En 2014, un economista desconocido llamado David Brat derrotó a Eric Cantor en las primarias republicanas, cuando Cantor era el líder de la mayoría republicana en la Cámara Baja del Congreso de Estados Unidos. La sorpresiva derrota política de una de las figuras más poderosas del Partido Republicano fue una señal de la profundidad de la ira popular y de la movilización de la extrema derecha norteamericana.
El 26 de junio de 2018, Alexandria Ocasio-Cortez, que se identifica abiertamente como socialista, derrotó al destacado demócrata Joseph Crowley en el distrito 14 de Nueva York, que incluye las zonas del Bronx y Queens. Los líderes del partido le restaron importancia; Nancy Pelosi, la parlamentaria demócrata más encumbrada, dijo que la victoria «no debía verse como lo que no era». Otros atribuyeron el revés de Crowley a la juventud de Ocasio-Cortez (tiene 28 años y Crowley 56), o al «factor demográfico» (el distrito en cuestión es parte de la ciudad de Nueva York, con un 18% de población blanca y casi 50% latina).
Pero la victoria de Ocasio-Cortez no es un accidente demográfico: es significativa por lo que expresa acerca del estado de la relación de los movimientos sociales en Estados Unidos con la política electoral. El triunfo de Brat reflejó una movilización de la derecha; Ocasio-Cortez es una muestra de la movilización de quienes reivindican como una izquierda socialista en el país, que no solo se organiza contra la presidencia de Trump y el Partido Republicano que lo apoya, sino que está decidida a transformar a su vez al Partido Demócrata.
El 26 de junio de 2018, Alexandria Ocasio-Cortez, que se identifica abiertamente como socialista, derrotó al destacado demócrata Joseph Crowley en el distrito 14 de Nueva York, que incluye las zonas del Bronx y Queens. Los líderes del partido le restaron importancia; Nancy Pelosi, la parlamentaria demócrata más encumbrada, dijo que la victoria «no debía verse como lo que no era». Otros atribuyeron el revés de Crowley a la juventud de Ocasio-Cortez (tiene 28 años y Crowley 56), o al «factor demográfico» (el distrito en cuestión es parte de la ciudad de Nueva York, con un 18% de población blanca y casi 50% latina).
Pero la victoria de Ocasio-Cortez no es un accidente demográfico: es significativa por lo que expresa acerca del estado de la relación de los movimientos sociales en Estados Unidos con la política electoral. El triunfo de Brat reflejó una movilización de la derecha; Ocasio-Cortez es una muestra de la movilización de quienes reivindican como una izquierda socialista en el país, que no solo se organiza contra la presidencia de Trump y el Partido Republicano que lo apoya, sino que está decidida a transformar a su vez al Partido Demócrata.