El titular de la ANSES, , comparó el sistema previsional argentino con el de Finlandia. Según precisó en diálogo con Luis Novaresio en radio La Red, muchas potencias del mundo tienen un mecanismo de movilidad similar al que ayer acordó el gobierno nacional con el peronismo en la Cámara de Senadores.
La fórmula consensuada -que aún debe ser aprobada por ambas cámaras- arroja un índice que se compone en un 70% por el aumento de los precios y en un 30% por la Remuneración Promedio Imponible de los Trabajadores Estables (RIPTE). «Algunos países tienen exactamente la misma fórmula; Finlandia, por ejemplo, tiene 80% de inflación y 20% de salarios», justificó Basavilbaso.
«Emilio, ¿cuánto gana un jubilado finlandés?», intentó frenar Novaresio al funcionario. Y el titular de la ANSES contestó: «En general nuestras jubilaciones son más altas que las del resto del mundo y las del resto de la región».
Actualmente la jubilación mínima argentina es de $7.246 (alrededor de USD 400 ó 335 euros). Si bien es complejo comparar sistemas previsionales que tienen características particulares disimiles, una veloz búsqueda en Google confirma que la referencia realizada por el ministro no fue la mejor.
Finlandia cuenta con dos regímenes de pensiones: uno vinculado a los ingresos de los trabajadores y otro general que concede prestaciones mínimas a todos los residentes. Juntas, estas dos remuneraciones forman la pensión legal total.
La jubilación por ingresos (también se la denomina «complementaria») es contributiva y depende de los aportes realizados durante la vida laboral a un fondo privado (similar a las antiguas AFJP de la Argentina).
En cambio, todos los habitantes del país que hayan cumplido 65 años y posean una residencia mínima de tres años tienen derecho a la pensión de vejez del régimen general, cuya remuneración mínima garantizada es en la actualidad de 753,58 euros, que equivalen a $16.164.
Regla de tres simple: la mínima finesa es un 123% más alta que la argentina. Además, esa cifra puede incrementarse por otros subsidios y complementarse con el ahorro privado, lo que la diferencia podría ser aún mayor.
La fórmula consensuada -que aún debe ser aprobada por ambas cámaras- arroja un índice que se compone en un 70% por el aumento de los precios y en un 30% por la Remuneración Promedio Imponible de los Trabajadores Estables (RIPTE). «Algunos países tienen exactamente la misma fórmula; Finlandia, por ejemplo, tiene 80% de inflación y 20% de salarios», justificó Basavilbaso.
«Emilio, ¿cuánto gana un jubilado finlandés?», intentó frenar Novaresio al funcionario. Y el titular de la ANSES contestó: «En general nuestras jubilaciones son más altas que las del resto del mundo y las del resto de la región».
Actualmente la jubilación mínima argentina es de $7.246 (alrededor de USD 400 ó 335 euros). Si bien es complejo comparar sistemas previsionales que tienen características particulares disimiles, una veloz búsqueda en Google confirma que la referencia realizada por el ministro no fue la mejor.
Finlandia cuenta con dos regímenes de pensiones: uno vinculado a los ingresos de los trabajadores y otro general que concede prestaciones mínimas a todos los residentes. Juntas, estas dos remuneraciones forman la pensión legal total.
La jubilación por ingresos (también se la denomina «complementaria») es contributiva y depende de los aportes realizados durante la vida laboral a un fondo privado (similar a las antiguas AFJP de la Argentina).
En cambio, todos los habitantes del país que hayan cumplido 65 años y posean una residencia mínima de tres años tienen derecho a la pensión de vejez del régimen general, cuya remuneración mínima garantizada es en la actualidad de 753,58 euros, que equivalen a $16.164.
Regla de tres simple: la mínima finesa es un 123% más alta que la argentina. Además, esa cifra puede incrementarse por otros subsidios y complementarse con el ahorro privado, lo que la diferencia podría ser aún mayor.