En la refriega hubo golpes de puño y volaron algunas piedras y botellas
Como ocurrió en diciembre pasado en el acto de asunción del gobernador Daniel Scioli, la Legislatura bonaerense volvió a convertirse ayer en escenario de choques y enfrentamientos. Con el recuerdo de la batalla campal que enfrentó aquella vez a La Cámpora con la Policía todavía fresco, la violencia tuvo ayer como protagonistas a militantes de esa agrupación kirchnerista y productores y dirigentes agropecuarios que llegaron a La Plata para manifestar su rechazo a la ley de ajuste impositivo que se aprobó ayer en el Senado.
Desde la mañana, grupos de ruralistas encabezados por dirigentes de las cuatro entidades del sector -Sociedad Rural, Carbap, Coninagro y Federación Agraria Argentina- llegaron hasta la Legislatura para pedir a los legisladores que no aprobaran el incremento del Inmobiliario Rural previsto en el mencionado ajuste, y se encontraron con todos los ingresos del enrejado del Palacio cerrados.Cerca del mediodía, un grupo de los manifestantes rompió una puerta de la reja, sobre la calle 8, e intentó acceder al edificio, donde el Senado ya estaba tratando la ley en cuestión, y fueron “frenados” por un grupo de empleados de la Legislatura, mientras las autoridades convocaban a la Policía, que no custodia el lugar desde diciembre pasado, cuando el vicegobernador Gabriel Mariotto y el presidente de la Cámara de Diputados ordenaron que esa fuerza no se ocupara más de la seguridad del Palacio (ver aparte).
En ese marco, aunque no hubo golpes en ese “choque”, el presidente de la Sociedad Rural Hugo Biolcatti, parado sobre una columna del edificio, lanzó una advertencia sobre las “consecuencias” que podría tener la sanción de la ley. “No nos hacemos responsables por lo que pueda suceder si se aprueba este impuestazo, que es peor que la 125”, dijo el ruralista.
De ese incidente, quedó conformada una situación que mostró el pasadizo techado que une los jardines con el patio y las dependencias de la Legislatura, siempre sobre calle 8, ocupado hasta la mitad por un grupo de los manifestantes ruralistas, conformado por los más jóvenes y exaltados y también por varias mujeres. En ese lugar, les cerraba el paso una línea de empleados de la Legislatura, que se engrosó rápidamente con jóvenes militantes de La Cámpora, entre los que había varios dirigentes de la Facultad de Periodismo.
En el patio, en tanto, había grupos de agentes de Infantería y el grueso de los ruralistas se mantenía a unos pocos metros de allí, en el jardín y en torno a una camioneta desde la que los dirigentes se iban sucediendo para explicar las gestiones que los referentes de las entidades estaban haciendo en el interior del edificio, con los legisladores.
Ese panorama en el pasadizo se mantuvo por casi dos horas, hasta que el ambiente se recalentó con cánticos e insultos cruzados. Fue entonces cuando el grupo de La Cámpora -que ya venía corriendo de a centímetros a los manifestantes hacia afuera- hizo una arremetida final y desalojó a los empujones definitivamente a los ruralistas del pasadizo.
En ese “desalojo”, que duró unos pocos segundos, hubo una refriega con intercambios de golpes entre los grupos, se vieron algunos palos y volaron algunas piedras y botellas, mientras que en la operación de cerrar los portones de hierro del pasadizo que llevaron a cabo los militantes de La Cámpora se rompió un vidrio del portón y alguien lanzó humo de un matafuegos.
El incidente dejó algunos lesionados leves de uno y otro grupo, mientras “alguien” lanzaba agua con una manguera, desde el techo de la Legislatura, sobre los manifestantes que continuaban en los jardines.
Finalizado el incidente, el dirigente CRA Pedro Apaolaza responsabilizó “expresamente al vicegobernador Mariotto por los desmanes y agresiones que sufrimos al intentar presenciar las sesiones”.
Mariotto no tardó en responder, al calificar de “actitud intempestiva, antidemocrática y violenta” la irrupción de los ruralistas que dijo “fueron arengados por el señor Biolcatti”.