Con el sector de la construcción a la cabeza, entre octubre de 2015 y febrero de este año se perdieron 26.035 puestos de trabajo en el sector privado, de acuerdo con la información que surge de las declaraciones juradas presentadas por las empresas ante la Seguridad Social.
Según los registros de la AFIP, y con relación a un año atrás, los números marcan una suba del empleo privado hasta octubre-noviembre, para descender en los meses siguientes a los niveles de mitad de 2015. No obstante, desde febrero 2015 a febrero de este año, se pasó de 6.438.596 empleos a 6.555.412, o sea 116.816 empleos más.
Así de 6.581.447 empleos privados que había en octubre de 2015 se pasó a 6.555.412 en febrero. Se trata de empleos “en blanco” o registrados por lo que se estima que el número negativo debería ser mayor si se agrega la baja en los puestos de trabajo “en negro”, en especial en la construcción. Y mayor aún los empleos perdidos si se adicionan la reducción de empleos que se efectivizaron en el sector público.
Según la mayoría de los economistas, la baja en la actividad económica que arrancó a partir del segundo semestre de 2015 se acentuó hacia final del año y comienzos de 2016. Y eso afectó el nivel de empleo.
El dato más preocupante es la fuerte pérdida de empleos registrados en la construcción – 54.774 menos– que arrancó en octubre y pegó un salto muy fuerte en noviembre, diciembre y enero. Se atribuye esta caída al freno en la obra pública que tuvo un efecto adverso sobre otras actividades. También fue afectada la enseñanza, en especial en establecimientos privados, aunque se estima que se debe a la estacionalidad propia de los meses de verano. Y la industria manufacturera aparece con 7.502 puestos de trabajo menos, aunque en algunos sectores fabriles hubo menores horas trabajadas por suspensiones o paradas técnicas de las empresas.
En cambio, el empleo aumentó en la agricultura y ganadería, en comercio (mayorista y minoristas) y en algunos servicios y en el segmento financiero.
Por su parte, el Ministerio de Trabajo informó que entre los meses de noviembre de 2015 y febrero de 2016 el empleo disminuyó el 0,3% en Capital y GBA, mientras, con fuertes disparidades, aumentó el 0,5% en el interior. También reconoce que la construcción lideró la caída con un descenso del 3,6%.
El informe de Trabajo agrega, algo que llamó la atención y despertó dudas, que, a febrero, y con relación a la toma de personal, las empresas tenían expectativas positivas. “El 85,3% de las empresas encuestadas de todos los rubros espera mantener estable sus dotaciones para los próximos tres meses, un 9,6% espera aumentarla y el 5,1% considera que su dotación disminuirá”: para la mayoría hay expectativas de empleo estables y serían más las empresas que prevén tomar más gente que achicar sus dotaciones actuales.
Según los registros de la AFIP, y con relación a un año atrás, los números marcan una suba del empleo privado hasta octubre-noviembre, para descender en los meses siguientes a los niveles de mitad de 2015. No obstante, desde febrero 2015 a febrero de este año, se pasó de 6.438.596 empleos a 6.555.412, o sea 116.816 empleos más.
Así de 6.581.447 empleos privados que había en octubre de 2015 se pasó a 6.555.412 en febrero. Se trata de empleos “en blanco” o registrados por lo que se estima que el número negativo debería ser mayor si se agrega la baja en los puestos de trabajo “en negro”, en especial en la construcción. Y mayor aún los empleos perdidos si se adicionan la reducción de empleos que se efectivizaron en el sector público.
Según la mayoría de los economistas, la baja en la actividad económica que arrancó a partir del segundo semestre de 2015 se acentuó hacia final del año y comienzos de 2016. Y eso afectó el nivel de empleo.
El dato más preocupante es la fuerte pérdida de empleos registrados en la construcción – 54.774 menos– que arrancó en octubre y pegó un salto muy fuerte en noviembre, diciembre y enero. Se atribuye esta caída al freno en la obra pública que tuvo un efecto adverso sobre otras actividades. También fue afectada la enseñanza, en especial en establecimientos privados, aunque se estima que se debe a la estacionalidad propia de los meses de verano. Y la industria manufacturera aparece con 7.502 puestos de trabajo menos, aunque en algunos sectores fabriles hubo menores horas trabajadas por suspensiones o paradas técnicas de las empresas.
En cambio, el empleo aumentó en la agricultura y ganadería, en comercio (mayorista y minoristas) y en algunos servicios y en el segmento financiero.
Por su parte, el Ministerio de Trabajo informó que entre los meses de noviembre de 2015 y febrero de 2016 el empleo disminuyó el 0,3% en Capital y GBA, mientras, con fuertes disparidades, aumentó el 0,5% en el interior. También reconoce que la construcción lideró la caída con un descenso del 3,6%.
El informe de Trabajo agrega, algo que llamó la atención y despertó dudas, que, a febrero, y con relación a la toma de personal, las empresas tenían expectativas positivas. “El 85,3% de las empresas encuestadas de todos los rubros espera mantener estable sus dotaciones para los próximos tres meses, un 9,6% espera aumentarla y el 5,1% considera que su dotación disminuirá”: para la mayoría hay expectativas de empleo estables y serían más las empresas que prevén tomar más gente que achicar sus dotaciones actuales.