23/01/14
“Está aislada. Encerrada en su núcleo duro y enojada con el resto . No hay un programa para afrontar los problemas que se amontonan y ella sigue en sus peleas chiquitas ”. Sentado frente a un monitor que mostraba al dólar oficial y al paralelo trepando nuevos cielos , un secretario de Estado con largo recorrido en el Gobierno confesaba ante Clarín su preocupación por la coyuntura minutos antes de la vuelta de la Presidenta al micrófono de la Casa Rosada.
Instantes después, Cristina Kirchner confirmaba el crudo diagnóstico. Con el luto definitivamente en el placard, de punta en blanco en su vestimenta, pero con la mismas obsesiones de siempre en su discurso. Aprovechó el anuncio de un subsidio para los estudiantes entre 18 y 24 años de hogares más humildes para arengar a la tropa propia y machacar otra vez sobre los medios y la oposición a la que le molestan los logros del gobierno, reivindicar a La Cámpora, echar un manto de duda sobre el proyecto de policías comunales que impulsan intendentes opositores y oficialistas para poner un coto al drama de la inseguridad y defender las estampillas de la “década ganada” emitidas por el Correo Argentino frente a las críticas que habían despertado.
En la media hora de discurso formal, y en sus apéndices posteriores desde los balcones internos de la Casa de Gobierno para los jóvenes que la vitoreaban debajo, no hubo una sola referencia a los cortes de luz, las revueltas policiales, la disparada de la inflación y el dólar , el drenaje acelerado de las reservas , por nombrar algunos de los problemas urgentes de gestión que se acumularon durante su ausencia de la escena pública.
No dijo nada por la cadena nacional, pero tampoco en privado dio señales a sus funcionarios de que esté pensando ideas novedosas para atacar los problemas. “ Con los ministros se comunica mayormente para reprenderlos . Y si le insisten con algún problema urgente, pide que no le hagan doler la cabeza ”, contó un funcionario al tanto de la reprimenda presidencial que habría recibido Florencio Randazzo por salir a promocionar su candidatura para 2015 sin la venia de la Presidenta .
También Julio De Vido había soportado días antes la furia de Cristina por los cortes de luz. “Capitanich, que iba a ser la apertura y la renovación, ya es un ultra más que repite lo que le deja Cristina y si no lo mandan a desmentir por Kicillof ”, agregó la fuente. Para muestra, un botón: Carlos Zannini se está encargando personalmente de bloquear lo poco que el jefe de Gabinete había logrado acordar con José Manuel de la Sota como tibia señal de un tiempo nuevo.
Un legislador del kirchnerismo duro reclamaba en las últimas horas la necesidad de un shock de adrenalina desde la conducción para “ salir del pesimismo y recuperar la energía en la militancia ”. A ellos, a los más fieles que cantaron y se emocionaron ayer en los patios de Balcarce 50, pareció hablarle ayer la Presidenta. Como si afuera de la Casa de Gobierno no pasara nada.
“Está aislada. Encerrada en su núcleo duro y enojada con el resto . No hay un programa para afrontar los problemas que se amontonan y ella sigue en sus peleas chiquitas ”. Sentado frente a un monitor que mostraba al dólar oficial y al paralelo trepando nuevos cielos , un secretario de Estado con largo recorrido en el Gobierno confesaba ante Clarín su preocupación por la coyuntura minutos antes de la vuelta de la Presidenta al micrófono de la Casa Rosada.
Instantes después, Cristina Kirchner confirmaba el crudo diagnóstico. Con el luto definitivamente en el placard, de punta en blanco en su vestimenta, pero con la mismas obsesiones de siempre en su discurso. Aprovechó el anuncio de un subsidio para los estudiantes entre 18 y 24 años de hogares más humildes para arengar a la tropa propia y machacar otra vez sobre los medios y la oposición a la que le molestan los logros del gobierno, reivindicar a La Cámpora, echar un manto de duda sobre el proyecto de policías comunales que impulsan intendentes opositores y oficialistas para poner un coto al drama de la inseguridad y defender las estampillas de la “década ganada” emitidas por el Correo Argentino frente a las críticas que habían despertado.
En la media hora de discurso formal, y en sus apéndices posteriores desde los balcones internos de la Casa de Gobierno para los jóvenes que la vitoreaban debajo, no hubo una sola referencia a los cortes de luz, las revueltas policiales, la disparada de la inflación y el dólar , el drenaje acelerado de las reservas , por nombrar algunos de los problemas urgentes de gestión que se acumularon durante su ausencia de la escena pública.
No dijo nada por la cadena nacional, pero tampoco en privado dio señales a sus funcionarios de que esté pensando ideas novedosas para atacar los problemas. “ Con los ministros se comunica mayormente para reprenderlos . Y si le insisten con algún problema urgente, pide que no le hagan doler la cabeza ”, contó un funcionario al tanto de la reprimenda presidencial que habría recibido Florencio Randazzo por salir a promocionar su candidatura para 2015 sin la venia de la Presidenta .
También Julio De Vido había soportado días antes la furia de Cristina por los cortes de luz. “Capitanich, que iba a ser la apertura y la renovación, ya es un ultra más que repite lo que le deja Cristina y si no lo mandan a desmentir por Kicillof ”, agregó la fuente. Para muestra, un botón: Carlos Zannini se está encargando personalmente de bloquear lo poco que el jefe de Gabinete había logrado acordar con José Manuel de la Sota como tibia señal de un tiempo nuevo.
Un legislador del kirchnerismo duro reclamaba en las últimas horas la necesidad de un shock de adrenalina desde la conducción para “ salir del pesimismo y recuperar la energía en la militancia ”. A ellos, a los más fieles que cantaron y se emocionaron ayer en los patios de Balcarce 50, pareció hablarle ayer la Presidenta. Como si afuera de la Casa de Gobierno no pasara nada.