No tienen acceso al crédito internacional. La megadevaluación impacta en pérdidas en los balances, que aleja a inversores de sus acciones. El violento ajuste cambiario aumenta la exigencia de pesos para comprar los dólares necesarios para pagar intereses y capital de su deuda externa. También registran la caída del valor bursátil de la compañía y el alza de la tasa de interés por el derrumbe de las cotizaciones de sus bonos de deuda. Las grandes corporaciones están padeciendo el mismo ahogo financiero de la economía macrista, pero sin el auxilio de un prestamista de última instancia como el Fondo Monetario Internacional. Uno de los casos más notables de esta crisis es la imposibilidad de Telecom de colocar un bono de 1000 millones de dólares en la plaza internacional en lo que va de este año, pese a que lo tenía previsto para el primer trimestre, con bancos ya contratados para esa tarea. Algunas firmas tienen espaldas financieras para transitar estos meses de estrés cambiario (como Telecom), otras están cerca de la cornisa y casi todas, si no se frena la dinámica destructiva de la crisis macrista, contabilizarán una fuerte caída de la rentabilidad en los próximos balances trimestrales y en el anual.