La Asociación Empresaria Argentina (AEA) reunió ayer al establishment local, quienmostró un fuerte alineamiento con el Gobierno a pesar de la crisis recesiva que atraviesa el país y en el medio de pujas entre sectores que temen por un impacto negativo mucho mayor en la actividad económica y el impacto judicial por corrupción en la obra pública a partir de la aparición de los cuadernos del chofer del exfuncionario Roberto Baratta.
Los dueños de las empresas más poderosas del país dieron cuenta de un escenario complejo aunque señalaron a la «responsabilidad empresaria» como argumento para «seguir invirtiendo y protegiendo el empleo». Fue el caso del presiente del Grupo Techint, Paolo Rocca, que señaló que «la profundidad de la tormenta no puede ser subestimada».
El líder de la T no evitó el conflicto de los cuadernos: «Fuimos conscientes de lo que pasaba, sí. Yo creo que sabíamos que las cosas no estaban bien. Pero creo que no fuimos ni cómplices ni partícipes de todo esto».
En tanto, el CEO del Grupo Clarín, Héctor Magentto, sostuvo que «la Argentina necesita una visión compartida de hacia dónde ir», y aclaró que «los atajos no conducen hacia ningún lado». En la misma línea, el presidente del Grupo Arcor, Luis Pagani, expresó «es muy importante que el Gobierno y el Sector Privado trabajen de manera mancomunada». «Para negociar y saber ganar un mercado, se necesita una sola puerta, un solo negociador, y que estemos juntos», enfatizó.
Además de Rocca, Pagani y Magnetto, estuvieron presentes Enrique Cristofani (Banco Santander Río), Federico Braun (La Anónima), Alberto Grimoldi (Grimoldi), Sebastián Bagó (Laboratorios Bagó), Marcos Galperín ( Mercado Libre), David Lacroze (Grupo Lacroze) y Alejandro Bulgheroni (Pan American Energy Group).
Para Galperín, la economía de mercado tiene que generar innovación, competencia, emprendedurismo, empresas nuevas que agreguen valor a la sociedad. «En Argentina la economía de mercado y el capitalismo están mal vistos. Hay que generar igualdad de oportunidades y condiciones de competencia» sostuvo.
Los dueños de las empresas más poderosas del país dieron cuenta de un escenario complejo aunque señalaron a la «responsabilidad empresaria» como argumento para «seguir invirtiendo y protegiendo el empleo». Fue el caso del presiente del Grupo Techint, Paolo Rocca, que señaló que «la profundidad de la tormenta no puede ser subestimada».
El líder de la T no evitó el conflicto de los cuadernos: «Fuimos conscientes de lo que pasaba, sí. Yo creo que sabíamos que las cosas no estaban bien. Pero creo que no fuimos ni cómplices ni partícipes de todo esto».
En tanto, el CEO del Grupo Clarín, Héctor Magentto, sostuvo que «la Argentina necesita una visión compartida de hacia dónde ir», y aclaró que «los atajos no conducen hacia ningún lado». En la misma línea, el presidente del Grupo Arcor, Luis Pagani, expresó «es muy importante que el Gobierno y el Sector Privado trabajen de manera mancomunada». «Para negociar y saber ganar un mercado, se necesita una sola puerta, un solo negociador, y que estemos juntos», enfatizó.
Además de Rocca, Pagani y Magnetto, estuvieron presentes Enrique Cristofani (Banco Santander Río), Federico Braun (La Anónima), Alberto Grimoldi (Grimoldi), Sebastián Bagó (Laboratorios Bagó), Marcos Galperín ( Mercado Libre), David Lacroze (Grupo Lacroze) y Alejandro Bulgheroni (Pan American Energy Group).
Para Galperín, la economía de mercado tiene que generar innovación, competencia, emprendedurismo, empresas nuevas que agreguen valor a la sociedad. «En Argentina la economía de mercado y el capitalismo están mal vistos. Hay que generar igualdad de oportunidades y condiciones de competencia» sostuvo.