Lunes 30 de Junio de 2014
Jean-Michel Casa
Francia es uno de los países con los que la Argentina tiene históricamente mayor relación. Fue clave en el acuerdo con el Club de París y apoyó al país ante los buitres. Su embajador, Jean-Michel Casa, habló con Ámbito Biz de nuevas inversiones de empresas galas y de duras negociaciones entre Mercosur-UE.
Por: Pablo Jiménez y Rubén Rabanal
Jean-Michel Casa.
Periodistas: ¿En qué momento están las relaciones comerciales entre la Argentina y Francia?
Jean-Michel Casa: Antes de la crisis de 2001, quizás hubo nivel de comercio más alto, pero ahora estamos a un promedio de casi u$s 2.000 millones. Tiene que ver con la importancia de las inversiones que hemos hecho, por ejemplo, muchas de las autopartes de los autos, tienen que venir de afuera.
P.: Justamente las inversiones francesas más grandes del país están en ese sector. ¿Cómo viven la crisis?
J.M.C: La situación automotriz es más difícil este año por razones vinculadas a un retroceso en el crecimiento.
P.: Hay muchas quejas de las automotrices respecto de las trabas a importar algunas autopartes.
J.M.C.: Sí, hay dificultades pero al final se arreglan las cosas. Es el interés del Gobierno que haya autopartes para hacer funcionar las plantas.
P.: En algún momento se habló de que la embajada tuvo que intervenir por las empresas alimentarias francesas cuando el Gobierno decidió controlar la suba de precios, ¿fue así?
J.M.C.: No, no hemos tenido que intervenir en el tema de los Precios Cuidados. La empresas saben adaptarse, sean productores como Danone, o sean distribuidores como Carrefour. El programa es también una forma de incentivo para el consumo. Me parece que los productores y distribuidores han encontrado su equilibrio.
P.: ¿Pero hubo quejas?
J.M.C.: Quejas hubo sobre otros sectores en los cuales había menos tradición de importación. Se le hizo entender al Gobierno que algunas empresas presentes aquí, por ejemplo, una que produce productos de limpieza, necesitaba artículos que no existían aquí.
P.: Francia apoyó a la Argentina contra los buitres y para saldar la deuda con el Club de París.
J.M.C.: A nivel de Gobierno, nos hemos involucrado muchísimo en esto. Por un lado, participando en el proceso judicial en EE.UU., poniendo una posición muy clara ante los tribunales de Nueva York y ante la Corte Suprema con dos amicus curiae muy claros a favor de la Argentina. Por otro lado, en el Club de París, si bien no es una institución francesa, los funcionarios galos se han involucrado muchísimo para preparar esta negociación y así convencer a todos los acreedores que había que encontrar una solución.
P.: ¿Cree que el solucionar estos frentes podría atraer nuevamente a empresas francesas?
J.M.C.: Sí, creemos que es bueno para Argentina y para sus intereses a largo plazo llegar a estas soluciones, pero también es bueno para el regreso de las inversiones. Hay mucha expectativa de las empresas europeas, y francesas en particular, para volver al mercado argentino con condiciones de financiación más abiertas.
P.: ¿Alcanza con solucionar eso y que vuelva el crédito o, por ejemplo, medidas como el impedimento al giro de divisas lo complican?
J.M.C.: Claramente hay una cautela de las empresas por el hecho de que la repatriación de dividendos no es tan fácil. Los primeros años generalmente las compañías que invierten generan poco provecho y lo que producen lo reinvierten en su crecimiento interno. Pero después de algunos años, los accionistas, el país quieren ver los resultados. Eso es la vida de las empresas. Francia es de los más grandes inversores extranjeros de este país. Y lo es más si se toma en cuenta que algunas inversiones no vienen directamente por Francia por razones fiscales y que muchas empresas tienen su sede en otros países de Europa.
P.: ¿Y qué le dice a las empresas francesas cuando quieren venir a la Argentina, mirándo de acá a dos años?
J.M.C.: Que vengan, claro, que hay un potencial fenomenal. Yo creo que a pesar de todo se va a encontrar una solución a la deuda, ya un 90% del camino está hecho con Repsol, CIADI y Club de París. Queda este problema con los holdouts que se va a resolver también. Eso va a reabrir las posibilidades de financiación a costo normal, porque ahora no se tenía ninguna probabilidad de financiación a un costo razonable.
P.: ¿La queja número uno cuál es?
J.M.C.: Seguramente, lo más preocupante es el tema de los dividendos.
P.: ¿De la inflación se quejan?
J.M.C.: Sí, las empresas que tienen experiencia económica naturalmente prefieren una inflación de menos del 5% o del 10 %, pero saben vivir con fenómenos como éste. Si se arregla el tema de la financiación y de la deuda, si se vuelve a una estabilización del peso, quizás con algunas medidas más y con una fuerte posición del Gobierno se pueda llegar a controlar un poco mejor el incremento de los precios. Pero la inflación no impide hacer business.
P.: ¿Hoy en qué punto están las negociaciones entre Mercosur y la UE para el acuerdo del libre comercio? Se dice que la traba es la Argentina.
J.M.C.: Es muy difícil llegar a un acuerdo con el Mercosur en un período en el que sus países sufren una caída en el crecimiento. Es complicado porque esto supone la decisión de una oferta que necesariamente requiere de la apertura de algunos mercados industriales y eso no es tan fácil en este período. Y después, también habrá que tener una oferta del lado europeo que no va a ser tan fácil tampoco, porque si la posición del Mercosur es decir nosotros necesitamos nuestras protecciones industriales porque estamos en vías de desarrollo, al revés Europa va a haber cerrado totalmente sus mercados agrícolas. No veo que la negociación avance muy fácilmente.
P.: En su momento, Francia había tenido una propuesta para comercializar aviones con la Argentina, ustedes intervinieron en eso?
J.M.C.: Estamos listos para hablar con la Argentina sobre nuevos aviones. Ya ha habido algunas discusiones. Si el Gobierno quiere modernizar sus Fuerzas Armadas, sobre todo la Aviación militar, debe seguir mejor con la línea de los Mirage.
P.: El turismo también es un negocio fuerte para ambos países.
J.M.C.: Sí, es también un sector típico en el cual se puede trabajar aumentando las cifras, sin competencia porque estamos a un nivel mínimo de 120.000 argentinos que van cada año a Francia y unos 65.000 que vienen acá. Estamos trabajando con el Ministerio de Turismo con la idea de un acuerdo profundo.
P.: ¿Y la devaluación y el tipo de cambio diferente para el turismo afectó la llegada de argentinos a Francia?
J.M.C.: Hay un poco menos este año. Influyen esos factores, pero creo que también afecta que muchos viajeros esta vez decidieron ir a Brasil para ver el Mundial.
Jean-Michel Casa
Francia es uno de los países con los que la Argentina tiene históricamente mayor relación. Fue clave en el acuerdo con el Club de París y apoyó al país ante los buitres. Su embajador, Jean-Michel Casa, habló con Ámbito Biz de nuevas inversiones de empresas galas y de duras negociaciones entre Mercosur-UE.
Por: Pablo Jiménez y Rubén Rabanal
Jean-Michel Casa.
Periodistas: ¿En qué momento están las relaciones comerciales entre la Argentina y Francia?
Jean-Michel Casa: Antes de la crisis de 2001, quizás hubo nivel de comercio más alto, pero ahora estamos a un promedio de casi u$s 2.000 millones. Tiene que ver con la importancia de las inversiones que hemos hecho, por ejemplo, muchas de las autopartes de los autos, tienen que venir de afuera.
P.: Justamente las inversiones francesas más grandes del país están en ese sector. ¿Cómo viven la crisis?
J.M.C: La situación automotriz es más difícil este año por razones vinculadas a un retroceso en el crecimiento.
P.: Hay muchas quejas de las automotrices respecto de las trabas a importar algunas autopartes.
J.M.C.: Sí, hay dificultades pero al final se arreglan las cosas. Es el interés del Gobierno que haya autopartes para hacer funcionar las plantas.
P.: En algún momento se habló de que la embajada tuvo que intervenir por las empresas alimentarias francesas cuando el Gobierno decidió controlar la suba de precios, ¿fue así?
J.M.C.: No, no hemos tenido que intervenir en el tema de los Precios Cuidados. La empresas saben adaptarse, sean productores como Danone, o sean distribuidores como Carrefour. El programa es también una forma de incentivo para el consumo. Me parece que los productores y distribuidores han encontrado su equilibrio.
P.: ¿Pero hubo quejas?
J.M.C.: Quejas hubo sobre otros sectores en los cuales había menos tradición de importación. Se le hizo entender al Gobierno que algunas empresas presentes aquí, por ejemplo, una que produce productos de limpieza, necesitaba artículos que no existían aquí.
P.: Francia apoyó a la Argentina contra los buitres y para saldar la deuda con el Club de París.
J.M.C.: A nivel de Gobierno, nos hemos involucrado muchísimo en esto. Por un lado, participando en el proceso judicial en EE.UU., poniendo una posición muy clara ante los tribunales de Nueva York y ante la Corte Suprema con dos amicus curiae muy claros a favor de la Argentina. Por otro lado, en el Club de París, si bien no es una institución francesa, los funcionarios galos se han involucrado muchísimo para preparar esta negociación y así convencer a todos los acreedores que había que encontrar una solución.
P.: ¿Cree que el solucionar estos frentes podría atraer nuevamente a empresas francesas?
J.M.C.: Sí, creemos que es bueno para Argentina y para sus intereses a largo plazo llegar a estas soluciones, pero también es bueno para el regreso de las inversiones. Hay mucha expectativa de las empresas europeas, y francesas en particular, para volver al mercado argentino con condiciones de financiación más abiertas.
P.: ¿Alcanza con solucionar eso y que vuelva el crédito o, por ejemplo, medidas como el impedimento al giro de divisas lo complican?
J.M.C.: Claramente hay una cautela de las empresas por el hecho de que la repatriación de dividendos no es tan fácil. Los primeros años generalmente las compañías que invierten generan poco provecho y lo que producen lo reinvierten en su crecimiento interno. Pero después de algunos años, los accionistas, el país quieren ver los resultados. Eso es la vida de las empresas. Francia es de los más grandes inversores extranjeros de este país. Y lo es más si se toma en cuenta que algunas inversiones no vienen directamente por Francia por razones fiscales y que muchas empresas tienen su sede en otros países de Europa.
P.: ¿Y qué le dice a las empresas francesas cuando quieren venir a la Argentina, mirándo de acá a dos años?
J.M.C.: Que vengan, claro, que hay un potencial fenomenal. Yo creo que a pesar de todo se va a encontrar una solución a la deuda, ya un 90% del camino está hecho con Repsol, CIADI y Club de París. Queda este problema con los holdouts que se va a resolver también. Eso va a reabrir las posibilidades de financiación a costo normal, porque ahora no se tenía ninguna probabilidad de financiación a un costo razonable.
P.: ¿La queja número uno cuál es?
J.M.C.: Seguramente, lo más preocupante es el tema de los dividendos.
P.: ¿De la inflación se quejan?
J.M.C.: Sí, las empresas que tienen experiencia económica naturalmente prefieren una inflación de menos del 5% o del 10 %, pero saben vivir con fenómenos como éste. Si se arregla el tema de la financiación y de la deuda, si se vuelve a una estabilización del peso, quizás con algunas medidas más y con una fuerte posición del Gobierno se pueda llegar a controlar un poco mejor el incremento de los precios. Pero la inflación no impide hacer business.
P.: ¿Hoy en qué punto están las negociaciones entre Mercosur y la UE para el acuerdo del libre comercio? Se dice que la traba es la Argentina.
J.M.C.: Es muy difícil llegar a un acuerdo con el Mercosur en un período en el que sus países sufren una caída en el crecimiento. Es complicado porque esto supone la decisión de una oferta que necesariamente requiere de la apertura de algunos mercados industriales y eso no es tan fácil en este período. Y después, también habrá que tener una oferta del lado europeo que no va a ser tan fácil tampoco, porque si la posición del Mercosur es decir nosotros necesitamos nuestras protecciones industriales porque estamos en vías de desarrollo, al revés Europa va a haber cerrado totalmente sus mercados agrícolas. No veo que la negociación avance muy fácilmente.
P.: En su momento, Francia había tenido una propuesta para comercializar aviones con la Argentina, ustedes intervinieron en eso?
J.M.C.: Estamos listos para hablar con la Argentina sobre nuevos aviones. Ya ha habido algunas discusiones. Si el Gobierno quiere modernizar sus Fuerzas Armadas, sobre todo la Aviación militar, debe seguir mejor con la línea de los Mirage.
P.: El turismo también es un negocio fuerte para ambos países.
J.M.C.: Sí, es también un sector típico en el cual se puede trabajar aumentando las cifras, sin competencia porque estamos a un nivel mínimo de 120.000 argentinos que van cada año a Francia y unos 65.000 que vienen acá. Estamos trabajando con el Ministerio de Turismo con la idea de un acuerdo profundo.
P.: ¿Y la devaluación y el tipo de cambio diferente para el turismo afectó la llegada de argentinos a Francia?
J.M.C.: Hay un poco menos este año. Influyen esos factores, pero creo que también afecta que muchos viajeros esta vez decidieron ir a Brasil para ver el Mundial.
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