vemos quién es quién.
P.: ¿Con electrodomésticos y autos piensan reunirse? Remarcaciones ya hubo en cadenas.
J.C.: Sí, ya lo estamos haciendo. Con la industria automotriz estamos trabajando con una legislación de carácter integral que implica ver cómo planteamos un programa gradual de reducción y eliminación del déficit de balanza comercial del complejo automotor integrado que tiene casi 150 mil empleos y a su vez tiene un déficit proyectado en casi u$s 8.000 millones donde tenemos saldo favorable en las unidades terminadas, pero un déficit en autopartes. Para eso tenemos varias negociaciones: una con Brasil, en condiciones de negociación «Flex» (sistema de compensación) que vence el 30 de junio. Tenemos perspectivas para abrir mercados con Venezuela, Colombia, Ecuador, México. Hemos exportado más de 400.000 unidades. De las 950.200 unidades comercializadas, cerca de 800.000 se produjeron localmente y más de la mitad se exportaron. La relación con Brasil tiene un factor determinante.
P.: ¿Y por qué hubo aumentos?
J.C.: Los empresarios encuentran justificaciones en cualquier lado para el aumento de precios. Si los empresarios hubieran reinvertido utilidades conforme a la tasa de ganancias, la inversión bruta interna de acuerdo con el PBI no debería ser de 23,6 puntos sino de 28 puntos. No es posible pensar que en los últimos 10 años hubo u$s 143 mil millones de atesoramiento y u$s 62 mil millones en ataques especulativos. Siempre el argumento es que no hay formas de ahorrar. Siempre recuerdo cuando le pregunté a Roberto Lavagna su pensamiento en 2002 porque siempre dicen desde la ortodoxia lo mismo. Todos sabemos quién les paga a los economistas y en qué forma. Siempre dicen que no hay un plan económico de carácter integral. Lavagna dijo que se iba a ocupar de corregir el coeficiente de variación salarial para sustituir el coeficiente de los deudores hipotecarios; del bono que compense el pasivo del sistema financiero y de las cuasi monedas. Finalmente, la economía empezó a crecer a partir del segundo semestre. Los fundamentos macroeconómicos son sólidos en la Argentina.
P.: Entonces el ruido cambiario, ¿a qué lo adjudica?
J.C.: Existe una operación permanente que se identifica desde determinado tipo de agente financiero, actividades claramente ilegales, mecanismos de propagación comunicacional para instalar un sistema de presión al Gobierno, y en ese sentido al poder económico más concentrado siempre le conviene un esquema de depreciación, de activos financieros irreales en términos de moneda doméstica, con el objetivo de hacer diferencia desde el punto de vista del capital. Si uno toma los últimos 10 años en la República Argentina, los dólares de atesoramiento fueron el equivalente al 30% del PBI de un país. El país es el segundo en el mundo, después de EE.UU., con atesoramiento en dólares. Además, existen más de 700.000 cajas de seguridad con atesoramiento en dólares. En consecuencia, claramente la devaluación tiene algún tipo de variables: primero, el tipo de cambio ha tenido una estrategia del punto de vista de la flotación. Ésta se comporta en función de la evolución de las economías regionales y los estímulos naturales para el desenvolvimiento de las exportaciones. Luego, el tema de reservas, en promedio durante la convertibilidad eran de u$s 22.000 M, mientras que durante esta década que pasó fue en promedio de u$s 36.000 M. Y a su vez también, cerca de u$s 43.000 M registrados de pagos de deuda. Entonces es necesario ver el enfoque global de la Argentina porque ha sido un país «pagador serial». La Argentina está en un proceso de encauzamiento de sus relaciones a nivel internacional a partir de su efectiva y real capacidad de pago. Por ejemplo, en primer lugar, cancelamos en forma anticipada la deuda con el FMI y recuerdo que toda la oposición estaba en contra de esa medida, porque decía que el deterioro en el nivel de reservas iba a generar un gran daño para el desenvolvimiento de la economía.
P.: Se espera que emitan un bono, aprovechando lo del CIADI, lo del Club de París, para volver al mercado internacional voluntario. ¿Esto está en análisis?
J.C.: Cualquier colocación de un instrumento financiero tiene que ser compatible con una tasa de interés que sea razonable para la Argentina.
P.: ¿Cuál sería una tasa razonable?
J.C.: Un dígito. Eso implica que la Argentina tiene las condiciones efectivas para afrontar los compromisos de la emisión. Y aparte creo que estamos todo el tiempo en una coyuntura de carácter especulativo.
P.: En base a eso, respecto a la relación con el FMI, ¿se analiza permitir o volver a hacer la clásica revisión (artículo 4)?
J.C.: Consideramos que se trabaja con los organismos multilaterales de crédito en programas de financiamiento y, a su vez, se trabaja para el diseño del índice de precios federal que será publicado próximamente.
P.: ¿Qué estimaciones hay en cuanto al número?
J.C.: No se pueden tener expectativas.
P.: Y las próximas paritarias, ¿van a tener que estar atadas más a este primer número?
J.C.: Lo que es importante reconocer es que primero, se crearon seis millones de puestos de trabajo. Segundo, tomando el peor índice de precios, el nivel de recuperación del poder adquisitivo del salario real fue del 72% el promedio de los últimos 10 años. Tercero, las paritarias en la Argentina se suscriben a través de esta meta que para este año son 1.650 convenios colectivos de trabajo, hay 25 de los cuales van marcando un sendero del punto de vista de las negociaciones. El sector público arranca este proceso con los trabajadores docentes a partir del mes de febrero, y a partir de eso, implica toda una negociación entre partes
P.: ¿Apuntan a un número? Se hablaba del 18%.
J.C.: Nosotros no decimos ningún número, vamos a empezar una estrategia de negociación que sea compatible con la capacidad de pago de cada sector.
P.: ¿Quedó archivado el plan para subir las tarifas de electricidad en Capital y GBA?
J.C.: Es una decisión de la Presidenta. Hay varios temas para analizar. Primero, hay fuertes asimetrías en los niveles de tarifas en diferentes jurisdicciones. Segundo, es necesario observar estrategias de nivelación en términos de promedio. Tercero, los niveles tarifarios tienen que ser compatibles con el subsidio neto que reciben las empresas a partir del subsidio a la generación. Entonces desde esa perspectiva, hay múltiples alternativas, pero reitero, es una decisión de la Presidenta.
P.: Respecto al tema de bonistas, fondos buitre, ahí hay una suerte de espada de Damocles, que es el fallo de la Corte de Apelaciones de EE.UU., en caso de que sea negativo, hay algún plan para seguir cumpliendo con los compromisos de deuda argentina?
J.C.: Hay algunos países que serán «amicus» de la Argentina. Y a su vez creo también que es importante observar que en uno de los juicios hay reconocimiento de la inmunidad soberana de EE.UU., y en definitiva creemos que esto es un leading case desde el punto de vista del proceso de la reestructuración financiera de naciones soberanas. La Argentina lo que ha hecho es cumplir con la Constitución y con la ley, ha cumplido con el artículo 35, inciso 8 de la Constitución nacional, que dice que es atribución del Congreso el arreglo de la deuda interior y exterior de la Nación. Eso es lo que hizo el presidente Néstor Kirchner, promoviendo un proyecto de ley para establecer las condiciones para el proceso de adhesión voluntaria del canje. Hubo dos reaperturas correspondientes y el 93% de bonistas adheridos. Están obviamente los denominados buitres que hacen lobby permanente y atacan duramente la posición argentina, que es tener igualdad de trato para los acreedores respecto a la Constitución de la Nación.
P.: Regresando al tema del dólar, volvieron los operativos sobre cuevas. Y también queremos saber su opinión respecto a quienes informamos sobre el dólar «blue».
J.C.: Creo que es un tema remanido en la discusión pública argentina, pero vale la pena su profundización. Los mercados para el funcionamiento adecuado tienen que ser transparentes y la transparencia del mercado tiene que ver con un marco regulatorio, a partir del cual la oferta y la demanda tienen que ser exhibidas. Respecto a ustedes que informan la cotización del dólar «blue», ¿quiénes les proveen la información?
P.: Se hace de la misma manera que se hace en las casas de cambio, se hace una serie de llamados y se hace un promedio.
J.C.: ¿Pero es información transparente?
P.: El público recurre a ese mercado porque el otro estaba limitado, cerrado.
J.C.: Puede haber una transacción en un mercado informal por dinero no declarado, ese dinero no declarado puede ser proveniente de evasión fiscal, por narcotráfico, por lavado de dinero o por otras operaciones. A mi modo de ver, existen factores de poder económicos y financieros, o grupos de acción política tendientes a generar las condiciones de acción psicológica para propiciar ciertas tendencias desde el punto de vista económico. Cuando uno promueve una estrategia de devaluación, lo que quiere en realidad es depreciar los activos financieros irreales de modo absolutamente incompatible con la capacidad de transacción económica, porque en definitiva la flotación del tipo de cambio está asociada a un conjunto de variables e indicadores. En definitiva, lo que quieren es lograr pagar un menor valor relativo por un activo financiero irreal de compra a los efectos de concentrar el ingreso y la tasa de rentabilidad en detrimento de la población en general.
Entrevista de Guillermo Laborda y Pablo Jiménez
Jorge Capitanich: Bien temprano vamos a dar las condiciones de acceso a la tenencia para personas físicas. Quiero señalar que el Gobierno tiene una agenda económica de carácter internacional y nacional. La internacional ha marcado un sendero respecto a decisiones económicas. Por un lado, el impulso de acuerdo en el CIADI respecto a la instrumentación de los pagos de juicio que tenía la Argentina; una estrategia para la normalización del funcionamiento del acceso al financiamiento del Banco Mundial para desembolsos en 2014 y 2015; la negociación con Repsol, que está en su fase de negociación; el acuerdo con el FMI respecto a la instrumentación de un índice de precios y su divulgación; la presentación de lineamientos al staff del Club de París con el objeto de que se los comuniquen a los directores y que se convierta en una propuesta definitiva para iniciar los procesos de negociación; las estrategias de financiamiento externo en el contexto de un equilibrio macroeconómico de carácter expansivo. En este último caso, para obras de infraestructura que se consideran estratégicas, como con Rusia y China; con Kuwait para el financiamiento en Santa Fe y San Juan en obras de infraestructura como acueductos, y Arabia Saudita para el programa de riego que incremente productividad agrícola ganadera. La agenda nacional está determinada desde el punto de vista fiscal, monetario y cambiario. Es congruente y consistente desde la perspectiva heterodoxa, de la flexibilización de las decisiones para cumplir los objetivos de propender al sostenimiento y la expansión de la actividad económica, la sostenibilidad e incremento del empleo y el sostenimiento de los niveles de empleabilidad y los niveles de informalidad. Consideramos que la agenda económica interna está subordinada a objetivos estratégicos: lograr el autoabastecimiento energético; es necesario propiciar a través de las 38 cadenas de valor la industrialización acelerada y el programa de aumento y diversificación de exportaciones que genera una selección de 24 países con 264 partidas parciales para llegar a u$s 94 mil millones este año y u$s 101 mil millones en 2015 con el objetivo de generar un resultado en la balanza comercial que se traduzca en balance de Cuenta Corriente. En esa concepción consideramos que existe un plan integral.
P.: Quien tenga un cupo, si tiene que viajar, ¿se va a vender dólares para viajes y además para ahorro?
J.C.: Es solamente para tenencia. Usted después con la tenencia puede hacer lo que quiera.
P.: ¿Irán después a una mayor normalización en el mercado cambiario?
J.C.: La definición que di es lo que en definitiva marca la política cambiaria. Dar certidumbre y previsibilidad.
P.: ¿Habrá posibilidad de acceso a dólares para la adquisición de viviendas?
J.C.: No hay ninguna decisión en ese sentido, pero me parece importante remarcar que el sistema financiero es líquido y solvente. Tiene 81 entidades que han incrementado su patrimonio, que tienen un índice de incobrabilidad del 1,8%. El volumen de préstamos aumentó de casi un 8% a un 17% de PBI en los últimos 10 años. En ese contexto los créditos hipotecarios superan los 200 mil en volumen. Nosotros vamos a trabajar en un acuerdo para los precios de la cadena de valor para que en la construcción de nuevas viviendas haya precios acordados.
P.: El campo salió a decir que el Gobierno podría aplicar una retención más alta…
J.C.: No hemos dicho ni una sola palabra en ese sentido.
P.: Sobre las reservas, ¿cuándo espera que se revierta el proceso de baja?
J.C.: Están dadas las condiciones para que se liquiden dólares de cosecha retenida y de nueva cosecha y de la comercialización de nuevos productos. La agresividad en el programa de exportaciones nos va a dar el flujo de divisas. Y a su vez, también, inversión extranjera directa. Hay una operatoria destinada al financiamiento de u$s 4.500 millones por parte de YPF en asociación para la exploración y explotación de industria hidrocarburífera. En minería tenemos una agenda de u$s 3.850 millones para 2014. Si esta agenda se cumple, vamos a tener distintos emprendimientos de carácter industrial y también la posibilidad de un influjo importante de dólares, provenientes no solamente de la exportación, sino de la inversión extranjera o de la inversión nacional. A su vez, entiendo que muchos argentinos que han guardado dólares debajo del colchón podrán observar una excelente oportunidad para la adquisición de determinados tipos de activos con precios competitivos.
P.: ¿Cree que con estas medidas el mercado paralelo va a tender a reducirse?
J.C.: Nosotros así como no opinamos del mercado paralelo, tampoco lo hacemos en esta circunstancia. Vamos a inducir a propiciar instrumentos de ahorro en pesos. Se van a ir dando las condiciones para que la demanda de pesos se incremente.
P.: La intención es que la brecha se achique.
J.C.: Eso es lo que ha ocurrido. Lo más importante es que están dadas las condiciones para que la perspectiva de la economía argentina tienda a generar un aumento de las exportaciones, un incremento de la inversión y la sostenibilidad del consumo a los efectos de lograr que la tasa de empleo se sostenga y aumente. Por lo tanto, que el desempleo baje más. Esa es una estrategia que hay que sostener con mucho énfasis ahora.
P.: El temor pasa por las reservas también y que a fin de año el BCRA se quedará sin dólares para pagar la deuda.
J.C.: A ver, es muy importante ver, por ejemplo, el incremento de exportaciones, que creció prácticamente cuatro veces en el transcurso de esta década. Recordemos que en promedio el volumen de reservas es superior al nivel de la convertibilidad. En el funcionamiento de las reservas de los 90 había una lógica de convertibilidad que hay que destacarla. Esta lógica decía que había una relación entre reservas y base monetaria.
P.: ¿Y esto no es así?
J.C.: La convertibilidad funcionó en el país, desde el punto de vista de la política antiinflacionaria, hasta hubo deflación y esa deflación destruyó industrias, generó una desocupación del 25%. Los argentinos tienen que optar entre instrumentos de deflación que generen desempleo y distribución regresiva del ingreso con exclusión social o generar las condiciones para ir acompañando procesos de cambio que permitan inclusión, mayor empleo.
P.: Entonces, ¿cómo van a resolver el problema de las reservas?
J.C.: Resolver claramente los problemas de insuficiencia de reservas en el corto plazo es a través de lo que estamos haciendo: incremento de exportaciones, industrialización acelerada sustitutiva de importaciones. Estas son las cuestiones que van a generar las condiciones para la sostenibilidad macroeconómica en el largo plazo. La percepción del analista financiero es una percepción muy acotada a la cuestión estrictamente financiera. Yo miro el balance fiscal, el balance de divisas, el balance monetario, cuánto es la evolución del gasto, todos los días.
P.: Otra de las grandes preocupaciones existentes en el mercado, casi podría decirse el origen de las dudas sobre el valor del dólar, es por situación fiscal del Tesoro. ¿Qué estimaciones tienen ahora para 2014?
J.C.: El resultado fiscal primario de 2013 es -0,8% a -0,9%, es prácticamente una tendencia al equilibrio. Sobre 2014 ya tenemos una recaudación muy positiva en enero, y las perspectivas son una tendencia al equilibrio en el primer trimestre. Pretendemos que sea una norma de comportamiento, buscar que las erogaciones alcancen al resultado fiscal primario y financiero. También el programa monetario ha tenido una disminución de 2013 respecto a 2012 y pretendemos que sea compatible con el incremento en la demanda de pesos, para lo cual una de las variables que se utiliza es la tasa de interés.
P.: ¿Y en cuanto a las tasas de interés?
J.C.: El BCRA ha establecido un incremento de la tasa de corte. Casi un 26% para depósitos en plazo fijo. La política cambiaria es lo que hemos planteado, ha alcanzado un nivel de convergencia razonable con los objetivos de política económica. El gasto público de la Argentina es inflexible porque está subordinado a la seguridad social e inclusión social, que es 12 puntos del producto. Eso tiene una actualización, pero uno prevé que la evolución de los recursos es compatible con el gasto. Progresar, Netbooks, son factores de inclusión social. En segundo lugar el aumento sistemático en ciencia y tecnología, supera 7 puntos del PBI, porque si queremos innovación, necesitamos tiempo. Cuando se toman los países más desarrollados, como Finlandia, estamos hablando de inversiones serias desde 1965 y la Argentina recién comienza, desde 2005. En cuanto a inversión pública, antes la Argentina no podía acceder a financiamiento porque tenía un sobreendeudamiento. Entonces hubo un desendeudamiento en forma drástica y se han abierto canales de financiamiento. BID, BM, Corporación Andina de Fomento; estamos trabajando un flujo neto de fondos para 2014, no menos de u$s 500 millones. Teníamos una meta inicialmente de u$s 365 millones, pasamos a u$s 500 millones y pretendemos expandirlo aún más con otras fuentes. A su vez, la inversión extranjera directa que equivale a u$s 3.500 millones. Si uno toma que casi el 60% o 65% del comercio exterior de la Argentina se da a través de multinacionales, y si se toma ese parámetro en reinversión de utilidades, la inversión extranjera directa entre el influjo directo de divisas más la reinversión de utilidades alcanza entre u$s 10 mil y u$s 12 mil millones.
P.: ¿Cuánto va a crecer el gasto público este año?
J.C.: Estamos proyectado el crecimiento del gasto en términos del 23%, 24%, y la recaudación va a ser compatible con la capacidad de financiamiento. Esto lo vamos a ir monitoreando mes a mes, depende de una serie de medidas, pero en definitiva cuando uno analiza el gasto público 12 puntos del PBI es seguridad social, 5 puntos subsidios, 7 puntos educación, 4,5 puntos inversión pública.
P.: Como existen trabas para la libre transferencia de dólares al exterior, las inversiones nuevas se frenaron. De hecho la oferta de divisas en la plaza mayorista está en su mayor parte concentrada en el BCRA…
J.C.: Queremos generar condiciones para que la Argentina tenga el mayor crecimiento, tasa empleo y salarios. Creemos que los empresarios deben invertir y tener rentabilidad. No generamos restricciones para que la inversión no exista, la estimulamos. La exportación, la estimulamos. Hoy el sendero de crecimiento podría ser más promisorio. Capturar mercados externos no es fácil porque los países más grandes son los que mayores políticas proteccionistas imponen. Pretendemos generar que los empresarios puedan invertir, que los trabajadores tengan empleo y salario justo, que el Estado obtenga la recaudación impositiva para financiar la inversión pública y el gasto para la inclusión. Este es un modelo ganar-ganar.
P.: Algunos empresarios ya han dicho que no se podrá mantener el acuerdo de precios.
J.C: Debemos terminar conductas funestas que han perjudicado al pueblo. Las especulaciones. Muchas veces los precios aumentan en la Argentina por deporte. Los países más avanzados tienen una legislación antitrust. La formación de precios que incide en los consumidores se resuelve incentivando la inversión. No hay duda de que la Argentina tiene energía más barata que el resto de los países, y eso es muy bueno porque induce a la generación de valor. La inversión privada está asociada al financiamiento y a la rentabilidad. Por eso creemos que un acuerdo con el Club de París permitirá generar financiamiento para las grandes empresas. Para las pymes están los créditos regulados. Creemos que el esfuerzo es generar condiciones para un sistema cooperativo y no destructivo.
P.: ¿Y cómo van a hacer para que se cumpla el acuerdo de precios?
J.C.: La Presidenta también ha marcado firmeza en la estructura de precios, una regulación desde el tribunal de defensa de la competencia hasta la apertura de importaciones. Ésa es una decisión tomada. Sector que no acompañe tendrá apertura urgente de importaciones. Estas decisiones tienden a eliminar perspectivas desfavorables.
P.: Entonces, ¿el acuerdo de precios no se murió con la devaluación?
J.C.: Continúa. El secretario Augusto Costa mantuvo reuniones el viernes, no solamente para garantizar la continuidad del programa, sino también la extensión a todo el territorio del país. Todo eso tiende a consolidarse. El programa va avanzando, va a cumplir buenas referencias. Lo mismo con electrodomésticos y autos y el resto de los bienes durables. También vamos a poner mucho énfasis en los bienes difundidos por el impacto que tienen. También lo vamos a hacer para la industria de la construcción. Cuando planteamos el análisis con estos sectores, les decimos que ellos tienen la energía subsidiada. Si ellos dolarizan los precios, nosotros también y ahí vemos quién es quién.
P.: ¿Con electrodomésticos y autos piensan reunirse? Remarcaciones ya hubo en cadenas.
J.C.: Sí, ya lo estamos haciendo. Con la industria automotriz estamos trabajando con una legislación de carácter integral que implica ver cómo planteamos un programa gradual de reducción y eliminación del déficit de balanza comercial del complejo automotor integrado que tiene casi 150 mil empleos y a su vez tiene un déficit proyectado en casi u$s 8.000 millones donde tenemos saldo favorable en las unidades terminadas, pero un déficit en autopartes. Para eso tenemos varias negociaciones: una con Brasil, en condiciones de negociación «Flex» (sistema de compensación) que vence el 30 de junio. Tenemos perspectivas para abrir mercados con Venezuela, Colombia, Ecuador, México. Hemos exportado más de 400.000 unidades. De las 950.200 unidades comercializadas, cerca de 800.000 se produjeron localmente y más de la mitad se exportaron. La relación con Brasil tiene un factor determinante.
P.: ¿Y por qué hubo aumentos?
J.C.: Los empresarios encuentran justificaciones en cualquier lado para el aumento de precios. Si los empresarios hubieran reinvertido utilidades conforme a la tasa de ganancias, la inversión bruta interna de acuerdo con el PBI no debería ser de 23,6 puntos sino de 28 puntos. No es posible pensar que en los últimos 10 años hubo u$s 143 mil millones de atesoramiento y u$s 62 mil millones en ataques especulativos. Siempre el argumento es que no hay formas de ahorrar. Siempre recuerdo cuando le pregunté a Roberto Lavagna su pensamiento en 2002 porque siempre dicen desde la ortodoxia lo mismo. Todos sabemos quién les paga a los economistas y en qué forma. Siempre dicen que no hay un plan económico de carácter integral. Lavagna dijo que se iba a ocupar de corregir el coeficiente de variación salarial para sustituir el coeficiente de los deudores hipotecarios; del bono que compense el pasivo del sistema financiero y de las cuasi monedas. Finalmente, la economía empezó a crecer a partir del segundo semestre. Los fundamentos macroeconómicos son sólidos en la Argentina.
P.: Entonces el ruido cambiario, ¿a qué lo adjudica?
J.C.: Existe una operación permanente que se identifica desde determinado tipo de agente financiero, actividades claramente ilegales, mecanismos de propagación comunicacional para instalar un sistema de presión al Gobierno, y en ese sentido al poder económico más concentrado siempre le conviene un esquema de depreciación, de activos financieros irreales en términos de moneda doméstica, con el objetivo de hacer diferencia desde el punto de vista del capital. Si uno toma los últimos 10 años en la República Argentina, los dólares de atesoramiento fueron el equivalente al 30% del PBI de un país. El país es el segundo en el mundo, después de EE.UU., con atesoramiento en dólares. Además, existen más de 700.000 cajas de seguridad con atesoramiento en dólares. En consecuencia, claramente la devaluación tiene algún tipo de variables: primero, el tipo de cambio ha tenido una estrategia del punto de vista de la flotación. Ésta se comporta en función de la evolución de las economías regionales y los estímulos naturales para el desenvolvimiento de las exportaciones. Luego, el tema de reservas, en promedio durante la convertibilidad eran de u$s 22.000 M, mientras que durante esta década que pasó fue en promedio de u$s 36.000 M. Y a su vez también, cerca de u$s 43.000 M registrados de pagos de deuda. Entonces es necesario ver el enfoque global de la Argentina porque ha sido un país «pagador serial». La Argentina está en un proceso de encauzamiento de sus relaciones a nivel internacional a partir de su efectiva y real capacidad de pago. Por ejemplo, en primer lugar, cancelamos en forma anticipada la deuda con el FMI y recuerdo que toda la oposición estaba en contra de esa medida, porque decía que el deterioro en el nivel de reservas iba a generar un gran daño para el desenvolvimiento de la economía.
P.: Se espera que emitan un bono, aprovechando lo del CIADI, lo del Club de París, para volver al mercado internacional voluntario. ¿Esto está en análisis?
J.C.: Cualquier colocación de un instrumento financiero tiene que ser compatible con una tasa de interés que sea razonable para la Argentina.
P.: ¿Cuál sería una tasa razonable?
J.C.: Un dígito. Eso implica que la Argentina tiene las condiciones efectivas para afrontar los compromisos de la emisión. Y aparte creo que estamos todo el tiempo en una coyuntura de carácter especulativo.
P.: En base a eso, respecto a la relación con el FMI, ¿se analiza permitir o volver a hacer la clásica revisión (artículo 4)?
J.C.: Consideramos que se trabaja con los organismos multilaterales de crédito en programas de financiamiento y, a su vez, se trabaja para el diseño del índice de precios federal que será publicado próximamente.
P.: ¿Qué estimaciones hay en cuanto al número?
J.C.: No se pueden tener expectativas.
P.: Y las próximas paritarias, ¿van a tener que estar atadas más a este primer número?
J.C.: Lo que es importante reconocer es que primero, se crearon seis millones de puestos de trabajo. Segundo, tomando el peor índice de precios, el nivel de recuperación del poder adquisitivo del salario real fue del 72% el promedio de los últimos 10 años. Tercero, las paritarias en la Argentina se suscriben a través de esta meta que para este año son 1.650 convenios colectivos de trabajo, hay 25 de los cuales van marcando un sendero del punto de vista de las negociaciones. El sector público arranca este proceso con los trabajadores docentes a partir del mes de febrero, y a partir de eso, implica toda una negociación entre partes
P.: ¿Apuntan a un número? Se hablaba del 18%.
J.C.: Nosotros no decimos ningún número, vamos a empezar una estrategia de negociación que sea compatible con la capacidad de pago de cada sector.
P.: ¿Quedó archivado el plan para subir las tarifas de electricidad en Capital y GBA?
J.C.: Es una decisión de la Presidenta. Hay varios temas para analizar. Primero, hay fuertes asimetrías en los niveles de tarifas en diferentes jurisdicciones. Segundo, es necesario observar estrategias de nivelación en términos de promedio. Tercero, los niveles tarifarios tienen que ser compatibles con el subsidio neto que reciben las empresas a partir del subsidio a la generación. Entonces desde esa perspectiva, hay múltiples alternativas, pero reitero, es una decisión de la Presidenta.
P.: Respecto al tema de bonistas, fondos buitre, ahí hay una suerte de espada de Damocles, que es el fallo de la Corte de Apelaciones de EE.UU., en caso de que sea negativo, hay algún plan para seguir cumpliendo con los compromisos de deuda argentina?
J.C.: Hay algunos países que serán «amicus» de la Argentina. Y a su vez creo también que es importante observar que en uno de los juicios hay reconocimiento de la inmunidad soberana de EE.UU., y en definitiva creemos que esto es un leading case desde el punto de vista del proceso de la reestructuración financiera de naciones soberanas. La Argentina lo que ha hecho es cumplir con la Constitución y con la ley, ha cumplido con el artículo 35, inciso 8 de la Constitución nacional, que dice que es atribución del Congreso el arreglo de la deuda interior y exterior de la Nación. Eso es lo que hizo el presidente Néstor Kirchner, promoviendo un proyecto de ley para establecer las condiciones para el proceso de adhesión voluntaria del canje. Hubo dos reaperturas correspondientes y el 93% de bonistas adheridos. Están obviamente los denominados buitres que hacen lobby permanente y atacan duramente la posición argentina, que es tener igualdad de trato para los acreedores respecto a la Constitución de la Nación.
P.: Regresando al tema del dólar, volvieron los operativos sobre cuevas. Y también queremos saber su opinión respecto a quienes informamos sobre el dólar «blue».
J.C.: Creo que es un tema remanido en la discusión pública argentina, pero vale la pena su profundización. Los mercados para el funcionamiento adecuado tienen que ser transparentes y la transparencia del mercado tiene que ver con un marco regulatorio, a partir del cual la oferta y la demanda tienen que ser exhibidas. Respecto a ustedes que informan la cotización del dólar «blue», ¿quiénes les proveen la información?
P.: Se hace de la misma manera que se hace en las casas de cambio, se hace una serie de llamados y se hace un promedio.
J.C.: ¿Pero es información transparente?
P.: El público recurre a ese mercado porque el otro estaba limitado, cerrado.
J.C.: Puede haber una transacción en un mercado informal por dinero no declarado, ese dinero no declarado puede ser proveniente de evasión fiscal, por narcotráfico, por lavado de dinero o por otras operaciones. A mi modo de ver, existen factores de poder económicos y financieros, o grupos de acción política tendientes a generar las condiciones de acción psicológica para propiciar ciertas tendencias desde el punto de vista económico. Cuando uno promueve una estrategia de devaluación, lo que quiere en realidad es depreciar los activos financieros irreales de modo absolutamente incompatible con la capacidad de transacción económica, porque en definitiva la flotación del tipo de cambio está asociada a un conjunto de variables e indicadores. En definitiva, lo que quieren es lograr pagar un menor valor relativo por un activo financiero irreal de compra a los efectos de concentrar el ingreso y la tasa de rentabilidad en detrimento de la población en general.
Entrevista de Guillermo Laborda y Pablo Jiménez