Un informe de la ONG Concejalía Popular reveló que en Rosario 1.542 locales comerciales bajaron sus persianas, 604 de ellos en el área central. Los números no sorprendieron a los integrantes de la Asociación Amigos de Peatonal Córdoba, desde donde sumaron otra cifra inquietante: según sus estimaciones, las ventas cayeron un 20 por ciento en el primer semestre.
Entre las causas que explican esta «postal» se inscriben esta caída en las ventas, el aumento de los servicios, pero fundamentalmente los reiterados ajustes en los precios de los alquileres comerciales.
«No hay renovación por los nuevos importes de los contratos. A muchos no les dan los costos. Por eso pedimos a los propietarios de locales que, a la hora de renovar los contratos, tengan en cuenta la situación económica. Si bien en los barrios los ajustes han sido más acordes, en el centro se está pidiendo demasiado en cada renovación», planteó el titular de la Asociación Amigos de la Peatonal Córdoba, Nelson Graells.
El referente de la Concejalía Popular, Nire Roldán, brindó algunos ejemplos que grafican el incremento en el monto de los alquileres:
3 de Febrero entre Sarmiento y San Martín. Una pollería pagaba 3 mil pesos hace dos años. Hoy abona 6 mil de alquiler y se le solicita una indexación anual del 30 por ciento.
Corrientes al 400. Una imprenta pagaba 5 mil pesos mensuales, pero le exigen 15 mil al mes.
Santa Fe al 1100. Una parrilla que funciona como cooperativa abonaba 12 mil pesos; pasaron a 17 mil, renovaron en 2015 por 32 mil pesos y terminarán pagando 50 mil en 2016.
9 de Julio entre Oroño y Alvear. Un bar cerró sus puertas. Pagó hasta marzo 12 mil pesos, pero para renovar el alquiler le habían exigido 21 mil pesos.
Los ejemplos se extienden a los barrios. En el corredor comercial de Juan José Paso los alquileres de locales treparon de 4.800 pesos a 9 mil.
En la terminal de ómnibus una zapatería pasó de abonar 2 mil pesos a 4 mil pesos e indexación mediante pagará 6 mil pesos.
«Los valores de los alquileres en las superficies comerciales aumentaron más de un 40 por ciento en el último año y siguen en alza. En el caso de los pequeños comerciantes, quienes afrontan un grado de vulnerabilidad enorme, la expulsión de esos emprendimientos de la zona central es constante, ya que ante los enormes gastos que cuesta sostener un negocio en el microcentro rosarino, muchos deciden bajar las persianas o mudarse a la periferia de la ciudad», alertó Roldán.
En esa línea, Graells también consideró que «la peatonal está quedando desierta hacia el lado del Monumento a la Bandera, desde San Martín hacia el río. También se sienten los efectos por Santa Fe, desde la zona bancaria hacia España e Italia. San Martín, desde San Luis para Mendoza, Rioja hacia Laprida y se agrega Rioja al 1800», indicó.
Desde la Concejalía Popular, en tanto, alertaron sobre el peligroso cocktail que se forma por «la caída de la actividad económica, el brutal incremento de las tarifas de los servicios y los altos costos de alquiler».
El resultado se traduce en este relevamiento. Una situación que, sin dudas, preocupa.
Entre las causas que explican esta «postal» se inscriben esta caída en las ventas, el aumento de los servicios, pero fundamentalmente los reiterados ajustes en los precios de los alquileres comerciales.
«No hay renovación por los nuevos importes de los contratos. A muchos no les dan los costos. Por eso pedimos a los propietarios de locales que, a la hora de renovar los contratos, tengan en cuenta la situación económica. Si bien en los barrios los ajustes han sido más acordes, en el centro se está pidiendo demasiado en cada renovación», planteó el titular de la Asociación Amigos de la Peatonal Córdoba, Nelson Graells.
El referente de la Concejalía Popular, Nire Roldán, brindó algunos ejemplos que grafican el incremento en el monto de los alquileres:
3 de Febrero entre Sarmiento y San Martín. Una pollería pagaba 3 mil pesos hace dos años. Hoy abona 6 mil de alquiler y se le solicita una indexación anual del 30 por ciento.
Corrientes al 400. Una imprenta pagaba 5 mil pesos mensuales, pero le exigen 15 mil al mes.
Santa Fe al 1100. Una parrilla que funciona como cooperativa abonaba 12 mil pesos; pasaron a 17 mil, renovaron en 2015 por 32 mil pesos y terminarán pagando 50 mil en 2016.
9 de Julio entre Oroño y Alvear. Un bar cerró sus puertas. Pagó hasta marzo 12 mil pesos, pero para renovar el alquiler le habían exigido 21 mil pesos.
Los ejemplos se extienden a los barrios. En el corredor comercial de Juan José Paso los alquileres de locales treparon de 4.800 pesos a 9 mil.
En la terminal de ómnibus una zapatería pasó de abonar 2 mil pesos a 4 mil pesos e indexación mediante pagará 6 mil pesos.
«Los valores de los alquileres en las superficies comerciales aumentaron más de un 40 por ciento en el último año y siguen en alza. En el caso de los pequeños comerciantes, quienes afrontan un grado de vulnerabilidad enorme, la expulsión de esos emprendimientos de la zona central es constante, ya que ante los enormes gastos que cuesta sostener un negocio en el microcentro rosarino, muchos deciden bajar las persianas o mudarse a la periferia de la ciudad», alertó Roldán.
En esa línea, Graells también consideró que «la peatonal está quedando desierta hacia el lado del Monumento a la Bandera, desde San Martín hacia el río. También se sienten los efectos por Santa Fe, desde la zona bancaria hacia España e Italia. San Martín, desde San Luis para Mendoza, Rioja hacia Laprida y se agrega Rioja al 1800», indicó.
Desde la Concejalía Popular, en tanto, alertaron sobre el peligroso cocktail que se forma por «la caída de la actividad económica, el brutal incremento de las tarifas de los servicios y los altos costos de alquiler».
El resultado se traduce en este relevamiento. Una situación que, sin dudas, preocupa.